Descubren el mapa tridimensional más antiguo del mundo en una cueva del Paleolítico cerca de París
Científicos franceses han identificado un grabado singular en la cueva de Ségognole 3, situada en el famoso macizo arenisco al sur de París. Este grabado, que data del Paleolítico Superior, podría ser el mapa tridimensional más antiguo jamás encontrado: La investigación, publicada en el Oxford Journal of Archaeology, revela cómo los cazadores-recolectores de hace más de 20.000 años moldearon y adaptaron el entorno de la cueva para representar el flujo del agua y, potencialmente, el paisaje que los rodeaba.
por Guillermo Carvajal
El sitio de Ségognole 3, en Noisy-sur-École, es único por combinar arte rupestre figurativo con intervenciones arquitectónicas sobre la piedra. Estas alteraciones no solo tenían una finalidad práctica al controlar la infiltración de agua, sino que también podrían haber servido para fines simbólicos o rituales.
La hipótesis más cautivadora es que el conjunto de grabados en el suelo de la cueva constituye una representación miniaturizada del paisaje circundante, una suerte de “modelo a escala” de los recursos hidrológicos y geomorfológicos de la región.
La investigación, liderada por Médard Thiry y Anthony Milnes, describe cómo el refugio fue modificado cuidadosamente por manos humanas para manipular el flujo de agua a través de una serie de canales, cuencas y depresiones. Estas características, combinadas con grabados complejos, evocan una representación del sistema hidrográfico del área, incluyendo ríos, deltas y colinas.La cueva no solo albergaba representaciones figurativas de animales, como caballos estilísticamente similares a los de Lascaux, sino que integraba un diseño geométrico funcional. Por ejemplo, una fractura natural fue ampliada para guiar el agua hacia una rendija en forma de vulva, mientras que otras depresiones en el suelo funcionaban como cuencas que drenaban el agua hacia patrones grabados en el suelo, imitando cursos de ríos.
El descubrimiento en Ségognole 3 no solo sorprende por su singularidad, sino también por su implicación en el entendimiento de las habilidades cognitivas y la organización social de los humanos prehistóricos. Según los autores, los grabados del refugio podrían considerarse el primer mapa tridimensional conocido de un territorio, marcando una diferencia con otras representaciones de la época que eran bidimensionales y portátiles.
La cueva se encuentra estratégicamente situada sobre el valle del río École, un área donde los antiguos cazadores-recolectores se asentaron aprovechando los recursos naturales. Desde el punto de vista del paisaje, el valle ofrecía abundantes oportunidades para la caza, con rutas de migración de grandes herbívoros que cruzaban el río en puntos específicos. Este contexto hace plausible la hipótesis de que el modelo grabado en la cueva pudo haber servido para planificar estrategias de caza o incluso para enseñar a nuevos miembros de la comunidad sobre los recursos clave del entorno.
Una de las características más fascinantes del grabado de Ségognole es su interacción activa con el agua. Durante lluvias, el agua fluye a través de los canales y cuencas, “animando” el modelo y mostrando cómo los ríos y afluentes podrían haber funcionado en el paisaje real. Este elemento dinámico refuerza la idea de que los grabados no eran meramente decorativos, sino herramientas funcionales y educativas, posiblemente imbuidas de significado cultural y espiritual.
Además, el diseño refleja un conocimiento avanzado del entorno natural y una capacidad abstracta para representar relaciones espaciales y funcionales. En este sentido, el mapa tridimensional de Ségognole 3 destaca como un testimonio de las complejidades cognitivas y simbólicas de las comunidades del Paleolítico Superior.
El descubrimiento de Ségognole 3 se suma a un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que los cazadores-recolectores del Paleolítico no solo eran expertos en la caza y recolección, sino que también poseían una profunda comprensión del entorno y la habilidad de representarlo de formas abstractas y funcionales. Otros ejemplos similares, aunque menos sofisticados, incluyen grabados en Ucrania y la Península Ibérica que representan elementos del paisaje en formas rudimentarias.
Sin embargo, el modelo de Ségognole destaca por su integración tridimensional y su posible uso práctico, combinando características naturales del refugio con modificaciones humanas para crear un sistema funcional y simbólico único.
FUENTES: Thiry, M., and Milnes, A. (2024) Palaeolithic map engraved for staging water flows in a Paris basin shelter. Oxford Journal of Archaeology, doi.org/10.1111/ojoa.12316
Publicado en: https://www.labrujulaverde.com/2025/01/descubren-el-mapa-tridimensional-mas-antiguo-del-mundo-en-una-cueva-del-paleolitico-cerca-de-paris - Imagen de portada: Vista del mapa tridimensional en el suelo de la cueva. Crédito: Pascal Crapet, Fontainebleau / cortesía de Médard Thiry para labrujulaverde.com