La petrolera Oxy pone en peligro a los indígenas Achuar de Perú




Según la ONG de defensa medioambiental EarthRights Internacional, el pueblo indígena achuar corre el peligro de desaparecer en Perú por las actividades de exploración y extracción de petróleo de la compañía estadounidense Occidental Petroleum, más conocida como Oxy.
El pasado mes de mayo esta ONG presentó en nombre de esta comunidad indígena en Estados Unidos una demanda contra la petrolera por supuesta contaminación del Amazonas, en representación de un grupo de 25 indígenas achuares que acusan a la firma de contaminar los ríos y la tierra de su comunidad durante más de 30 años.

Los detalles de esta demanda están incluidos en el informe ‘Un legado de daño’, elaborado conjuntamente por ‘Racimos de Ungurahui’ y ‘Amazon Watch’. En él se acusa a la petrolera de violar las leyes peruanas y las estadounidenses en materia de medio ambiente.

Según el documento, tras 30 años de operaciones en el territorio indígena achuar en la amazonía peruana, esta empresa petrolera multinacional “realizó prácticas destructivas que contaminaron severamente ecosistemas únicos y sensibles”, y que tuvieron como resultado “impactos profundos sobre los derechos y la salud de las comunidades que residen en el área”. 

Según estas ONG, y ya con la empresa sucesora, Pluspetrol, los abusos de los derechos humanos y del medio ambiente “continúan con toda su furia”. “Hoy, las comunidades achuares  viven con el legado de daño de Oxy: una contaminación extrema de sus tierras y sus vías fluviales, un trastorno en su capacidad de pescar, cazar y sembrar cultivos, y problemas de salud persistentes, entre ellos el envenenamiento generalizado por el plomo y el cadmio”, defiende el informe.

El pueblo indígena achuar ha vivido en la amazonía nordeste peruana desde hace miles de años. Los bosques y los ríos les han abastecido de todas sus necesidades de subsistencia, además de ocupar un papel primordial en sus sistemas de creencias tradicionales y su cosmología. Esta relación simbiótica se ha basado siempre en el respeto profundo por su medio ambiente físico y sus tierras ancestrales.

Pero eso cambió dramáticamente en 1971 cuando Oxy firmó un contrato con el Gobierno peruano para poder hacer exploraciones en búsqueda de petróleo en su territorio, después de que una prueba preliminar demostrara la existencia de reservas importantes.

Oxy empezó a explorar y extraer el petróleo de la cuenca del Río Corrientes en una región remota designada como el ‘Lote 1AB’ que había sido habitado por el pueblo achuar desde siempre. Se inició la producción en gran escala en 1975, y se convirtió en el complejo terrestre de campos petroleros más grande de Perú produciendo aproximadamente el 42 por ciento del petróleo en el país.

Durante los años que Oxy ha estado presente en la región de Corrientes, la compañía construyó una infraestructura masiva de apoyo que incluía aeropuertos, helipuertos y refinerías. En sus años de mayor auge produjo aproximadamente 115.000 barriles de petróleo cada día.
Mientras, según la ONG, “las actividades de Oxy estuvieron muy lejos de cumplir las normas aceptadas por la industria en todos los aspectos de sus operaciones, porque la empresa vertió grandes cantidades de aguas contaminadas en los ríos locales, almacenó los residuos incorrectamente y causó daños importantes a la salud y al medio ambiente del pueblo achuar, y del bosque húmedo que antes fue ancestral”. En 2000, Oxy vendió su concesión a Pluspetrol, una empresa argentina que continúa utilizando los sistemas y la infraestructura que fueron diseñados y establecidos por Oxy.

Según las investigaciones de estas ONG, los testimonios de personas con experiencias de primera mano y los Informes del gobierno peruano, “Oxy utilizó a sabiendas prácticas obsoletas en la cuenca del río, usó métodos que fueron prohibidos en Estados Unidos desde hace tiempo y que violaban las leyes peruanas, y continuó con el uso de esas prácticas durante tres décadas”.

Años y años de contaminación

Según sus datos, Oxy vertió un promedio de 850.000 barriles diarios de subproductos tóxicos petroleros derivados del proceso de extracción directamente en los ríos utilizados por los ‘Achuar’ para beber, bañarse, lavar y pescar. La cantidad llegó aproximadamente a 9.000 millones de barriles en el transcurso de estos 30 años de operaciones.

Asimismo, Oxy utilizó pozos de tierra para almacenar los líquidos de las perforaciones, el petróleo crudo y los subproductos del crudo. Estos pozos cavados directamente en la tierra, estaban abiertos, no forrados y sin barreras de protección. Muchas veces se derramaron en el suelo y en las aguas de la superficie y se filtraron en el suelo y en el agua subterránea.

Así, un importante número de niños de las cinco comunidades achuares  que viven en la zona muestran actualmente concentraciones altas de plomo en la sangre, y a su juicio, “la única fuente probable de este envenenamiento por plomo es la contaminación que proviene de la producción del petróleo”. Los peces y la caza, así como la productividad agrícola para las comunidades que residen en la zona ha hecho además que actualmente los achuar tengan que viajar largas distancias y regresen a sus casas con menos alimentos y de menor calidad que en el pasado, cuando podían cazar y pescar en las cercanías.

Aunque hace poco la nueva propietaria, Pluspetrol, se comprometió a cambiar sus prácticas, hasta la fecha “no se han producido estos cambios”, mientras siguen violándose los derechos fundamentales de este pueblo.

Exigencias a la petrolera

Las tres ONG urgen a Occidental Petroleum Corporation a que realice “inmediatamente” las labores necesarias de limpieza con respecto a la contaminación en la cuenca del Río Corrientes, y que trabaje con Pluspetrol y el Gobierno peruano para asegurar el cumplimiento de sus propias leyes ambientales y de derechos indígenas.

A esto se une la petición de asistencia médica a las comunidades afectadas por envenenamiento por cadmio y plomo, proveer de indemnización financiera a las miles de víctimas achuares que han sufrido daños y establecer nuevas prácticas para sus operaciones continuas y futuras, tanto en Perú como en otros países en los que opera.

http://amazonwatch.org/documents/talisman_issue_brief_2010.pdf


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