Bruselas indulta al carbón hasta el año 2014
Por: Manuel Capilla
La decisión de Bruselas se debía haber hecho pública en julio, pero las deliberaciones se han prolongado a causa del debate entre Joaquín Almunia, comisario de Competencia, y algunos de sus colegas en el Ejecutivo comunitario, liderados por el responsable de Medio Ambiente, Janez Potocnik, que consideraban que dar el visto bueno a las nuevas ayudas públicas de España al sector del carbón contradice la política europea de reducir las emisiones de CO2 y apostar por las energías renovables. En la discusión se han tenido en cuenta los argumentos de Industria, que justificaba el decreto en la necesidad de “garantizar la seguridad del suministro de electricidad durante los próximos cuatro años”, pero sobre todo han pesado las presiones ejercidas desde el Gobierno. La intención de Bruselas es que España, Alemania y Rumanía, los países que cuentan con las mayores cuencas mineras deficitarias, comiencen lo antes posible con la reconversión del sector, con el objetivo de que a partir del 1 de julio de 2014 sólo sigan en funcionamiento las minas rentables.
Esa fecha es la que maneja la Comisión para que desaparezcan las ayudas, pero todavía está por ver que sea la que definitivamente adopte la UE, porque el Consejo y el Parlamento Europeo deben dar su visto bueno. Los intereses de España y, sobre todo, los de Alemania pesan mucho en la UE y no parece que los países neutrales se vayan a oponer a ellos para defender la posición de la Comisión. Antes de entrevistarse en Bruselas con Joaquín Almunia, y con el comisario de Energía, Günther Oettinger, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, expresaba abiertamente su rechazo a que las ayudas se terminen dentro de cuatro años. “Nosotros queremos mantener las ayudas públicas a un sector vital para nuestro suministro energético más allá de 2014, incluso más allá de 2018”, afirmó Sebastián, asegurando que España cuenta con el apoyo de “muchos países” y subrayando que son éstos los que tienen “la última palabra”. El Parlamento Europeo ya está debatiendo una resolución sobre la posibilidad de ampliar las ayudas hasta 2018, que se podría votar a mediados de noviembre. Los europarlamentarios alemanes que han presentado la propuesta argumentan que si las minas europeas se cierran no significará un mix energético más limpio, ya que “lo vamos a sustituir por otro carbón”. Carbón nacional o importado La cuestión de la sustitución del carbón nacional por el importado, más barato, es lo que intenta solucionar el decreto aprobado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. En concreto, el decreto aprobado por el Gobierno obliga a una decena de centrales térmicas a quemar carbón nacional y, a cambio, les compensa con un precio fijo y con la garantía de colocación de la electricidad producida. La medida, criticada por las eléctricas y por la Comisión Nacional de la Competencia, fue el salvavidas que el Ejecutivo echó a un sector sumido en una crisis gravísima desde que en julio de 2009 las eléctricas dejaron de quemar carbón español por considerar que no era competitivo. Desde entonces, los excedentes de carbón no han hecho más que acumularse, los empresarios han retrasado el pago de las últimas nóminas, argumentando que no hay ingresos desde febrero, y los mineros están protagonizando protestas cada vez mayores.
