Las últimas opciones para salvar Fukushima








Japón seguía ayer en alerta máxima por el hallazgo de plutonio altamente tóxico fuera de la central de Fukushima, donde además ayer creó temor un sismo en el mar, de 6,4 grados en la escala de Richter.
Investigadores: filtración radioactiva en Japón es 160.000 veces mayor que la de Three Mile Island
El Instituto de Investigación Energética y Ambiental publicó datos que demuestran que la filtración de radiación en Japón es mucho peor que la de la planta de Three Mile Island en 1979. Los investigadores estiman que la planta japonesa liberó 160.000 veces más yodo radioactivo 131 que el que se filtró en el accidente de Three Mile Island. Los investigadores dicen que la radiación filtrada en Chernobyl fue diez veces mayor que lo que se ha filtrado en Japón hasta ahora.
Japón considera la posibilidad de nacionalizar Tokyo Electric Power
El Primer Ministro japonés Naoto Kan dijo hoy que el gobierno sigue en estado de máxima alerta. El gobierno japonés está considerando la posibilidad de nacionalizar la empresa Tokyo Electric Power, propietaria de la planta nuclear. Los costos crecientes y la indignación pública amenazan el futuro de la compañía, que es la mayor empresa de servicios públicos de Japón y Asia.

(Fuente: Democracy Now)

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Los cartuchos se acaban para salvar la central de Fukushima. Las complicaciones de los últimos días con la detección de plutonio en el agua de la planta o el gran aumento de radiactividad en el mar, han provocado que el Gobierno empiece a plantearse medidas a contrarreloj para atajar la crisis nuclear.
Las autoridades japonesas contemplan "todas las alternativas" para estabilizar la central nuclear de Fukushima y estudia la adopción de algunas de las medidas que se han filtrado a la prensa, según ha anunciado este miércoles su portavoz, Yukio Edano, en una comparecencia pública.
Entre estas medidas se encuentran el despliegue de una tela especial sobre la planta para evitar la emisión de partículas radiactivas a la atmósfera y la utilización de un buque para almacenar de forma temporal el agua contaminada.
Además, Tepco, la compañía dueña de la central, ha anunciado que ante la imposibilidad de controlar los reactores 1, 2, 3 y 4 se procederá a desmantelarlos, aunque no saben todavía cómo hacerlo. Mientras, el Gobierno ha pedido que sean cerrados todos.
Otras las opciones que baraja el Ejecutivo japonés y la compañía eléctrica Tepco es la construcción de un sarcófago que cubra los reactores dañados de la central. Una técnica que ya se utilizó en Chernóbil y que tampoco ha sido descartada, aunque sería la última alternativa a tomar, según han declarado varios expertos.
En Chernóbil, un ejército de trabajadores enterró la central primero con arena, acero y hormigón. El problema es que el sarcófago contendría la radiactividad sólo por un tiempo.
La compañía Tepco ha aceptado la ayuda de expertos del grupo francés Areva, especializado en la descontaminación de residuos radiactivos. Además el Gobierno de EEUU ha puesto al servicio de Japón robots especiales capaces de soportar altos niveles de radiación.
"Nos enfrentamos a una situación sin precedentes y tenemos que considerar diferentes estrategias, más allá de lo que normalmente hacemos", dijo un miembro del Gobierno.
Desde el lunes las autoridades niponas se enfrentan a dos grandes problemas en la central. Por un lado, la creciente radiactividad derivada de una posible fusión parcial de las barras de combustible; y, por otro, la radiación hallada en el agua que rodea a las instalaciones y el mar.
El nivel de yodo radiactivo en aguas del mar cercano a la central nuclear de Fukushima supera 3.355 veces el límite de seguridad, lo que supone la concentración más alta hasta el momento.
Las muestras tomadas ayer a 330 metros al sur de una salida de agua próxima a los reactores 1 a 4 de la central revelaron un fuerte incremento del isótopo 131 del yodo respecto al fin de semana, cuando llegaron a ser 1.850 veces superiores a lo normal.
Los técnicos de Tokyo Electric Power (TEPCO), operadora de la planta de Fukushima Daiichi, están estudiando varios modos para evitar que la radiactividad se filtre al mar, especialmente los isótopos más longevos del yodo o el propio plutonio.

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Radioactividad, las consecuencias de la contaminación


El primer ministro japonés, Naoto Kan, calificó hoy de “imprevisible” la situación de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, que obliga a “no bajar la atención”.
Desde este sábado no llegan buenas noticias de Fukushima, donde los trabajadores de TEPCO, la empresa operadora, intentan desde el terremoto del 11 de marzo refrigerar sus seis reactores, pero cada día se enfrentan a una nueva dificultad.
El tsunami que generó ese seísmo de 9 grados Richter, con olas de hasta trece metros, destruyó el sistema eléctrico de la central que es necesario para enfriar sus reactores, que albergan peligrosas barras de combustible nuclear.
Los más recientes esfuerzos se centraron en tratar de drenar el agua radiactiva que inunda la zona de turbinas cerca de los reactores 1, 2 y 3, el último de los cuales preocupa especialmente por contener un combustible que mezcla uranio y plutonio, altamente tóxico.
El portavoz japonés, Yukio Edano, muy crítico con la gestión de TEPCO de la crisis, pidió vigilar la salida de plutonio al exterior de la planta y consideró probable que el material detectado provenga de barras de combustible fusionadas parcialmente.
El portavoz nipón indicó no obstante que las cantidades de plutonio halladas son las mismas que pueden encontrarse en el medio ambiente mientras, en Viena, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) señalaba que la composición de isótopo sugiere que procede de un reactor y destacaba también su escasa cantidad.
Para las autoridades japonesas, lo prioritario ahora en Fukushima es continuar lanzando agua sobre los reactores, para así tratar de refrigerarlos, y al tiempo drenar las zonas inundadas.
Un terremoto de 6,4 grados sacude de nuevo Fukushima
Un terremoto de 6,4 grados de magnitud en la escala de Richter hizo temblar este martes de nuevo el noreste de Japón y se sintió en Tokio, con epicentro en la costa de la provincia de Fukushima, donde se encuentra la inestable planta nuclear.
Según la Agencia Meteorológica de Japón, el seísmo ocurrió a las 19.54 hora local (9.54 GMT) y el epicentro se situó a poca profundidad bajo el lecho marino frente a Fukushima, una de las provincias más afectadas por el seísmo de 9 grados del 11 de marzo.
En algunos pueblos costeros de esa provincia el temblor tuvo una intensidad 4 en la escala japonesa de 7 grados, mientras en la mayor parte de la costa se sintió con un nivel de 3.
El terremoto volvió a sacudir toda la costa noreste nipona afectada desde el día 11 de marzo y también se sintió con claridad en la ciudad de Tokio, sin que por el momento se informara de daños.
Tampoco se han reportado daños en la central nuclear de Fukushima Daiichi, donde se lucha día y noche por refrigerar sus seis reactores, dañados por el terremoto de 9 grados Richter.
Desde el gran seísmo y posterior tsunami del día 11, que arrasó vastas zonas de la costa noreste, se han sucedido más de 700 réplicas en Japón, de ellas tres de más de 7 grados en la escala Richter, más de 60 superiores a 6 y unas 350 de más de 5 grados.

(Cubadebate Con información de EFE)

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