Por una economía verde



Mientras líderes políticos y financieros del mundo buscan una salida a la crisis económica mundial en la cumbre de Davos, que comenzó este miércoles, en la ciudad brasileña de Belém miles de personas se reunieron para proponer un mundo diferente.
En una jornada especial del Foro Social Mundial (FSM), el espacio de debate que surgió como la contracara del Foro Económico Mundial, activistas ambientales e indígenas de unos 150 países se dieron cita para participar de seminarios, debates y talleres con el objetivo de pensar en una alternativa sostenible al modelo capitalista. "Creemos que el sistema actual fracasó, y por eso queremos pensar en una alternativa que contemple un buen vivir de la gente con la naturaleza, esa es la clave", dijo a BBC Mundo el representante del Movimiento Panamazónico Luis Arnaldo Campos, uno de los organizadores del evento. Los reclamos que se realizan en este foro tienen que ver usualmente con la justicia social, pero este año se tomó la decisión de poner el foco en la justicia ambiental.
Campos explicó que esta decisión se tomó tras las graves advertencias sobre cambio climático que realizó el panel intergubernamental de las Naciones Unidas, y que según el experto se vieron reflejadas en los últimos años en desastres naturales como el provocado por el huracán Katrina o el tsunami que azotó el sudeste asiático.
Para resaltar el carácter ecologista de este encuentro, la novena edición del Foro Social se realiza en la ciudad amazónica de Belém, en vez de su lugar habitual en Porto Alegre. Según los organizadores esto se debe a que el Amazonas ilustra claramente el impacto ambiental que tienen actividades como la deforestación, el cultivo en zonas de bosques, la minería y la explotación petrolera.

Reclamo indígena
Este foro también se destaca por contar con una presencia sin precedentes de representantes de comunidades originarias. Se estima que más de 1.500 indígenas se hicieron presente en Belém para llevar su reclamo contra las políticas capitalistas, que según ellos destruyen su hábitat y afectan su forma de vida. "Los pueblos indígenas hemos pasado de la resistencia a la acción, a la construcción de propuestas", afirmó a BBC Mundo Miguel Palacín, de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas. "Planteamos estados plurinacionales, donde se reconozca la diversidad. Y frente a esta crisis global planteamos el buen vivir, y el buen vivir no es andar en camioneta, no es alto consumo, ni vivir del mercado o del crecimiento económico. Es crecer, cuidar la naturaleza, compartir lo que se tiene y una política horizontal", señaló. El reclamo de los pueblos autóctonos apunta a las empresas multinacionales que llevan a cabo la explotación de los recursos naturales, pero también a los gobiernos, ya que según el líder indígena "sin políticas públicas, no se puede hacer mucho". Por ello piensan presentar sus propuestas a los cinco mandatarios latinoamericanos que el jueves darán el presente en el foro: Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de Ecuador; Fernando Lugo, de Paraguay y Hugo Chávez, de Venezuela, además del anfitrión del evento, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.Nota de BBCMundo.com: Por: Veronica Smink http://news.bbc.co.uk/go/pr/fr/-/hi/spanish/business/newsid_7857000/7857361.stm

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OCHENTA MIL PERSONAS Y MILES DE ORGANIZACIONES FESTEJARON EL INICIO DEL OCTAVO FORO SOCIAL MUNDIAL EN EL NORDESTE DE BRASIL



