Tarifas de itinerancia: Huracán de fuego
«La crisis climática revela que nuestra civilización nunca se ha organizado realmente en torno a la ciencia, contrariamente a la narrativa habitual de la Ilustración. Está organizada en torno al capital. La ciencia se adopta cuando sirve a los intereses del capital y a menudo se ignora cuando no es así».- Jason Hickle: No hay nada tan terrorífico como una pesadilla que acaba por cobrar vida. Los vientos de Santa Ana llevan décadas atormentando los sueños de los angelinos del sur. Como los chinooks de las Montañas Rocosas y los mistrales del valle del Ródano, estos vientos juegan con la mente. Te dicen que vienen a por ti. Susurran los peligros que traen consigo. Van Gogh creía que el mistral inflamaba su locura. Otro tipo de locura parece infligirle a Los Ángeles la locura del consumo sin límites.
Jeffrey St. Clair
Algunos escuchan las advertencias del viento. Otros no. Los que escuchan se vuelven locos por los que no lo hacen. En los chaparrales del sur de California, la advertencia de las Santa Anas siempre ha sido: fuego. Incendios que corren ladera abajo y por los cañones, más rápido de lo que puede conducirse cualquier Tesla. Incendios que saltan carreteras, autopistas, centros comerciales. Incendios que cabalgan sobre el viento.
No se trata de algo nuevo. Los vientos de Santa Ana vienen con el territorio, que son las cuencas desérticas detrás de las montañas y cañones costeros. Son vientos catabáticos que se precipitan cuesta abajo, secos y feroces, a través de los pasos de Cajón, San Gorgonio y Soledad. Los crea la geografía. El cambio climático y una rapaz industria inmobiliaria que ha hecho oídos sordos a su mensaje los han convertido en asesinos.
Históricamente, las Santa Anas (reflexionen sobre la resonancia de ese nombre en nuestra época de xenofobia masiva) son vientos de otoño, vientos cálidos que arrastran el polvo del Mojave. Ahora, las Santa Anas pueden estallar en cualquier época del año. Así es el cambio climático. Sin embargo, una amenaza que es omnipresente parece de alguna manera menos ominosa, por lo que es más probable que te pille desprevenido.
Aun así, a Los Ángeles no le pilló esto del todo por sorpresa esta semana. Tuvieron dos días para prepararse. Las Santa Anas crean por sí solas las condiciones para que se produzcan incendios catastróficos. Son fenómenos meteorológicos que provocan incendios y secan paisajes ya resecos, reduciendo la humedad y aumentando la temperatura a medida que soplan.
El 13 de noviembre, vientos de Santa Ana de 80 kilómetros por hora convirtieron una hoguera encendida por estudiantes universitarios en un infierno que se extendió por barrios de Montecito y Santa Bárbara. El Tea Fire ardió durante tres días y destruyó 210 casas. El entonces gobernador Arnold Schwarzenegger describió el paisaje carbonizado como algo «parecido al infierno».
Al día siguiente, los vientos, que seguían rugiendo y alcanzaban los 130 km/h, avivaron un incendio en el valle de Santa Clarita que arrasó la ciudad de Sylmar. El incendio de Sayre ardió durante una semana y destruyó más de 600 edificios, entre ellos 480 casas móviles.
No sabemos cómo se originaron los incendios de esta semana: cigarrillos, hogueras, chispas de camiones, cables eléctricos caídos o incendios provocados. Pero las colinas de Hollywood, Santa Mónica y las montañas de San Gabriel ya estaban preparadas para arder. El chaparral nace con el fuego y prospera en él. En su estado natural, los paisajes de chaparral del sur de California sufren incendios de baja intensidad una vez cada 20 o 50 años.
Tras un par de años relativamente húmedos, la costa del sur de California ha vuelto a la sequía. Lleva ocho meses sin precipitaciones apreciables. El cambio climático ha hecho que el sur de California sea más seco, aumentando la frecuencia e intensidad del régimen natural de incendios de la región. Ni siquiera los hidrantes que funcionan a pleno rendimiento podrán reemplazar la cantidad de humedad que el cambio climático le ha robado al ecosistema.
Se habla de la interfaz «urbano-silvestre». En el sur de California, esa interfaz se está viendo asediada sin tregua a medida que ascienden inexorablemente por laderas y cañones nuevas casas de lujo, condominios y edificios de «uso mixto», sin inmutarse por la accidentada geografía, las fallas o la inflamabilidad. Los límites entre lo natural y lo fabricado se han hecho añicos, tanto en el suelo como en la atmósfera. Las zonas de amortiguación han desaparecido y ahora nada se interpone entre nosotros y el viento.
Sí, se nos advirtió. Pero no hay banderas rojas que te preparen para lo que se avecina; ninguna preparación a estas alturas puede salvarte de los vientos de 160 kilómetros por hora de un huracán de fuego.
Hasta los palacios arden.
Y ADEMÁS:
+ No hace falta estar muy versado en The Ecology of Fear, de Mike Davis para entender que la gente que siempre paga el precio más alto por este tipo de cataclismos en el sur de California -incluso en códigos postales de élite como Pac Palisades- no son los magnates de Hollywood o los fondos de cobertura, sino los trabajadores pobres de Los Ángeles, en su mayoría morenos y negros...
+ Afropunk ha creado una lista de familias negras desplazadas por los incendios en Los Ángeles y cómo pueden hacerse donaciones para ayudarles a rehacer su vida...
