Estados Unidos traslada su 'fracking' a México a medida que se agotan sus pozos


RT

La reciente reforma energética aprobada en México bajo presión exterior abrió el mercado a las petroleras de Estados Unidos Para las empresas estadounidenses las perspectivas de lucro pesan más que los posibles daños ambientales.

La aprobación a finales de 2013 de una reforma energética a una rapidez nunca vista en la historia legislativa mexicana fue el primer paso para permitir el ingreso del capital privado en la extracción de hidrocarburos, actividad que durante más de 70 años había sido competencia exclusiva de la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Al abrir la puerta del sector energético a la iniciativa privada, estas empresas extranjeras obtuvieron permiso para explotar yacimientos a través de la técnica de fracturación hidráulica, conocida también como 'fracking', en territorio mexicano.
"El argumento era que PEMEX no tiene actualmente las capacidades técnicas para explotar estos tipos de yacimientos, y que necesitamos que vengan las empresas privadas extranjeras a traer esa técnica y explotar ese tipo de hidrocarburo para revertir la caída en la producción, que se observa desde 2004", explica la investigadora del proyecto sobre industrias extractivas, Aroa de la Fuente.
El 'fracking' permite extraer hidrocarburos no convencionales al taladrar la superficie terrestre e inyectarle fluidos compuestos de agua y productos químicos, a muy alta presión, para fracturar la roca del subsuelo, abrir los poros y permitir la liberación y extracción de gas y petróleo.
Según Aroa de la Fuente, a consecuencia de esta caída de la producción de los hidrocarburos no convencionales en Estados Unidos, debido a que los yacimientos más ricos se están agotando, "los mercados financieros y las propias empresas que ya tienen la tecnología para hacerlo están buscando nuevos lugares donde puedan invertir". "Hay un gran lobby por parte de las empresas y del Gobierno de Estados Unidos para promocionar esta actividad en otros países, en Argentina, en México, en Europa, en Asia", añade.
A pesar de que en países como Francia y Bulgaria el 'fracking' se ha prohibido, en la mayor parte de Estados Unidos está permitido, y el 80% de sus yacimientos más productivos ya se encuentran en declive. México, como vecino más cercano, representa el principal destino de emigración de las empresas estadounidenses.
"Claramente Estados Unidos está desarrollando una política de aprovecharse al máximo de los recursos energéticos que quedan por ahí…Todo indicaría que la estrategia de Estados Unidos es preparar una guerra de larga duración por el hecho de que están queriendo asegurar energéticos y el 'fracking' aquí en México y energéticos más nobles en Venezuela", subraya el doctor Jorge Montemayor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para fracturar un solo pozo son necesarios entre 9 y 29 millones de litros de agua, y se utilizan más de 750 productos químicos. Aunque México es un país que ya sufre de estrés hídrico, la explotación mediante la fractura hidráulica se impulsa principalmente en la zona norte y este del país, en los estados de Chihuahua, Coahuila, San Luis Potosí, Nuevo León y Veracruz, regiones que tradicionalmente han sido agrícolas y que ya están sufriendo por la falta de agua.
La inquietud en relación al 'fracking' la comparte también el senador de la República, Mario Delgado. "Los estándares ambientales que se deberían pedir para el caso del 'fracking' deberían estar entre los más exigentes a nivel internacional porque lo que vemos es que en países como Estados Unidos o en otros se manipula mucho la información sobre el posible impacto ambiental que tiene. Ya sabemos que consume mucha agua, pero no se sabe acerca de la contaminación de los mantos acuíferos", advierte.
La fracturación hidráulica fomenta la dependencia a los combustibles fósiles, sin buscar una alternativa sostenible y sustentable, que verdaderamente aporte soluciones a las crisis ecológica y energética que vivimos actualmente. Según muchos expertos, los impactos sobre las comunidades y los ecosistemas son tan grandes, que ponen en discusión el respeto a los derechos humanos, especialmente el derecho al agua, de todos los mexicanos.
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La burbuja financiera del fracking