Atabaques y berimbaus. Miles y miles, sonando a lo largo de la Avenida Presidente Vargas. Ochenta mil personas bailaron bajo una lluvia copiosa que fue invocada minutos antes. No fue ni un milagro ni una casualidad: a esta hora en Belém siempre llueve, pero poco antes de las cuatro de la tarde podía escucharse una voz superponiéndose a otras, invocando a la Madre Tierra. “Elevemos una plegaria a la tierra que amamos, a la tierra que debemos preservar. Señora de la sabiduría, fertiliza. Danos lluvia, que ella traiga amor, alegría, sensualidad.” Cuando el primero de los chaparrones tropicales se soltó sobre la multitud, los gritos y los cantos se multiplicaron en una fiesta un poco loca, desatada, maravillosa. Así empezó, oficialmente, el octavo Foro Social Mundial.
Nadie está solo en Belém. La inscripción del FSM se repetía en camisetas de todos los colores, acompañada de leyendas en todos los idiomas. Las miles de organizaciones de todo el mundo que están participando en los foros paralelos y en el oficial se reunieron ayer por primera vez, después de días de estar repartidas en toda la ciudad, ocupándose de salud, educación, política, gestión cultural, vivienda, género, sindicalismo, medio ambiente y muchos otros temas de los que dependen las vidas particulares de quienes, en la marcha de ayer, no se representaban a sí mismos, sino a las organizaciones a las que pertenecen. Quizá ésta sea la primera lectura de este Foro que ahora, mientras escribo, se enerva en la calle, donde seguirán marchando hasta la Plaza del Operario. Los berimbaus retumban en las paredes. El baile recomienza, los gritos cada vez son más fuertes, la alegría de andar juntos no cabe en los cuerpos, que se abandonan en abrazos. Todos los que están aquí han venido porque creen que otro mundo es posible, y eso dicen las camisetas, los volantes, las banderas, las personas que toman el micrófono.
El mundo al que se aspira en Belém tiene una racionalidad de la que este otro mundo, el globalizado, carece. Los discursos hablan de solidaridad, compromiso, respeto, equidad. Entre hombres y mujeres, entre trabajadores y patronales, entre países, entre cultura y naturaleza. Que el escenario sea Belém pone en primer plano a la Amazonia, que ocupa la tercera parte del territorio brasileño, cuenta con 280 pueblos que hablan más de 200 lenguas diferentes. En materia étnica y ambiental, es un enclave mundial en el que la diversidad es reina.
Lírica y política
“El mundo no es una mercancía. Las mujeres tampoco”; “Yo aborto, tú abortas. Las dos somos clandestinas”. Las paredes de esta ciudad dicen eso, que es lo que vinieron a decir las mujeres brasileñas organizadas. “Que el Mercosur no financie la masacre palestina”, dice otra pared. Y otra, “A los pueblos originarios, salud”. El Foro, este año, será el que mayor concentración de pueblos indígenas contará. Los pueblos del Amazonas, con sus caras pintadas de bermellón y negro, se unirán a los representantes africanos y a los quilombolas, aquellos descendientes de esclavos que alguna vez huyeron a la selva. Hay más de tres mil indígenas de diversas latitudes reclamando por sus derechos y sobre todo por la protección de las especies vegetales de las que dependen sus respectivas medicinas y modos de vida.
Las organizaciones ambientalistas son muchas. Pero, como ayer dijo en un panel la senadora y ex ministra de Medio Ambiente brasileña Marina Silva, “la crisis económica y la ambiental son una misma cosa. La solución debe ser conjunta”. Es que este mundo globalizado que empezó a mostrar la cara monstruosa que muchos se negaban a ver no sólo presuponía una manera de encarar las finanzas o la política. Esa manera de tratar al planeta también entró en su fase terminal. Los recursos naturales que quedan deben ser preservados por instinto de supervivencia, pero aquí esa otra racionalidad incluye no sólo el respeto: también el afecto. Es una racionalidad amorosa que se relaciona con el planeta desde esta premisa: “la Tierra es la gran oprimida”.
“El caos puede ser creativo, sólo depende de nosotros que la crisis se convierta en un salto cualitativo. Por eso esta crisis es buena. Nos obliga a buscar alternativas que incluyan a toda la comunidad de la vida”, dijo a su turno, en un panel matutino del que participaron 9000 profesores de diferentes materias y de varios países, el teólogo Leonardo Boff, una de las voces escuchadas con más reverencia. Boff habló de cinco principios que deben regir un nuevo mundo: sustentabilidad, cuidado, respeto, cooperación y solidaridad. Y habló de virtudes que deben ser revalorizadas e impulsadas: hospitalidad, convivencia, tolerancia.
“Si nos transformamos en el proceso, tenemos la chance de hacer una buena travesía. Si nacemos en el corazón de las grandes estrellas bermellón, entonces nacemos para brillar. La humanidad no fue creada para desaparecer, sino para celebrar la vida. Esa irradiación es el propósito del universo, y también el designio del Creador”, siguió Boff, cuya lírica encaja a la perfección en este clima, en el que es muy fácil tomar aire y creer, creer que es posible, que si somos muchos y lo deseamos intensamente, ese otro mundo está al alcance de nuestros torpes dedos.

Agenda apretada 
Unas 120.000 personas de 150 países intervendrán en las 2600 actividades programadas por los organizadores del encuentro, entre las que se cuentan mesas, talleres y actividades culturales de la más diversa índole. Entre las actividades más destacadas, hoy, miércoles 28, se celebrará el Día de la Pan Amazonia, en alusión a todos los pueblos que habitan la cuenca del Amazonas. Bajo el lema “500 años de resistencia, conquistas y perspectivas afroindígenas”, las actividades estarán dedicadas a llamar la atención mundial sobre el estado actual del territorio selvático, con testimonios, conferencias y exposiciones culturales. Además, mañana habrá una mesa debate sobre América latina y la crisis financiera internacional, a la cual confirmaron su asistencia los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Ecuador, Rafael Correa; Bolivia, Evo Morales; Paraguay, Fernando Lugo y el venezolano Hugo Chávez. En el cierre, el domingo 1º de febrero, se presentarán las alianzas y acuerdos alcanzados en el encuentro a través de una serie de actividades descentralizadas y autogestionadas, a tono con el espíritu del foro.

Por Sandra Russo (Desde Belém do Pará)
Fuente: Página 12
Más información: www.pagina12.com.ar

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