Zoom en la Redirección Ecológica: el método que nos invita a abandonar las tecnologías zombi

Desarrollo sostenible, RSE (responsabilidad social empresaria), transición ecológica... ¿y si estos conceptos estuvieran ya obsoletos ante los retos del Antropoceno? Tres profesores-investigadores proponen que las organizaciones vayan más allá, planteando su cierre y luego su reasignación. Más que una transición, es una redirección ecológica.

Por Natasia Hadjadji

Diego Landivar, Alexandre Monnin y Emmanuel Bonnet, tres profesores-investigadores de economía y humanidades digitales, han creado su laboratorio de ideas, Origens MediaLab, en Clermont-Ferrand, una de las principales zonas industriales de Francia. En la escuela de negocios ESC Clermont, forman a los líderes del mañana en los modelos de negocio del Antropoceno. Y los preparan hoy para anticipar y aplicar la reorientación ecológica, un proyecto estratégico e industrial que afecta a sectores enteros de la economía.
"Hay una brecha entre nuestro mundo, el mundo de nuestras instituciones sociales, políticas y económicas, y lo vivo, lo natural y lo no humano. Si queremos corregir la trayectoria del clima, para resolver un cierto número de problemas ecológicos, tenemos que volver a tejer, a coser este vínculo (...). En un momento en el que el desarrollo industrial amenaza la habitabilidad de la Tierra, e incluso puede provocar un "colapso", es necesario replantear radicalmente los enfoques de investigación. Este es el objetivo de las investigaciones realizadas por Origens Media Lab. Desde una perspectiva pragmática, ya no se trata sólo de componer la abundancia pluralista de los mundos en expansión: ahora debemos aprender a ocuparnos de los mundos que están en proceso de deshacerse.

