¿Hasta donde podemos ir más alla de los límites del Planeta?

En los últimos meses, varios artículos científicos han llamado la atención sobre el hecho de que se han superado nuevos límites planetarios. Muchos medios de comunicación se han hecho eco de esta preocupante información. Pero, ¿qué significan estos famosos límites? ¿Cómo debemos interpretar estos excesos? Y, por último, ¿debemos preocuparnos realmente?

Por Aurélien Boutaud, Natacha Gondran

El sistema terrestre lleva 11.000 años funcionando bajo el régimen del Holoceno
Para responder a estas preguntas, recordemos que los investigadores que estudian los límites planetarios proceden de un campo disciplinario denominado ciencias del sistema terrestre. Estas ciencias entienden el planeta como una entidad que implica complejas interacciones entre la atmósfera, la litosfera, la hidrosfera y la biosfera (el mundo vivo). Y, como cualquier sistema, la Tierra tiene capacidades de adaptación que le permiten mantener un estado de equilibrio dinámico entre estos elementos: este estado de estabilidad relativa se denomina régimen. Pero a veces este equilibrio se rompe hasta el punto de que el sistema terrestre empieza a funcionar de forma muy diferente.
Por ejemplo, la Era Cuaternaria (que comenzó hace unos 2,6 millones de años) está marcada por cambios regulares en los patrones climáticos. Debido a las variaciones de la posición de la Tierra respecto al Sol, el clima de nuestro planeta pasa regularmente de un régimen glacial (que puede durar hasta 100.000 años) a un régimen interglacial (que suele ser más corto).
Así pues, llevamos más de 10.000 años viviendo en un régimen del sistema terrestre que los geólogos llaman Holoceno.
El régimen del Holoceno ha demostrado ser especialmente favorable para el florecimiento de la especie humana. La buena noticia es que se espera que este régimen dure más de 10.000 años. La mala noticia es que estamos amenazando el equilibrio de este régimen. En otras palabras, estamos a punto de cruzar un punto de inflexión.
Cruzar un límite planetario significa cruzar un punto de inflexión que nos saca del Holoceno
Gran parte de la literatura científica sobre los límites planetarios se basa en este concepto de punto de inflexión. ¿De qué se trata?
 

En un régimen como el del Holoceno, el ecosistema de la Tierra tiene capacidades de regulación que le permiten absorber las perturbaciones, las llamadas retroalimentaciones negativas. Por ejemplo, si las emisiones de CO2 aumentan de forma anormal, los océanos secuestrarán parte de ese CO2 y limitarán así las perturbaciones climáticas. Por desgracia, estos amortiguadores pueden romperse, como una banda elástica que se ha estirado demasiado. Entonces entrarán en juego las retroalimentaciones positivas.
Por ejemplo, al calentarse, el permafrost liberará grandes cantidades de metano a la atmósfera, lo que aumentará el efecto invernadero y, por tanto, el calentamiento. Una vez desencadenados, estos fenómenos amplificarán y acelerarán la agitación, hasta el punto de hacer imposible la vuelta a la normalidad. El cambio de régimen es entonces inevitable: el clima encontrará un nuevo punto de equilibrio, caracterizado por un efecto invernadero y una temperatura muy superior a la del Holoceno.
Algunos científicos hablan del escenario de un régimen climático de invernadero caliente, que tendría efectos catastróficos en todas las variables del sistema terrestre.
¡Cuidado, cruzar un límite planetario no es lo mismo que cruzar un límite!
Sin embargo, los científicos se enfrentan a un gran problema: es extremadamente difícil determinar con precisión cuándo se produce un punto de inflexión.
Los científicos son conscientes de los peligros de cruzar ese límite e instan a los responsables de la toma de decisiones a evitar cruzar el límite inferior de la incertidumbre. Es este límite inferior el que proponen llamar límite planetario.
Para entender mejor la diferencia entre la frontera y el límite, imaginemos el caso de un lago helado en el que el grosor del hielo se hace más fino a medida que nos alejamos de la orilla. Aunque conozcamos el grosor del hielo en varios puntos, es muy difícil determinar a qué distancia se romperá el hielo bajo el peso de una persona. Como mucho, puede decirse que más allá de cinco metros, por ejemplo, hay riesgo. Este valor equivale a un límite.

En cuanto al clima, la modelización muestra que por debajo de una concentración de 350 ppm de CO2 en la atmósfera, el régimen del Holoceno no está amenazado. En cambio, por encima de 500 ppm el cambio climático es casi seguro. El límite planetario se encuentra en algún lugar entre estos dos polos.Ya hemos superado la marca de 420 ppm: por tanto, hemos cruzado el límite planetario del clima. Pero, ¿hemos cruzado el punto de inflexión? Eso sigue siendo un misterio. Lo único que sabemos con seguridad es que estamos jugando con fuego. Un poco como una persona que decidiera atravesar un lago congelado más allá de la zona de seguridad mencionada anteriormente…
Más allá del clima, ya se han cruzado varias fronteras planetarias
Esto es aún más preocupante porque el clima no es el único elemento del sistema terrestre que se está viendo gravemente afectado.
La biodiversidad, que determina la resistencia de la biosfera, está peligrosamente amenazada. Los ciclos biogeoquímicos del nitrógeno y el fósforo se han visto profundamente alterados por la agricultura intensiva, hasta el punto de crear vastas zonas muertas en los océanos. La deforestación ha provocado desequilibrios en los ciclos del agua y del clima que ahora están adquiriendo una dimensión global.
Más recientemente, se ha señalado el impacto de los contaminantes químicos, así como el preocupante descenso del contenido de agua en el suelo.
De las nueve variables globales que se monitorizan actualmente, cinco tienen violaciones documentadas de los límites, e incluso seis, si tenemos en cuenta el estudio publicado más reciente.

De las 9 variables del sistema terrestre que se controlan, al menos 5 están ahora sujetas al cruce de límites globales. Centro de Resiliencia de Estocolmo, CC BY

Esto no significa que lo peor sea seguro. Pero el aumento de estas alarmas debería alertarnos claramente de que estamos a punto de salir del Holoceno con consecuencias catastróficas.
La transición no sólo debe ser climática, sino también ecosistémica
¿Qué lecciones podemos extraer para las sociedades humanas?

En primer lugar, debemos comprender que el clima es fundamental para mantener el equilibrio planetario y que es urgente detener las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta las múltiples dimensiones del problema. Porque, a pesar de su importancia, la resolución del cambio climático no debe lograrse a expensas de otras variables globales. Por ejemplo, aumentar masivamente el uso de la biomasa u oscurecer la atmósfera para limitar la radiación solar podría tener efectos catastróficos en otras variables fundamentales del sistema terrestre.
Por último, probablemente deberíamos favorecer soluciones que aborden la raíz del problema, dejando de imaginar que podremos superar los límites planetarios sólo con la tecnología.
Respetar estos límites requiere tanta innovación económica, social, cultural, política y geopolítica. En otras palabras, se trata sin duda de superar otro límite: el de nuestra imaginación.

Aurélien Boutaud, investigador asociado de la UMR 5600 EVS, Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS)
Natacha Gondran, profesora de Evaluación Ambiental, UMR 5600 Environnement Ville Société, Mines Saint-Etienne – Institut Mines-Télécom
Testo original: https://theconversation.com/jusqua-quand-pourrons-nous-depasser-les-limites-planetaires-183781
Traducción : viento sur
Fuente: https://vientosur.info/hasta-donde-podemos-ir-mas-alla-de-los-limites-del-planeta/ Imagen de portada: Getty Images

 

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