CHILE: Carretera Eléctrica
Columna de Juan Pablo Orrego.
La carretera eléctrica pública que el gobierno pretende apurar en el Parlamento, es 'mucho más de lo mismo', un concepto totalmente alineado con el modelo energético neo-liberal vigente en Chile. Gran parte de la sociedad chilena cuestiona hoy enérgicamente este sistema. Hay amplio consenso que el sector necesita una gran y profunda reforma: http://www.energiaciudadana.cl/temas/documentos
Hasta en Colbún lo dicen, pero probablemente lo que la empresa persigue con las reformas que reclama es la antítesis de lo que necesita la comunidad chilena. Esta carretera es parte del paradigma en el que lo grande es hermoso, y rentable, y 'eficiente'. De hecho, así es, pero solamente desde el punto de vista privado. Es cierto que los mega-proyectos generan economías de escala muy convenientes a las grandes empresas de producción y transmisión eléctrica, pero esto en el contexto de sistemas que permiten que éstas externalicen los impactos negativos en la sociedad en su conjunto, en las comunidades locales, y en los ecosistemas.
La alternativa sustentable es la generación distribuida a lo largo del territorio en base a sistemas que combinan inteligentemente fuentes renovables no-convencionales a muy menor escala, acercando la generación al consumo. Esto sólo se puede lograr con la diversificación de las fuentes y de los actores, con el fin de los oligopolios. En este modelo aggiornado, lo que se necesita son 'caminos locales de energía', y no mega-carreteras, ni autopistas eléctricas, sean éstas públicas o privadas.
En el norte, expertos como el norteamericano Jeremy Rifkin, promueven el internet de la energía, esquema futurístico en el cual cada casa, edificio, establecimiento, e industria debe generar parte, o la totalidad de su demanda, con fuentes renovables a su alcance. Escuché recientemente a Rifkin en una Universidad, en Freiburg, Alemania, donde su planteamiento fue aplaudido con entusiasmo por académicos y estudiantes, pese a lo utópico. Claro que Freiburg es una ciudad modelo en este sentido, que lleva la delantera en desarrollo eléctrico sustentable, y que puede hacerlo, porque en Alemania, en varios sectores, se practican las soluciones descentralizadas. Rifkin comentaba justamente que la descentralización es clave para el despliegue de la generación distribuida y el internet de la energía, y que es mucho más difícil que ocurra en países con regímenes autoritarios, agudamente centralizados, y con sectores energéticos oligopólicos, concentrados en muy pocas manos, como en Chile, o 100% estatales como en China. Es penoso constatar con qué exactitud éste análisis calza con nuestro país, y explica por qué estamos rezagados incluso en el uso eficiente de la energía, y atrasados en 40 años en el despliegue de las ERNC, en un territorio excepcionalmente rico en éstas.
Así, esta propuesta de Piñera, de Endesa y Colbún, y AES Gener, además de la frescura, es retrógrada. Pareciera que estas autoridades/empresarios con conflictos de interés, en términos del bien-país, quieren que Chile, ya totalmente atrasado en desarrollo energético, recule aún más. Es bastante paradójico que un gobierno de derecha esté dispuesto, en forma pionera desde la dictadura, a romper el dogma de la conveniencia de la privatización absoluta de las tres fases de la electricidad, y allanar, desde el sector público la servidumbre legal para esta carretera, justo cuando dos mega-proyectos –HidroAysén y Energía Austral... por ahora, podrían venir muchos más– están 'constipados' por la transmisión. O mejor dicho, no es paradójico, sino puro pragmatismo funcional al sistema: se trata de ayudar a los socios a salir adelante con sus mega-negocios.
Que se use el pretexto de que esta carretera serviría particularmente para evacuar la producción de futuras ERNC es un chiste. Una de las bondades de las ERNC es que se pueden ubicar local y estratégicamente cerca de la demanda, y así eliminar la necesidad de mega-líneas de transmisión... Varios medios tienen muy clara la movida. Cada vez que mencionan la carretera eléctrica pública, agregan "para conectar el proyecto HidroAysén al SIC." Pero la sociedad chilena cambió, el Parlamento está cambiando. La ciudadanía ya no comulga fácil con ruedas de carreta.