¿Cómo aterrizar las organizaciones del Antropoceno y cerrar los futuros obsoletos? Alexandre Monnin, Emmanuel Bonnet y Diego Landivar identifican formas de filosofar, enseñar e investigar en el Antropoceno.
Qué es la redirección ecológica?
DIEGO LANDIVAR, ALEXANDRE MONNIN, EMMANUEL BONNET:
Defendemos la idea de que las organizaciones, las instituciones y las infraestructuras del capitalismo deben reorientarse en sus estrategias y en su existencia, debido a los desafíos ligados al Antropoceno. Se trata de una redirección ecológica. Cuando formulamos este concepto, teníamos claro que no hablábamos de transición ecológica, porque esta idea se basa en una serie de subcomprensiones que pretendemos superar.
¿Cómo va este concepto más allá del de transición ecológica?
D. L. , A. M. , E. B. :
En el paradigma de la transición ecológica, el problema de los límites planetarios y climáticos se considera ante todo un problema de medios: nuestros modos de producción e intercambio de energía, bienes y servicios están sucios y se trata de mejorarlos. En el marco conceptual de la redirección ecológica, vemos estos límites como un problema de fines que concierne directamente a las condiciones de existencia y subsistencia en la Tierra.
En segundo lugar, la transición ecológica se basa en la idea de que un horizonte de continuidad es naturalmente posible, si no absolutamente imperativo, entre el desarrollo económico y la ecología. Sin embargo, en la redirección ecológica se cuestiona la posibilidad de esta continuación. Creemos que tenemos que hacer concesiones, o incluso renunciar, antes de poder imaginar la conciliación de la economía y la ecología. Y debemos, en primer lugar, renunciar a la idea de que esta reconciliación será perfecta. Los "protocolos de renuncia" son, por tanto, uno de los principales aspectos operativos de nuestro concepto de reorientación ecológica. El reto de este método es alinear las organizaciones e instituciones con los límites planetarios y los entornos ecológicos. Las organizaciones tendrán que tomar decisiones que no serán ni agradables ni claras; generarán importantes costes económicos y sociales que ya deberíamos anticipar.
Por último, la transición ecológica implica una ingeniería de optimización basada en la idea de que es posible mejorar los medios de producción e intercambio. A la inversa, la redirección ecológica es una operación que conduce a una ingeniería de la renuncia, el cierre y luego la reasignación.
Concretamente, ¿a qué sectores de la economía afecta la redirección ecológica hoy en día?
D. L. , A. M. , E. B. :
Neumáticos. El coche de combustible fósil. La aviación tradicional. Una gran proporción de objetos conectados, smartphones y ordenadores. Para ello, utilizamos la idea de "tecnología zombi", acuñada por el físico José Halloy. Las "tecnologías zombis" son aquellas que intentamos mantener vivas en la medida de lo posible, porque generan crecimiento económico y rentabilidad financiera a gran escala. Sin embargo, desde el punto de vista de los límites planetarios y la disponibilidad de recursos, están condenados.
Vivimos en un mundo de tecnologías zombis. Es asombroso que casi todo lo que nos rodea sea objeto de un rediseño completo. Por eso decimos que el sector del rediseño ecológico es sin duda el mayor sector económico latente del mundo. Todavía no existe, pero su peso económico sería importante.
Hemos sido condicionados por un paradigma de acceso que hace que todo servicio u objeto esté disponible casi inmediatamente. ¿Cómo podemos concienciar sobre este contraparadigma de la renuncia?
D. L. , A. M. , E. B. :
Para conseguirlo, contemplamos varios escenarios. La primera tiene que ver con la renuncia voluntaria a las organizaciones y comunidades dirigidas por lo que llamamos "jefes colapsados" o "gestores públicos colapsados". Se trata de personas que ya han evolucionado enormemente y que están preparadas para pasar a otro nivel que no sea el de los incentivos, la compensación, el desarrollo sostenible o la RSE. Ya consideran que estos paradigmas son obsoletos. Por tanto, la siguiente etapa es la de la renuncia, y apoyamos a estos organismos públicos, ciudades o empresas en la aplicación de los protocolos adecuados. Por ejemplo, estamos trabajando en la renuncia a los coches o a las piscinas individuales en las ciudades contaminantes; en la renuncia al glifosato a gran escala en el caso de las grandes empresas o cooperativas agrícolas; o en la renuncia a tecnologías que aún no han llegado, como el 5G o la robotización en las empresas. En una ocasión, el dueño de una fábrica nos dijo que sus superiores querían poner en marcha un programa de robotización, pero que le parecía una tontería desde el punto de vista ecológico y social. Le ayudamos a diseñar "coaliciones" y a formar un argumento para enfrentarse a las decisiones de su consejo de administración.
¿Cuáles son los otros casos, especialmente cuando esta renuncia no es voluntaria?
D. L. , A. M. , E. B. :
Hoy, sectores enteros de la economía están amenazados en su ADN, en su posicionamiento económico y financiero, debido a la irrupción del Antropoceno. Es el caso, por ejemplo, de las estaciones de esquí o las empresas vinculadas a los deportes de invierno, amenazadas por el deshielo de los glaciares y el calentamiento global. De manera más general, todos los negocios basados en un modelo extractivista desde el punto de vista de los recursos naturales están amenazados (un reciente informe del Shift Project señala que es probable que la Unión Europea se quede sin petróleo en 2030, lo que será un factor importante de limitación de la economía según este informe).
A nivel mundial, la redirección ecológica no es sólo una consideración ética, sino una cuestión industrial y estratégica de primer orden. Por ello, ofrecemos formación para explicarlo a empresarios y empresas. En segundo lugar, intentamos demostrar que este nuevo paradigma es fértil desde el punto de vista de la innovación. Por eso utilizamos mucho el diseño, porque nos permite construir protocolos de intervención que nos permitan cambiar la contabilidad de una empresa, las herramientas de gestión o las relaciones de gobierno. Estas cuestiones no pueden reducirse a una confrontación entre ideologías o grandes relatos políticos, es sobre todo una cuestión de método.
¿Cuáles son entonces los posibles modelos de negocio en el Antropoceno?
D. L. , A. M. , E. B. : Para empezar, es importante pensar en términos de poscrecimiento, o a-crecimiento. A partir de ahí, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿qué es una empresa que ya no piensa en términos de crecimiento o rentabilidad financiera de año en año? En la actualidad, algunas empresas están aplicando los llamados "modelos de negocio estables", es decir, modelos de crecimiento cero. El objetivo no es obtener beneficios, sino generar la misma actividad año tras año. Es el caso, por ejemplo, de la empresa Premium Cola en Alemania. O el grupo Mondragón en España, que ha renunciado a la noción de beneficio, porque implica demasiada explotación de recursos y grupos sociales. En el marco de los protocolos de renuncia, también diseñamos instrumentos de dirección que incorporan indicadores extrafinancieros. Por ejemplo, volvemos a partir de modelos como la contabilidad CARE o la contabilidad de triple resultado, yendo más allá, porque no consideramos necesariamente la ecología como un capital. Es muy importante que evitemos representar el mundo, la naturaleza, mediante herramientas conceptuales y un vocabulario que ya está marcado por un problema ecológico.
Nuestro objetivo es que los estudiantes y las organizaciones a las que acompañamos experimenten los límites planetarios de manera sensible, que los domesticen y que luego inicien los arbitrajes que conciernen a sus sectores.

Fuente: Fuente: Ladn - https://www.climaterra.org/post/zoom-en-la-redirección-ecológica-el-método-que-nos-invita-a-abandonar-las-tecnolog%C3%ADas-zombi

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