+ En 2019, Eric Garcetti, entonces alcalde de Los Ángeles, le dijo a David Wallace-Wells: «No hay una cifra de helicópteros o de camiones que se puedan comprar, ni una cifra de bomberos disponibles, ni una volumen de maleza que se pueda limpiar que vaya a detener esto. Lo único que detendrá esto será el momento en que la Tierra, probablemente mucho después de que hayamos desaparecido, se relaje tendiendo a un estado meteorológico más predecible.»
+ Una estimación inicial de AccuWeather Inc. sitúa el coste total de los incendios de Los Ángeles entre 52.000 y 57.000 millones de dólares, lo que los convierte en los incendios más caros de la historia.
+ En julio, State Farm, una de las mayores aseguradoras de California, canceló 1.600 pólizas de propietarios de viviendas en Pacific Palisades. Un año antes, la misma aseguradora había cancelado más de 2.000 pólizas en los barrios cercanos de Brentwood, Calabasas, Hidden Hills y Monte Nido, todos ellos destruidos por devastadores incendios forestales. Pero las grandes aseguradoras que han cancelado pólizas para propietarios de viviendas y empresas en estados vulnerables al clima continúan asegurando las industrias de combustibles fósiles que hacen imposible asegurar los hogares de la gente.
+ Desde el año 2000 se han declarado 19 de los 20 mayores incendios de la historia de California...
+ El historiador medioambiental Stephen J. Pyne, autor de Fire in America: «Si seguimos librando una guerra contra el fuego, van a ocurrir tres cosas. Nos vamos a gastar mucho dinero, vamos a tener muchas bajas y vamos a perder».
+ Mike Davis: «La pérdida de más del 90% de la zona de amortiguación agrícola del sur de California es la razón principal, aunque rara vez mencionada, por la que los incendios forestales incineran cada vez más esas franjas tan espectaculares de inmuebles de lujo».
+ Cabe señalar que una de las razones por las que a California le gusta mantener sus cárceles lo más llenas posible es que los reclusos constituyen alrededor del 30% del cuerpo de bomberos del estado. Por arriesgar sus vidas en la línea de fuego, a los presos se les paga entre 16 y 74 céntimos la hora (con un máximo de 5,80 a 10,24 dólares al día) y se les recompensa con un bocadillo de mortadela y una manzana para comer en el trabajo.
+ Cuando hay un tiroteo masivo, la respuesta de MAGA es «pensamientos y oraciones». Cuando hay un cataclismo climático, la respuesta es: «Perfora, nene, perfora, aplana, nene, aplana, y tala, nene, tala».
+ Los incendios de Los Ángeles se utilizarán como el incendio del Reichstag de Trump en contra de las regulaciones ambientales.
+ Está (Trump) equivocado de un modo delirante en todo en este mensaje [sobre los incendios y en cintra de Newsom] salvo en la incompetencia de Gavin Newsom, pretencioso sirviente de los sectores inmobiliario y energético.
+ Norman Maclean, Young Men and Fire: «En esta historia del mundo exterior y el mundo interior con un incendio de por medio, el mundo exterior de pequeñas meteduras de pata retrocede ahora durante unas horas para ser tomado por el mundo interior de las meteduras de pata, esta vez por una metedura de pata colosal pero formada por pequeñas meteduras de pata que encajaban cada vez más estrechamente hasta que todas se convirtieron en una misma cosa: la fatídica metedura de pata».
+ El viernes por la noche, el incendio de Palisades había avanzado desde la Villa Getty (en la costa) hasta el Centro Getty (en las montañas de Santa Mónica), por encima de Brentwood. ¿Se dirigirá también hacia el Museo Hammer (Oxy Petroleum)?
+ Hay fotos de una madre puma y sus cachorros huyendo del incendio de Palisades por el Bulevar del Cañón Topanga...
Counterpunch, 10 de enero de 2025 - Jeffrey St. Clair es director de la contestataria revista electrónica CounterPunch. Su último libro es “Orgy of Thieves: Neoliberalism and Its Discontents” [“Orgía de ladrones: El neoliberalismo y sus descontentos”].
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Patagonia argentina:Incendio forestal en P.N. Nahuel Huapi / Los Manzanos. Fuertes vientos incrementan las llamas y dificultan la tarea de los brigadistas
El último parte difundido reveló que ráfagas de hasta 50 kilómetros por hora complican la situación, ya que no pueden operar los aviones y los brigadistas debieron replegarse.
El incendio forestal que desde hace casi tres semanas afecta a Los Manzanos, en el Parque Nacional Nahuel Huapi, continúa activo. En las últimas horas, los fuertes vientos que se registran en la zona complican el trabajo de los brigadistas.
De acuerdo al último parte difundido por el Comité de Emergencia (COE), coordinado por el Parque Nacional Nahuel Huapi y la Dirección de Lucha Contra Incendios Forestales y Emergencias, el ingreso de un frente frío con fuertes vientos y ráfagas superiores a los 50 kilómetros por hora provocó un "incremento en el comportamiento del fuego previsto", que generó grandes columnas de humo en dos zonas: en el Cerro Colorado y en un sector del Cerro Bastión en áreas verdes no quemadas en el incendio anterior.
"El humo se dirige hacia el Lago Steffen y El Manso, y puede ser visible desde varios puntos lejanos", señaló la información difundida el domingo por la tarde.
Por otra parte, desde el Parque Nacional Nahuel Huapi informaron este viernes que -de acuerdo a los sorevuelos realizados en la zona- se estima que el fuego ya afectó más de 3.500 hectáreas.