El Mito de la Autosuficiencia





Por Toby Hemenway

Hace poco un correo electrónico masivo fue enviado por un famoso permacultor, buscando “proyectos donde la gente sea completamente autosuficiente, y produzca sus propios alimentos, vestido, techo, energía, y las necesidades de su comunidad”. Allí estaba otra vez, el mito de la autosuficiencia absoluta propiciado por uno de los permacultores más reconocidos a nivel mundial. En la mayoría de las redes de permacultura, la idea de que cualquier persona pueda ser autosuficiente (en inglés “self-sufficient”) en cualquier cosa más allá de un nivel muy primitivo fue abandonada hace rato, siendo sustituido por el término más apropiado “auto-dependencia” (“self reliance”). Pero aún la “auto-dependencia” raramente es posible, y no creo que sea viable más allá de funcionar como una expresión de rechazo al consumismo corporativo.
A través de una búsqueda en Internet me di cuenta que la autosuficiencia aparece como meta deseable en varios sitios web de permacultura. Me gustaría contrastar esta idea. Mi diccionario dice que autosuficiencia significa ser “capaz de mantenerse a uno mismo sin ayuda de afuera”. ¿Quién vive sin ayuda de otros? Nadie. Vamos a investigar un poco más: El concepto de “autosuficiencia alimentaria” es algo con lo que la mayoría de nosotros está de acuerdo: Proveer el 100% de tus necesidades alimenticias desde la propia tierra y con tu trabajo. Sin embargo nunca me he encontrado con una persona que lo pudo lograr. Estoy seguro, que algunas personas lo están haciendo, pero aun los agricultores de tiempo completo, normalmente siembran junto con sus propios alimentos alguna cosecha para la futura venta o intercambio, y de esta manera poder adquirir aquellas cosas que no pueden producir.
Cuando las personas dicen que cultivan el 30%, 50% o hasta 70% de sus alimentos, lo que normalmente hacen es cultivar frutas o vegetales para producir un porcentaje del costo o peso total –pero no de las calorías– de sus necesidades alimenticias. Frutas y verduras son altas en peso pero bajos en calorías. Si estas cultivando el 100% de tus vegetales, estos te proveen entre 15 y 20% de tus calorías diarias, y seguramente no estás viviendo a base de puras papas y otros vegetales de gran contenido energético. La mayoría de tus calorías diarias provienen de granos, legumbres, carne, o productos lácteos. Entonces mientras no estés sembrando tus campos a gran escala o tengas animales, es poco probable que produzcas más de un cuarto de tus propios alimentos, midiéndolo honestamente por su contenido nutricional. En este caso, no es correcto hablar de que eres “autosuficiente en un 70%”. Si obtienes la mayoría de las calorías de tu tierra, muy probablemente eres un campesino / agricultor de tiempo completo, y te admiro por tu duro trabajo. Ahora comenzamos a ver qué difícil, y hasta poco deseable, es la autosuficiencia. No vas a tener mucho tiempo para otras actividades si eres realmente autosuficiente en tus alimentos, aunque sea dentro de un sistema de permacultura.
Pero aún cultivando todos tus alimentos, ¿puedes decir que eres autosuficiente si no produces todas tus semillas?  ¿Si no provees toda tu fertilidad? ¿Desde dónde vienen tus herramientas de trabajo? Los permacultores deberían entender lo interconectada que está la vida. ¿Realmente existe una forma de ser “completamente autosuficiente” hablando de alimentos?
Vamos a pasar rápidamente a los ámbitos de vestimenta, techo y energía. Aunque estés cosiendo y tejiendo toda tu ropa, ¿también produces tu algodón o cuidas tus ovejas?  Aún cuando has cortado la madera o excavaste buscando las piedras para tu casa, ¿has fundido los vidrios y fabricaste las líneas eléctricas? Y si tu casa no tiene conexión a la red eléctrica ¿qué compleja comunidad de ingenieros y fábricas ensamblaron los paneles solares?
Todos somos de alguna manera interdependientes. Reclamando la autosuficiencia absoluta ignoramos e insultamos la montaña de hombros encima de los cuales estamos parados. Los permacultores por lo general somos una cofradía políticamente bastante correcta, y se hizo obvio para algunos de nosotros que la autosuficiencia no solamente es imposible, sino que además es otra perpetuación de la ética vaquera que pone al ser humano en el centro del universo. Entonces el termino evolucionó hacia la “auto-dependencia”, para poner de manifiesto que reconocemos nuestra interdependencia, pero eligiendo ser menos dependientes del exterior. En su mejor sentido, “auto-dependencia” significa desarrollar habilidades para proveer las necesidades básicas, así podemos dejar de apoyar a las industrias sin ética y sumamente destructivas.
Cada vez veo menos necesidad de personas autosuficientes que pueden hacer todo por sí mismas, y mucho más necesidad de comunidades autodependientes, donde no cualquier persona sepa tejer o producir alimentos, pero donde exista techo, vestido y alimento para cada uno.
Todavía hay un profundo prejuicio en permacultura, tal como nos muestran muchos sitios web y correos electrónicos, en el sentido de que el camino más noble es hacerlo todo por nosotros mismos y en nuestra propia casa. Mientras nuestros saberes nos hacen menos dependientes de los monopolios corporativos, sentimos que vale la pena desarrollar y profundizar las habilidades dirigidas hacia la autosuficiencia. Sin embargo, mientras más limitamos nuestras vidas a lo que podemos hacer nosotros mismos, menos oportunidades habrá.
