Salmonicultura en Chile, una industria descontrolada

La lucha de los habitantes de Puerto Williams no será ni fácil ni concisa; las empresas pesqueras Cabo Pilar y Nova Austral son apenas los dedos extendidos de un holding internacional tras el cual estarían Altor Found III (noruego) y Bain Capital (Estados Unidos). Nada menos que la realeza noruega que coincidentemente anunció visita a Puerto Williams, mismos reyes que por la rivera argentina del Beagle ya habrían establecido un convenio para empezar la explotación de las aguas.

Lisselotte R. Álvarez

Cuando se habla de proyectos de inversión, los conceptos progreso, desarrollo, calidad de vida, están relacionados, sin embargo, de la industria salmonera no se puede decir lo mismo dado que existe amplia evidencia física, empírica y científica, en el mundo, que refuta tales asociaciones. 
En lo particular, Puerto Montt y Chiloé, por nombrar sólo dos generalidades irrefutables de la desastrosa expansión de la salmonicultura en Chile, cuyo despliegue cada vez más al sur del mundo se debería no a su éxito sino a su rotundo fracaso en controlar el impacto ambiental que intoxica a tal punto las aguas y sus respectivos lechos que ni siquiera los mismos cultivos que los originan son viables, es decir, no pueden vivir allí, donde antes de su instalación existieron complejos ecosistemas.
EVIDENCIA CIENTÍFICA
Argumentos presentes en el informe Estado de la Salmonicultura Intensiva en la Región de Magallanes, de Héctor Kol, Programa Marino, Codeff, enero de 2018:
“En efecto, el crecimiento de la industria salmonera en Chile depende actualmente de su expansión geográfica hacia Magallanes. Las ictiopatologías virales, bacterianas y parasitarias, que la propia industria llevó a las regiones de Los Lagos y Aysén han generado una situación de colapso sanitario y ambiental con altos costos para la industria, obligándola a buscar nuevos ambientes sanos donde operar”, documento elaborado para la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente –AIDA- con el apoyo de la Fundación Waitt.
Las ictiopatologías virales, bacterianas y parasitarias, estarían asociadas a un incremento excesivo y descontrolado de nutrientes en el agua producto del alimento que se les suministra a los salmones, derivadas también de las altas tasas de descomposición de cadáveres de salmónidos, introducción de antibióticos, factores que aunados contribuyen a la proliferación, por ejemplo, de marea roja. “La descarga excesiva de desechos nitrogenados al medio marino se relaciona también con la proliferación de algas tóxicas, particularmente de la denominada Alexandrium Catenella. Lo anterior significa que podría existir un vínculo entre la intensificación de las mareas rojas y la mayor disponibilidad de nitrógeno en la columna de agua, consecuencia de la actividad salmonera”, Avila, Marcela, et al. Efecto de factores abióticos en el crecimiento vegetativo de Alexandrium catenella proveniente de quistes en laboratorio. P. 183. Revista de Biología Marina y Oceanografía Vol. 50, S1: 177-185, abril 2015.
La eutrofización orgánica es el proceso de contaminación más importante de las aguas, provocado por el exceso de nutrientes en el agua, principalmente nitrógeno y fósforo, procedentes mayoritariamente de la actividad del hombre, provocando que las plantas y otros organismos crezcan en tal abundancia que, durante su crecimiento y putrefacción, consumen gran cantidad del oxígeno disuelto y aportan materia orgánica como fango en exceso, afectando la calidad de las aguas. A lo que se suman pérdidas económicas en áreas como el turismo y la pesca, entre otras.
CONTRALORÍA CONFIRMÓ AUSENCIA DE OXÍGENO
La abultada evidencia sobre el impacto de la salmonicultura en Chile alarmó a los habitantes de Puerto Williams, preocupación también manifestada por la Contraloría General de la República en septiembre de 2016 en que emitió los informes de dos auditorías hechas a los servicios estatales encargados de regular y fiscalizar las actividades acuícolas. La auditoría a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura –Subpesca– evidenció que, entre 2013 y 2015, 53% de los centros que operaban en la región de Magallanes habían reportado la generación de condiciones anaeróbicas, lo que implica insuficiencia de oxígeno para soportar vida marina. En tanto, el informe de la auditoría al Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura –Sernapesca– corroboró los resultados anteriores y señaló explícitamente que dicha entidad no ha ejercido la correcta vigilancia y fiscalización de las concesiones acuícolas”.
La condición anaeróbica, indica “ausencia de oxígeno en el agua (…) según de acuerdo al Reglamento Ambiental para la Acuicultura (RAMA). El mismo reglamento indica que “se entenderá que se supera la capacidad de un cuerpo de agua cuando el área de sedimentación o la columna de agua, según corresponda, presente condiciones anaeróbicas”, Armada de Chile. Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante. “Reglamento Ambiental para la Acuicultura”. Art. 2 h). 23 y 3. 23 de mayo de 2016.
Sin embargo, el mencionado colapso sanitario ambiental no sólo no incomoda a las autoridades responsables de velar por los intereses de todos los chilenos y extranjeros residentes, sino que el Estado no ha implementado ninguna modificación legal que restrinja o impida este tipo de proyectos. “En rigor, ni el Estado chileno ni la industria han desarrollado nuevas regulaciones o prácticas para prevenir que las consecuencias ambientales negativas ya registradas en las regiones de Los Lagos y Aysén, ocurran también en Magallanes. Existe (…) una ausencia total de estudios de “capacidad de carga” en todos los sitios intervenidos por la salmonicultura. Implica que no se conoce la capacidad de estos sitios para descomponer, reciclar, absorber o dispersar las enormes cantidades de desechos orgánicos y químicos que la salmonicultura intensiva produce. Además, las concesiones acuícolas son entregadas por el Estado en unidades de superficie, impidiendo un control efectivo de las densidades de cultivo (unidades de biomasa por unidad de volumen). Todo lo anterior da lugar a descargas al ambiente que pueden ser excesivas para un espacio determinado, y al hacinamiento de peces, que facilita a su vez la transmisión de enfermedades. Tampoco hay límites para el uso de antibióticos en el control de enfermedades de peces. Los controles existentes al respecto revisan la presencia de residuos de antibióticos solo en el producto final (pescado comercializable), pero no en el medio acuático intervenido por la actividad. Para cumplir con la ley, basta que las empresas reporten la cantidad de antibióticos usada a los servicios públicos estatales”, Héctor Kol, Estado de la Salmonicultura Intensiva en la Región de Magallanes.
CIUDADANOS CONTRA UN REINO
Pero la lucha de los habitantes de Puerto Williams no será ni fácil, ni concisa, las empresas pesqueras Cabo Pilar y Nova Austral son apenas los dedos extendidos de un holding internacional tras el cual estarían Altor Found III (Noruega) y Bain Capital (Estados Unidos).
Coincidentemente, el rey Harald V y la reina Sonia de Noruega realizarán una visita de Estado a Chile que se extenderá a Puerto Williams, respondiendo a una invitación d el Presidente de la República Sebastián Piñera, en el marco de la celebración de los 100 años de relaciones diplomáticas entre ambos países; se llevará a cabo entre los días 26 y 31 de marzo, según informó el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Roberto Ampuero.
En la actualidad, las producciones de salmones de Noruega y Chile representan el 70% de la oferta mundial. Las empresas salmoneras y el sector financiero noruego juegan un papel central en las inversiones, producciones y actual expansión de esta industria en áreas costeras en Chile (fuente Radiodelmar.cl). En marzo de 2018, los reyes nórdicos visitaron al presidente argentino Mauricio Macri en la Casa Rosada, siendo el fruto de ese encuentro la firma con Noruega de un convenio de cooperación para el desarrollo del cultivo industrial de salmones en el canal Beagle y el litoral de Santa Cruz, Patagonia argentina.

