¿Hasta donde podemos ir más alla de los límites del Planeta?
Por Aurélien Boutaud, Natacha Gondran
El sistema terrestre lleva 11.000 años funcionando bajo el régimen del Holoceno
Para responder a estas preguntas, recordemos que los investigadores que estudian los límites planetarios proceden de un campo disciplinario denominado ciencias del sistema terrestre. Estas ciencias entienden el planeta como una entidad que implica complejas interacciones entre la atmósfera, la litosfera, la hidrosfera y la biosfera (el mundo vivo). Y, como cualquier sistema, la Tierra tiene capacidades de adaptación que le permiten mantener un estado de equilibrio dinámico entre estos elementos: este estado de estabilidad relativa se denomina régimen. Pero a veces este equilibrio se rompe hasta el punto de que el sistema terrestre empieza a funcionar de forma muy diferente.
Por ejemplo, la Era Cuaternaria (que comenzó hace unos 2,6 millones de años) está marcada por cambios regulares en los patrones climáticos. Debido a las variaciones de la posición de la Tierra respecto al Sol, el clima de nuestro planeta pasa regularmente de un régimen glacial (que puede durar hasta 100.000 años) a un régimen interglacial (que suele ser más corto).
Así pues, llevamos más de 10.000 años viviendo en un régimen del sistema terrestre que los geólogos llaman Holoceno.
El régimen del Holoceno ha demostrado ser especialmente favorable para el florecimiento de la especie humana. La buena noticia es que se espera que este régimen dure más de 10.000 años. La mala noticia es que estamos amenazando el equilibrio de este régimen. En otras palabras, estamos a punto de cruzar un punto de inflexión.
Gran parte de la literatura científica sobre los límites planetarios se basa en este concepto de punto de inflexión. ¿De qué se trata?
En
un régimen como el del Holoceno, el ecosistema de la Tierra tiene
capacidades de regulación que le permiten absorber las perturbaciones,
las llamadas retroalimentaciones negativas. Por ejemplo, si las
emisiones de CO2 aumentan de forma anormal, los océanos secuestrarán
parte de ese CO2 y limitarán así las perturbaciones climáticas. Por
desgracia, estos amortiguadores pueden romperse, como una banda elástica
que se ha estirado demasiado. Entonces entrarán en juego
las retroalimentaciones positivas.
Por ejemplo, al calentarse, el
permafrost liberará grandes cantidades de metano a la atmósfera, lo que
aumentará el efecto invernadero y, por tanto, el calentamiento. Una vez
desencadenados, estos fenómenos amplificarán y acelerarán la agitación,
hasta el punto de hacer imposible la vuelta a la normalidad. El cambio
de régimen es entonces inevitable: el clima encontrará un nuevo punto de
equilibrio, caracterizado por un efecto invernadero y una temperatura
muy superior a la del Holoceno.
Algunos científicos hablan del
escenario de un régimen climático de invernadero caliente, que tendría
efectos catastróficos en todas las variables del sistema terrestre.
¡Cuidado, cruzar un límite planetario no es lo mismo que cruzar un límite!
Sin
embargo, los científicos se enfrentan a un gran problema: es
extremadamente difícil determinar con precisión cuándo se produce un
punto de inflexión.
Los científicos son conscientes de los peligros
de cruzar ese límite e instan a los responsables de la toma de
decisiones a evitar cruzar el límite inferior de la incertidumbre. Es
este límite inferior el que proponen llamar límite planetario.
Para
entender mejor la diferencia entre la frontera y el límite, imaginemos
el caso de un lago helado en el que el grosor del hielo se hace más fino
a medida que nos alejamos de la orilla. Aunque conozcamos el grosor del
hielo en varios puntos, es muy difícil determinar a qué distancia se
romperá el hielo bajo el peso de una persona. Como mucho, puede decirse
que más allá de cinco metros, por ejemplo, hay riesgo. Este valor
equivale a un límite.
En
cuanto al clima, la modelización muestra que por debajo de una
concentración de 350 ppm de CO2 en la atmósfera, el régimen del Holoceno
no está amenazado. En cambio, por encima de 500 ppm el cambio climático es casi seguro. El límite planetario se encuentra en algún lugar entre estos dos polos.Ya hemos superado la marca de 420 ppm: por tanto, hemos cruzado el límite planetario del clima. Pero,
¿hemos cruzado el punto de inflexión? Eso sigue siendo un misterio. Lo
único que sabemos con seguridad es que estamos jugando con fuego. Un
poco como una persona que decidiera atravesar un lago congelado más allá
de la zona de seguridad mencionada anteriormente…
Más allá del clima, ya se han cruzado varias fronteras planetarias
Esto
es aún más preocupante porque el clima no es el único elemento del
sistema terrestre que se está viendo gravemente afectado.
La
biodiversidad, que determina la resistencia de la biosfera, está
peligrosamente amenazada. Los ciclos biogeoquímicos del nitrógeno y el
fósforo se han visto profundamente alterados por la agricultura
intensiva, hasta el punto de crear vastas zonas muertas en los océanos.
La deforestación ha provocado desequilibrios en los ciclos del agua y
del clima que ahora están adquiriendo una dimensión global.
Más
recientemente, se ha señalado el impacto de los contaminantes químicos,
así como el preocupante descenso del contenido de agua en el suelo.
De
las nueve variables globales que se monitorizan actualmente, cinco
tienen violaciones documentadas de los límites, e incluso seis, si
tenemos en cuenta el estudio publicado más reciente.
Esto
no significa que lo peor sea seguro. Pero el aumento de estas alarmas
debería alertarnos claramente de que estamos a punto de salir del
Holoceno con consecuencias catastróficas.
La transición no sólo debe ser climática, sino también ecosistémica
¿Qué lecciones podemos extraer para las sociedades humanas?
En
primer lugar, debemos comprender que el clima es fundamental para
mantener el equilibrio planetario y que es urgente detener las emisiones
antropogénicas de gases de efecto invernadero.
En segundo lugar,
debemos tener en cuenta las múltiples dimensiones del problema. Porque, a
pesar de su importancia, la resolución del cambio climático no debe
lograrse a expensas de otras variables globales. Por ejemplo, aumentar
masivamente el uso de la biomasa u oscurecer la atmósfera para limitar
la radiación solar podría tener efectos catastróficos en otras variables
fundamentales del sistema terrestre.
Por último, probablemente
deberíamos favorecer soluciones que aborden la raíz del problema,
dejando de imaginar que podremos superar los límites planetarios sólo
con la tecnología.
Respetar estos límites requiere tanta innovación
económica, social, cultural, política y geopolítica. En otras palabras,
se trata sin duda de superar otro límite: el de nuestra imaginación.
Aurélien Boutaud, investigador asociado de la UMR 5600 EVS, Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS)
Natacha
Gondran, profesora de Evaluación Ambiental, UMR 5600 Environnement
Ville Société, Mines Saint-Etienne – Institut Mines-Télécom
Testo original: https://theconversation.com/jusqua-quand-pourrons-nous-depasser-les-limites-planetaires-183781
Traducción : viento sur
Fuente: https://vientosur.info/hasta-donde-podemos-ir-mas-alla-de-los-limites-del-planeta/ Imagen de portada: Getty Images