Ecólogo - Presidente de Ecosistemas - Coordinador Internacional del Consejo de Defensa de la Patagonia -
Imagenes: listadeaureus.blogspot.com - listadeaureus.blogspot.com
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Radio Universidad de Chile. Por Héctor Areyuna. Dirigentes de organizaciones acusan que apurar el envío del proyecto de ley que crea una carretera eléctrica pública significa acceder a los intereses de las generadoras. Al mismo tiempo, reclaman que no se avance en una alternativa al desarrollo energético ni se consideren las opciones que plantea la sociedad civil.
El Gobierno ha dejado ver su interés en apresurar el trámite legislativo para la construcción de una carretera eléctrica pública, anunciando que adelantará el envío del proyecto de ley para agosto y no para septiembre, como se había asegurado anteriormente.
Esto, luego de que el Presidente Sebastián Piñera y el ministro de Energía, Jorge Bunster, sostuvieran un almuerzo con los máximos ejecutivos del sector eléctrico, después de que Colbún sugiriera suspender la línea de transmisión del proyecto Hidroaysén y congelara su participación en la iniciativa.
Los hechos fueron observados con suspicacia desde el Consejo de Defensa de la Patagonia, ya que además de creer que esto es una cesión del Gobierno ante las presiones del empresariado, también puede ser interpretado como una acción tendiente a preparar un escenario propicio para la aprobación del megaproyecto en la Patagonia.
Juan Pablo Orrego, de Ecosistemas, hizo ver que "el proceso de trámite en el Parlamento sería larguísimo, más todo lo que sucedería en términos de reacciones de la ciudadanía. Creo que están bluffeando. Realmente no entiendo, están tratando de crear una realidad virtual, de tantear el ambiente, pero no pueden crear la carretera pública con una especie de golpe de Estado, no se puede hacer".
Orrego explicó que, en este sentido, es la primera vez que un Gobierno avanza en un proyecto de este tipo, que tendrá que modificar la Ley de Servicios Eléctricos y otras legislaciones que, aseguró, están "blindadas por la constitución de la dictadura".
El dirigente explicó que se debería apostar por un sistema de redes que funcione con líneas locales a menor escala, limitando el consumo, la producción y las características interregionales con las que contaría la carretera pública: "Lo que hoy está promoviendo gran parte de la sociedad, los expertos internacionales, senadores, diputados, es un sistema de generación distribuida con proyectos a mucho menor escala, con líneas de transmisión locales, no transregionales, que acerquen la generación al consumo, eliminando justamente la necesidad de grandes líneas de transmisión", dijo.
Por su parte, Patricio Segura, abogado del Consejo de Defensa de la Patagonia, junto con acusar al Gobierno de ceder a la presión de los empresarios, lamentó que enfatice sus coordinaciones con éstos y no con las organizaciones de la sociedad civil: "El ministro y el Gobierno están previendo una presión empresarial brutal por la inoperancia que ha tenido la política eléctrica para resolver los problemas de Chile. Es más, están en su legítimo derecho de que se adelante el proyecto, porque eso va a tener una discusión parlamentaria y democrática y ahí es donde esperamos dar nuestros puntos de vista a través de los parlamentarios que nos apoyan. Pero lo que encontramos un poco desequilibrado es que el Presidente se reúna con la plana mayor de los empresarios y no invite al mundo ciudadano que está en la otra cara de la medalla", indicó.
Patricio Rodrigo anunció que durante esta semana harán ver al Gobierno su malestar y solicitarán reuniones, asegurando que el proyecto de carretera eléctrica pública podría detenerse con una mayoría en contra en el Congreso, y sobre todo en el Senado.
Publicado en radio Universidad de Chile.