Leer en: https://www.elciudadano.cl/general/salmonicultura-en-chile-una-industria-descontrolada/03/09/#ixzz5hmCr1ZNt
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Camanchaca S.A. deberá pagar más de $48 millones por contaminar lago Llanquihue

La multa fue confirmada por la Corte Suprema. En junio de 2016, Sernapesca y la Armada detectaron elementos derivados de la actividad acuícola bajo los módulos de cultivo de la empresa.
Luego de dos años de proceso judicial, la Corte Suprema confirmó el 4 de marzo una sentencia en contra de Camanchaca S.A., empresa que deberá pagar una multa de 1.000 UTM por contaminar el lago Llanquihue con residuos derivados de la actividad acuícola.
Fue en agosto del año 2016 cuando el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) de la región de Los Lagos y personal de la Capitanía de Puerto realizaron una fiscalización en el lago Llanquihue. Mediante un robot subacuático, los fiscalizadores pudieron constatar la presencia de elementos contaminantes bajo los módulos de cultivo de Camanchaca S.A.
Entre los objetos observados se encontraron contrapesos de cemento, neumáticos, mallas, bidones plásticos, cañerías plásticas e incluso una chaqueta para agua color naranja.
Elementos encontrados durante fiscalización de Sernapesca

A partir del hallazgo, Sernapesca Los Lagos presentó una denuncia al Juzgado de Letras de Puerto Varas, por vertimiento de residuos sólidos y no mantención de limpieza del área concesionada, obligación que impone el artículo 49 de la Ley General de Pesca y Acuicultura: “La mantención de la limpieza y del equilibrio ecológico de la zona concedida, cuya alteración tenga como causa la actividad acuícola será de responsabilidad del concesionario, de conformidad con los reglamentos que se dicten”.
En junio de 2018, el Juzgado de Letras de Puerto Varas dictó sentencia condenatoria de 1000 UTM ($48.353.000) para Camanchaca S.A., por incumplimiento de su obligación. También aplicó una sanción de 100 UTM ($4.835.300) para Álvaro Poblete, gerente y representante legal de la empresa.
La sentencia de primera instancia fue confirmada por la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, sin embargo, la empresa presidida por Jorge Fernández apeló al fallo y solicitó su anulación ante el máximo tribunal, con un resultado desfavorable, según quedó establecido en la resolución del 4 de marzo.
Al respecto, la directora nacional de Sernapesca, Alicia Gallardo, llamó a los acuicultores a ser responsables con la actividad que realizan y a cumplir con la “estricta reglamentación ambiental”, que establece que “deben preocuparse de mantener la limpieza y el equilibrio ecológico bajo las áreas de cultivo, así como en las playas y áreas aledañas a ellas”.

Leer en: https://www.elciudadano.cl/chile/camanchaca-s-a-debera-pagar-mas-de-48-millones-por-contaminar-lago-llanquihue/03/07/#ixzz5hmEZIg6Q

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