Conociendo las tendencias históricas de los mercados financieros y la ceguera y ambición con que los mismos suelen empujar a la economía mundial al borde del precipicio con tal de obtener ganancias exorbitantes, es predecible que se continúe promoviendo el fracking en el mundo hasta que esta burbuja especulativa se colapse sobre sí misma. ¿Debe México sacrificar a su población y territorio para alimentar esta barbarie irracional?
Un proyecto de fracking debe garantizar un retorno significativo de utilidades con respecto a las inversiones de capital hechas por las empresas involucradas. Si los costos de producción superan las utilidades potenciales de un campo de hidrocarburos de lutitas determinado, la lógica capitalista parecería indicar que el mismo no sería explotado. Paradójicamente, la evidencia empírica contradice esta afirmación.
De acuerdo con Deborah Rogers, analista financiera estadounidense, el 80 por ciento de los pozos de fracking perforados en Estados Unidos hasta 2012 presentaron costos de producción superiores a las utilidades percibidas. Aparentemente, sólo la cuenca de lutitas de Marcellus –localizada en los Apalaches- presenta una producción suficientemente alta para ser considerada rentable. Pozos exploratorios abiertos en México en los que se ha utilizado esta técnica arrojan datos consistentes, con tasas de declinación que rondan entre 29 y 52 por ciento –esto significa que, a un año de haber comenzado a operar, los pozos producen entre una tercera parte y la mitad de los hidrocarburos extraídos inicialmente-. Esta precipitada caída en la producción indica que la explotación de hidrocarburos en pozos de fracking tiende a ser efímera.
Rogers establece que para 2012 la venta de gas proveniente de yacimientos perforados con la técnica de fractura hidráulica en todo Estados Unidos ascendió a 32 mil millones de dólares. Extrañamente, los costos de reinversión en pozos, con el propósito de sostener su productividad a partir de la perforación fracturas horizontales adicionales, representaron en el mismo año 42 mil millones de dólares. ¿Cómo puede operar una industria con déficits tan pronunciados? Es aquí donde las operaciones financieras vinculadas con la industria del fracking entran en juego, reportando ingresos a la economía estadounidense que ascienden a los 46 mil millones de dólares.
¿De qué operaciones estamos hablando? El modelo de negocios de proyectos de fracking involucra no a grandes empresas extractivas, sino a medianas creadas ad hoc para explotar un campo o play de lutitas determinado. Estas empresas pueden encontrarse conformadas con capital proveniente de grandes extractoras de hidrocarburos u otros capitales de origen diverso. Las empresas obtienen gran parte de sus ingresos a partir de jugar con las expectativas de mercados financieros con respecto a la posible riqueza encontrada en yacimientos bajo explotación. Presentan a los mercados financieros informes sobre la creciente producción de los campos de lutitas. Tomando en cuenta las altas tasas de declinación de los pozos, estas tendencias crecientes de producción las obtienen a partir de un aumento exponencial en la apertura de pozos, aprovechando la riqueza de la producción inicial de los mismos. Paradójicamente, la apertura desenfrenada de pozos ha conducido a esta industria a operar en contra de sus intereses de mercado en la economía real: se ha saturado la oferta de gas en Estados Unidos, colapsando el precio de este insumo, de aproximadamente ocho dólares por millón de btu (british termal unit) en 2008 a 3.5 dólares en 2012.
Conforme aumentan las expectativas de valor de un campo determinado crece también el valor de las acciones de la empresa que lo está explotando. Conforme un campo comienza a saturarse y la declinación agregada de la producción de la empresa en cuestión se acerca, comienza entonces un juego de ruleta rusa entre inversionistas donde las acciones cambian frenéticamente de mano al tiempo que los inversionistas buscan aprovechar el pico de ganancias antes del inevitable declive. Los inversionistas que tengan en sus manos las acciones de la empresa en el momento del declive absorben las profundas pérdidas. Quienes venden en el momento adecuado, obtienen enormes ganancias. Por supuesto, siempre existe la alternativa de que una empresa se traslade a un campo sin explotar para continuar alimentando este modelo de especulación, pero ¿qué sucede cuando se da una saturación en los campos explorados? Tal vez este fenómeno explique por qué en años recientes el fracking se ha propagado a países de América Latina, Norte de África, Europa y Oceanía.
Conociendo las tendencias históricas de los mercados financieros y la ceguera y ambición con que los mismos suelen empujar a la economía mundial al borde del precipicio con tal de obtener ganancias exorbitantes, es predecible que se continúe promoviendo el fracking en el mundo hasta que esta burbuja especulativa se colapse sobre sí misma.


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