Decrecimiento, cámaras y acción


Daniel Fernández

'Stop! Rodando el cambio' es el primer documental que se realiza en España abordando el decrecimiento, una corriente que advierte contra los perjuicios del desarrollo incontrolado y la explotación sin límite de los recursos naturales.
"El racionalista -escribía Hermann Hesse- cree que la tierra ha sido entregada al hombre para que la explote. Su fe en la inmortalidad es la fe en el progreso". El racionalismo y el progreso de los que hablara el premio Nobel alemán son ideas que tuvieron su origen en el corazón de Europa, y para escarnio del Viejo Continente se han traducido, especialmente en el último siglo, en sinónimos de crecimiento. Quienes han advertido este proceso señalan la continua explotación del medio, el espectacular aumento de la población que pasa hambre a pesar de que se producen más alimentos que en cualquier otro momento de la historia y la emisión desproporcionada de residuos como tres de los fenómenos más perniciosos que se esconden tras ese afán de crecimiento.
Sin embargo, la premisa del desarrollo sobre la que se asienta la supervivencia de los Estados es una carrera no solamente errónea sino limitada. Por eso en los últimos lustros ha venido cobrando fuerza una crítica al apetito voraz del capitalismo: el decrecimiento. Nacido a raíz de la ecología social, una corriente que defiende la imposibilidad de separar la supervivencia de la ecología del comportamiento humano, el decrecimiento viene a trasladarnos un mensaje sencillo pero de vital importancia, y es que no podemos continuar viviendo por encima de nuestras posibilidades. Autores como Ignacio Ramonet o Serge Latouche han respaldado esta visión y desde hace años han dedicado parte de sus esfuerzos a reforzar la base intelectual del mismo.
Con el fin de dar mayor difusión a estas ideas se estrena este fin de semana en la Facultad de Ciencias de la Información de Ciudad Universitaria el documental Stop! Rodando el cambio, el primer trabajo audiovisual en España que aborda esta corriente y que representa además la ópera prima de sus seis autoras: Alba, Blanca, Paula, Irene, Jenn y Elena; todas ellas fruto de la cantera de la Universidad Complutense: "nos dimos cuenta de que las alternativas ya existían, y no sólo eso, sino que muchas ya se llevaban fraguando desde hace tiempo", explican.
Imagen: publico.es

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