Empresas fósiles de California evitan pagar miles de millones de dólares en impuestos que podrían contribuir a combatir los incendios
Los incendios que consumen el condado de Los Ángeles –y que ya dejan al menos 24 personas fallecidas– no son los primeros que ha padecido el estado, pero ya figuran entre los más destructivos de su historia. La virulencia de los fuegos está suponiendo un gran desafío para el cuerpo de bomberos, que recientemente ha sufrido recortes en su presupuesto. Tanto es así, que en esta ocasión ha tenido que contar con personas encarceladas que han sido formadas en la extinción de incendios.
El estado de California cerró 2024 con un déficit presupuestario de 46.000 millones de dólares y 16.000 millones en recortes de gastos, incluidos 9.000 millones en programas climáticos y de aire limpio. La situación podría cambiar si se pusiera fin a una laguna jurídica que está beneficiando a la industria fósil.
Según un informe publicado este miércoles por el think tank The Climate Center, California podría ingresar entre 75 y 146 millones de dólares al año para hacer frente a incendios como los que están ocurriendo, si se elimina el llamado «Water’s Edge», la política fiscal que permite a las empresas multinacionales pagar impuestos estatales solo por los ingresos que generan en Estados Unidos, excluyendo las ganancias obtenidas en otros países.
Según el análisis, esta «maniobra de elusión fiscal» ha dado lugar a «una contabilidad creativa y a paraísos fiscales en el extranjero que han costado a California más de 4.300 millones de dólares en ingresos por impuestos de sociedades».
Esta política también está afectando, según The Climate Center, a las empresas pequeñas y locales. «Dado que las empresas locales no tienen cuentas en el extranjero en las que puedan esconder sus ganancias, el Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas ha llegado a la conclusión de que, con el statu quo del Water’s Edge, soportan una carga fiscal mayor que las multinacionales».
La influencia de las petroleras en la creación del Water’s Edge
La industria petrolera y gasística no solo se estaría aprovechando de esta ingeniería fiscal: según el estudio del think tank, también habría tenido mucho que ver en la creación de la política del Water’s Edge.
«Inicialmente, en las décadas de 1970 y 1980, los intentos de las grandes petroleras y gasistas mundiales por aprobar políticas de Water’s Edge en California fracasaron año tras año. La mayoría de los líderes y defensores del estado vieron las propuestas como lo que eran: enormes regalos a las empresas a expensas de los contribuyentes y de las prestaciones sociales vitales», relata el informe.
Tras años de intentos, estas compañías encontraron apoyo en la administración del presidente Reagan y un aliado en el senador republicano Pete Wilson, que años más tarde se convertiría en gobernador del estado de California. Los dirigentes de la petrolera Exxon se unieron en 1984 a un grupo de trabajo supervisado por el Departamento del Tesoro de Reagan e ideado para anular una sentencia del año anterior en el caso Container Corp. vs. Franchise Tax Board. Container Corp., en ese momento, era una filial de Mobil Oil, hoy integrada en ExxonMobil.
Por su parte, Shell financió varios grupos con la intención de deshacer la ley fiscal «unitaria» de California con el objetivo de aplicar en su lugar un Water’s Edge. Asimismo, Exxon financió un grupo de interés a favor del Water’s Edge fundado «por la misma empresa que la industria petrolera sigue utilizando hoy en California para ejercer presión y crear grupos de fachada, Nielsen Merksamer». Finalmente, la legislación Water’s Edge fue promulgada en California en 1986 y se ha expandido desde entonces a otros estados del país.
La difícil relación de las compañías fósiles y California
A pesar de los privilegios de los que goza la industria fósil en California, la relación de estas compañías con el estado es un tanto enrevesada. ExxonMobil vuelve a aparecer en este culebrón, esta vez como demandante contra el fiscal general de California, Rob Bonta, y varios grupos ecologistas por difamar y menospreciar sus «avanzadas» iniciativas en el reciclado de plásticos.
En una demanda presentada el pasado lunes, el gigante petrolero alude a las críticas a sus acciones de reciclado químico, un controvertido proceso que utiliza el calor para descomponer a nivel molecular los plásticos difíciles de reciclar y así poder reutilizarlos.
Por otro lado, la empresa acusa a Bonta de actuar junto con un bufete de abogados llamado Cotchett, Pitre & McCarthy, LLP. Al parecer, este bufete tendría vínculos con la IEJF, una organización australiana sin ánimo de lucro controlada por la empresa Minderoo Foundation, del multimillonario grupo minero Fortescue. Este último se dedicada a la extracción de metales y es competidor de ExxonMobil en el sector de las soluciones con bajas emisiones de carbono y de la transición energética.
Cotchett reclutó a grupos ecologistas estadounidenses como demandantes contra Exxon, y contribuyó a la campaña política de Bonta, según la petrolera estadounidense. La IEJF niega que la organización sea «filial, propiedad o que está controlada por la Fundación Minderoo o por Fortescue Metals Group». Por su parte, la Fundación Minderoo afirma que la demanda de Exxon se refiere a su relación con la IEJF «incorrectamente», según recoge el medio Grist.
La nueva acción judicial de la petrolera es una respuesta a dos denuncias presentadas tanto por Bonta como por los grupos ecologistas Baykeeper, Heal the Bay, Sierra Club y Surfrider Foundation el pasado mes de septiembre. En ellas, los demandantes alegaban que ExxonMobil había participado en una «campaña de engaño de décadas de duración que causó y agravó la crisis mundial de contaminación por plásticos».
Fuente: https://climatica.coop/empresas-fosiles-california-impuestos-incendios/ - Imagen de portada: Agentes de bolsa ante la cotización de ExxonMobil, una de las empresas que hizo 'lobby' para reducir el pago de impuestos en California. Foto: REUTERS/Brendan McDermid