Cualquier conexión fuera de nosotros nos enriquece. Cuando creamos una red de interdependencias, nos hacemos más ricos, fuertes, seguros y sabios. ¿Por qué no quieres depender de los demás?  Llevado a su extremo esto nos lleva a recluirnos en una “madriguera de conejos” psicológica. Algo de esto viene desde la creencia de que los demás son poco confiables o carecen de ética, y que nosotros nos debilitamos si nos hacemos interdependientes. Aún tiene mucho peso el viejo dicho de que “si quieres un trabajo bien hecho, hazlo tu mismo”, y simplemente demuestra muy poca habilidad de gestión.
Por si todavía eres escéptico hago referencia a Bill Mollison, que en su libro de “Introducción a la Permacultura”, página 2, dice: “Podemos comenzar a participar en la producción de alimentos. Esto no significa que todos debemos cultivar nuestras propias patatas, pero puede significar que las compramos directamente de una persona que las está cultivando responsablemente. En realidad, puede ser mejor organizar un grupo de compras comunitarias en tu vecindario que ponerte a cultivar patatas.”
Como dice el veterano diseñador de permacultura Larry Santoyo, dirígete hacia la generalización más elevada para satisfacer tus necesidades. Pensando que “debo satisfacer mis necesidades alimentarias de una manera responsable” esto ya abre un vasto crisol de posibilidades, de las cuales puedes elegir la más estable y apropiada. Los esfuerzos individuales muchas veces son menos estables y resilientes que los emprendimientos comunitarios. Y son un mal diseño: La autosuficiencia significa que una función crítica está apoyada tan sólo de una manera. Si cultivas todo tu alimento y sufres un accidente, ahora eres un discapacitado hambriento, y verás tus cosechas echándose a perder desde tu silla de ruedas.  Esto no pasará en una granja cooperativa. Y para los que se preocupan por un inminente colapso de la sociedad, las hordas de desesperados con mayor probabilidad saquearán tu pequeño cultivo solitario mientras duermes exhausto después de un duro día de trabajo, y con menos probabilidad atacarán un huerto protegido por un equipo de granjeros fuertes armados con bieldos, quienes lo pueden cuidar a toda hora.
Crear interdependencia con la comunidad nos ofrece incluso otra aplicación del concepto de las zonas permaculturales: Zona cero es nuestro sentido de lugar, tierra y pertenencia, zona uno la conexión con otros individuos y familias, zona dos el comercio y las actividades en tu vecindario, zona tres los negocios y organizaciones regionales, en zona cuatro se ubican los emprendimientos más distantes. ¿Por qué limitarnos a quedar circunscriptos en la zona cero? Podemos organizar nuestras vidas para que las necesidades de hacer excursiones a zona cuatro –digamos para comprar petróleo o metales– sea muy reducida, mientras nuestras interacciones con los productores locales y sus mercados, negocios y restaurantes sean más frecuentes. Esto construye una comunidad fuerte.
La autosuficiencia falla en desarrollar el capital social, un recurso verdaderamente regenerativo que solamente puede incrementarse con su uso. ¿Por qué rechazaría conectarme con mi comunidad en todas las formas posibles?  Cuanto menos le aportamos a nuestras necesidades comunitarias, mas probabilidad hay que los vecinos vayan a comprar a los grandes supermercados. Una creencia no reflexionada sobre la autosuficiencia completa es un mito destructivo que nos impide reconstruir la comunidad.
Si te encanta ser un agricultor, entonces sí, cultiva todos tus alimentos. Y vende o intercambia lo que te sobra para cubrir las demás cosas que necesitas. Esto de alguna manera siempre apoya a tu comunidad. ¿Pero realmente hay tanta diferencia entre un agricultor intercambiando el producto de su trabajo por otros bienes o dinero, y yo vendiendo el producto de mi trabajo (educación) por bienes o dinero? Ambos estamos intercambiando nuestra energía vital dentro de un sistema que nos apoya, y creo que ambos estamos haciendo elecciones éticas.
Un buen diseño de permacultura es uno que provee las necesidades de sus habitantes de una forma responsable, sostenible, regenerativa y ecológica. Pero no hay nada en permacultura que dice que todas las cosechas tienen que venir de tu propio terreno. Si deseo lograr un objetivo con este ensayo es el de destruir ese mito. Diseño de permacultura simplemente dice que nuestros productos y necesidades tienen que atenderse responsablemente en nuestro diseño, no en nuestro terreno. Un diseño puede –y debe– incluir conexiones hacia afuera del sitio. Si eres acupunturista, tu ingreso proviene de la comunidad, y logras satisfacer la mayoría de tus necesidades desde fuentes en su mayoría locales de manera que cumplen con los principios éticos, entonces eso es un diseño permacultural excelente. Tu sistema será más fuerte cuando tus necesidades y productos conectan muchos elementos y sistemas fuera del sitio.
Y resulta ser algo muy permacultural desarrollar habilidades que te conectarán más profundamente con tu tierra, tu casa, y tu comunidad. A veces las habilidades que aprendemos en la búsqueda de la autosuficiencia, son las mismas que necesitamos para ser más interdependientes con la comunidad. Pero si vemos la autosuficiencia como una meta en sí misma, se trata de un mito viejo y gastado que debe morir. Eso no es permacultural. 
 
Fuente original: http://www.patternliteracy.com/selfreliancemyth.html
 

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