España: El gran almacén para residuos radiactivos se pospone hasta el 2028

El nuevo plan de residuos radiactivos que ha preparado la empresa nacional Enresa prevé que el almacén temporal centralizado que recogerá el combustible gastado de las centrales nucleares (uranio) y los residuos de alta actividad esté operativo en el 2028. Este almacén albergará los desechos nucleares con una actividad radiactiva más prolongada y son por tanto para los que se requiere un más prolongado confinamiento. En la práctica, esto es un nuevo aplazamiento para definir la ubicación del almacén que debe acoger estos desechos radiactivos tras quedar descartado prácticamente el emplazamiento de Villar de Cañas (Cuenca).

Antonio Cerrillo

Este lugar fue seleccionado en su día por el gobierno del PP como un enclave idóneo, pero que a la postre ha resultado inadecuado, objetivos de críticas de todo tipo. Un estudio detectó graves defectos geológicos en este subsuelo. Pero no está claro tampoco que sea un único almacén. En la documentación que acompaña al borrador del nuevo plan se plantean diferentes opciones: un único emplazamiento para el almacenamiento temporal centralizado o varios almacenamientos temporal descentralizados.
Así pues durante la tramitación del plan se deberá definir si se mantiene la estrategia de una única instalación centralizada, tal como contempla el vigente plan o se opta por varios emplazamientos.
Todo esto ha sido planteado por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos Enresa), que ha presentado a la secretaría de Estado de Energía (Ministerio para la Transición Ecológica) el borrador del séptimo plan general de residuos radiactivos.
La presentación de este documento responde a la obligación de actualizar el vigente plan, aprobado en 2006, en cumplimiento de la normativa en materia de residuos radiactivos.
El borrador aún tiene que pasar por las diferentes fases de tramitación hasta su aprobación definitiva.
Villar de Cañas (Dani Duch)

El documento recoge la senda de cese de operación de las centrales nucleares que ya ha establecido el Gobierno en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y ha pactado con las empresas propietarias de las centrales nucleares (marzo de 2019)
Así, se prevé que los siete reactores actuales pararán definitivamente entre 2027 y 2035: Almaraz I, en 2027; Almaraz, II, en 2028; Asco I en 2030; Ascó II en 2032; Cofreentes, en 2030; y Vandellòs II y Trillo en 2035.
Actualmente, los elementos del combustible nuclear gastado se encuentran almacenados generalmente en las piscinas de cada reactor
Dadas las características y dimensión del parque nuclear español, el borrador del plan mantiene como estrategia de gestión del combustible gastado el almacenamiento de los residuos generados por las plantas y no su reprocesado
Actualmente, los elementos de combustible nuclear gastado se encuentran almacenados en las piscinas de cada reactor, salvo en el caso de la central de José Cabrera, que se encuentran en su totalidad almacenados en un almacén temporal en el mismo emplazamiento de la planta, y en las centrales de Trillo, Ascó y Almaraz.
En estos últimos casos, al no disponer de capacidad suficiente en sus propias piscinas, disponen de un almacén temporal en su emplazamiento.
Se dispone ya de una estimación precisa del volumen total de residuos nucleares que deben ser asumidos cuando las plantas tengan que cerrar
Por primera vez, Enresa concreta un calendario que le permite realizar una previsión de desmantelamiento total inmediato de todas las centrales, tras su cese de operación.
De esta manera, dispone ya de una estimación precisa del volumen total de residuos nucleares que deben asumir y gestionar cuando éstas tengan que cerrar.
Las labores de preparación para el desmantelamiento de cada central se iniciarán al menos tres años antes de la fecha de cese y se prevé el inicio del desmantelamiento tres años después del cese.
Las labores de preparación para el desmantelamiento de cada central se iniciarán al menos tres años antes de la fecha de cese
En estos seis años se llevarán a cabo, pues, las actividades de vaciado de las piscinas de combustible gastado, las tareas preparatorias del desmantelamiento y la obtención de la autorización de desmantelamiento. Posteriormente, se estima un plazo de diez años para la ejecución material del desmantelamiento.
Pero aun faltará encontrar el “cementerio” definitivo para los residuos más peligrosos.
Tras el almacenamiento temporal, el borrador del séptimo programa prevé la opción del crear un almacenamiento geológico profundo como estrategia para confinar de manera definitiva el combustible gastado de las centrales nucleares (barras de uranio) y de los residuos de alta actividad. Se considera que esta es la alternativa más segura.
En cuanto al “cementerio” o almacén definitivo la previsión es que pudiera estar operativo en 2073
Sin embargo, esto comportará tener encontrar una ubicación con terrenos muy especiales. Y, en cualquier caso, la previsión es que pudiera estar operativo en 2073.
Esta solución es la que concita mayor acuerdo internacional, tal como se señala la Directiva Euratom de 2011, en la que se establece un marco comunitario para la gestión y segura del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos.
Y también hay una solución para los desechos con una radiactividad de menor duración.
El borrador del plan propone que la gestión de los residuos de muy baja, baja y media actividad siga desarrollándose en el centro de almacenamiento de El Cabril (Hornachuelos, Córdoba).Este grupo engloba los desechos procedentes de la operación y del desmantelamiento de centrales nucleares, así como los producidos en hospitales, laboratorios e industrias.
Los desechos de baja actividad seguirán yendo a El Cabril (Córdoba)
En este punto, el documento constata que El Cabril tiene capacidad autorizada suficientes para acoger los residuos que se generen en el futuro.
No obstante, para el caso de los residuos radiactivos de baja y media actividad, se apunta que serán necesarias nuevas celdas de almacenamiento.
Desde la creación de Enresa se han elaborado seis planes generales de residuos radiactivos. El que ahora está vigente fue aprobado por el Consejo de Ministros en 2006 y existía la obligación de revisarlo en cumplimiento de la seguridad nuclear.
Tras su presentación, el borrador de este séptimo plan se someterá a evaluación ambiental estratégica, según prevé la ley.
El Ministerio para la Transición Ecológica, del que depende Enresa, ha garantizado una tramitación transparente.
Varios manifestantes sostienen en Barcelona una pancarta en contra de las centrales nucleares y a favor el abandono del almacén de residuos nucleares radiactivos (Xavier Gómez)

Se fomentará la “participación pública” y se garantizara el acceso a la información y la evaluación ambiental.
El plan general de residuos radiactivos será aprobado finalmente por el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, previo informe del Consejo de Seguridad Nuclear y oídas las comunidades autónomas en materia de ordenación del territorio y medio ambiente.
Del plan aprobado se dará cuenta posteriormente a las Cortes Generales.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/20200317/474206686300/almacen-nuclear-ennresa-villar-de-canas.html - Imagen de portada: La torre de la central nuclear de Ascó (ACN / Archivo / Jordi Marsal / ACN / Archivo / Jordi Marsal)

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