El calentamiento global 'devora' la criosfera de España: hay un 75% menos de nieve que la media de la última década
A mediado el mes de enero, la superficie con nieve en España es un tercio respecto a la del año pasado. Suma algo más de 5.400 km2 cuando en el mismo momento de 2024 llegaba a más de 15.000. Y un año antes superaban los 16.000 km2. Al mismo tiempo, el volumen de nieve acumulada en los sistemas montañosos españoles alcanza algo más de 340 hectómetros cúbicos, un 75% menos que la media de los últimos diez años a estas alturas del año.
Por: Raúl Rejón.
El calentamiento global está fundiendo la España –antes– helada. Ya sea la nieve en las cumbres o el hielo de los glaciares, la subida de la temperatura global por el efecto invernadero de los gases inyectados a la atmósfera se come la criosfera. Y a la vista de los datos, a grandes bocados.
De los 15 puntos de control que el Ministerio de Transición Ecológica tiene en la cordillera de los Pirineos, uno está en nivel muy bajo de nieve, tres en bajo y el resto en el “mínimo en cinco años”, según el Informe de Evolución de Reservas de Nieve. Análisis parecidos se reproducen en el Sistema Central, Sierra Nevada y la Cordillera Cantábrica.
Los copos que han caído estos días apenas modifican la situación. “La cota de nieve está altísima. Va haber lluvia hasta los 2.000 metros”, explica investigador del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC Nacho López Moreno. La borrasca que ha traído las precipitaciones llegaba con vientos sureños que suben la temperatura. Y ese es “uno de los problemas que tenemos en los Pirineos, que estamos muy al límite y la subida de un grado se deja notar mucho más que en, por ejemplo, Las Rocosas. Aquí ese grado hace que podamos pasar de 0ºC a 1ºC. Es una cordillera muy sensible al calentamiento global”.
La temperatura media en España ha subido 1,5ºC aproximadamente desde 1961. En la cordillera más alta, Los Pirineos, esa temperatura media comenzó a elevarse solo desde 1980, pero ya ha superado los 1,2ºC. Desde mediados de siglo XX, el manto de nieve no ha parado de disminuir. Y así en todas las cumbres.
En España, “nieva menos y la nieve dura menos” explica López Moreno. “La fecha de fusión del manto de nieve es cada vez más temprana y las primeras grandes nevadas llegan más tarde”. Si hacia 1950 la fusión del manto se situaba entre mediados de mayo y mediados de junio, ahora se mueve entre abril e inicios de mayo.
La criosfera aúna todas la aguas en estado sólido y el terreno congelado. Eso incluye a los glaciares que se han convertido en uno de los chivatos más elocuentes de cómo se está recalentando el planeta en general y España en particular. En los Pirineos quedan los glaciares más meridionales de Europa. “Son muy sensibles a las condiciones ambientales” porque están en la “frontera” del clima, como describe el Grupo de Investigación de la Criosfera en los Pirineos (Cryopyr) del CSIC.
“Están desapareciendo rápidamente”, sentencia el análisis realizado por el Instituto Pirenaico de Ecología sobre el estado de los glaciares tras “las pérdidas masivas de 2022 y 2023”. En 1980 había 39 glaciares, ahora quedan 15, pero es que en 2020 se contaban 23 que sumaban 238 hectáreas. En 2022 el cómputo llegó a 18 y 172 hectáreas. El último recuento apenas supera las 140.
En 2024, el ritmo de descenso se ha suavizado, según los trabajos del grupo. La investigación destaca la relación entre nieve y hielo al subrayar que “las notables acumulaciones de nieve que se produjeron a finales del invierno y en primavera de 2024 han contribuido a que haya sido un año sin un fuerte declive”. Al mismo tiempo, las zonas de glaciares donde no nevó, perdieron más volumen.
Agricultura, ecosistemas, energía...
López Moreno considera que “no se le está dando la importancia que tiene a la nieve”. Y de la nieve “dependen muchos otros procesos. Condiciona todo lo que pasa en la montaña”, advierte. E incluso más allá de la mera montaña. El manto influye en la agricultura, en la generación hidroeléctrica, en los ecosistemas o en las infraestructuras. Sin embargo, la propia palabra criosfera no aparece en el diccionario de la Real Academia –a pesar de que estos científicos se lo han solicitado–.
Por un lado, la nieve “protege los ecosistemas porque, al ser aire y agua, hace las veces de una chaqueta que aísla el suelo, que impide que se congele” cuenta López. Y luego, al fundirse, aporta el agua que necesita la vegetación y la dirige a los ríos. “La reserva de agua en forma de nieve se funde en primavera y va a parar a los embalses en la época de mayor demanda de la agricultura” –para el regadío–.
Y también está el turismo, claro. Los que más sufren el calentamiento global provocado por los humanos son los enclaves dedicados al esquí. Entre 1960 y 2010 el número de días al año con un grosor de la capa de nieve inferior a 30 cm ha aumentado notablemente en todas las estaciones de esquí y a todas las cotas, analiza el IPE. “Y han disminuido los días esquiables”. Ese grosor es el que se considera que permite esquiar con normalidad.
También, atestigua el análisis de los científicos “se ha ido retrasando progresivamente la fecha de inicio de la temporada de esquí [con nieve natural], ”con retrasos de entre 5 y 55 días en las estaciones a baja cota y entre 5 y 30 días en las estaciones a cotas medias“. Por el otro lado, a temperaturas más suaves más tiempo, el Instituto indica que puede incrementarse el turismo, no de esquí, sino de montaña. Y de ahí surgen problemas como la saturación que en zonas sensibles como el Parque Nacional de Ordesa y otras áreas montañosas.
Con todo, la nieve es un fenómeno “irregular” y dentro de tres semanas pueden producirse unas precipitaciones que mejoren los datos de los informes al final, pero la tendencia consolidada en el largo plazo está ahí. “Frío seguiremos teniendo y entrarán picos gélidos y nieve, pero tanto la sociedad como los ecosistemas estamos cada vez menos preparados para eso”, advierte Nacho López Moreno. “Se pierde la costumbre del frío y la adaptación –avisa– así que seremos más vulnerables”.
Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/calentamiento-global-devora-criosfera-espana-hay-75-nieve-media-ultima-decada_1_11985170.html - Imagen de portada: Vista del pico de Guarramillas (2.265 m) y el Montón de Trigo (2.161 m) en la sierra de Guadarrama –Sistema Central– el pasado 19 de enero de 2025. D. S. C.