Argentina / Córdoba: Ojalá las lágrimas apagaran el incendio

2024 arde Córdoba, como en el 2020. Como cada año el agronegocio, el desarrollismo inmobiliario y las obras de infraestructura de las rutas del saqueo, arrasan con el monte.La Sociedad Rural planea modificar la Ley Provincial de Bosques Nativos para obtener legalidad en seguir avanzando sobre el monte para producir cultivos transgénicos y alimentar cría de animales en feedlots y también producir agrocombustibles. Mientras tanto avanzan con fuego, provocando y magnificando incendios que dejan descontrolar. Y de esta catástrofe le echan la culpa al monte: acumulación de material combustible que hace que el fuego se propague, sumado a las condiciones de extrema sequía por el cambio climático. Ojalá las lágrimas apagaran el incendio.

Por Celeste Rumie / Brigada Forestal Comunitaria Chiguanca desde Luyaba, Traslasierra.


En la provincia somos alrededor de 25 Brigadas Forestales Comunitarias y la mayoría nos conformamos en el 2020 como respuesta a la desidia estatal que dejó que el monte arda. Nos conformamos en Brigadas Comunitarias independientes del Plan de Manejo del Fuego porque nuestra prioridad es el monte nativo y las cuencas hídricas, la casa común que habitamos junto a las especies no humanas. El ecosistema que posibilita la vida de calidad en el planeta.
Todo incendio es político
En el 2021, el entonces gobernador Schiaretti, creó las ETAC: Equipos Técnicos Ante Catástrofes, para supuestamente, dar respuesta a los incendios. Y desfinanciando aún más a los cuarteles de Bomberos Voluntarios.
Lo cierto es que desde su creación, ETAC hizo uso y abuso de la «táctica» denominada «contrafuego». Básicamente es: en una línea de cortafuego (que es una brecha que se hace hasta suelo mineral), o una calle, etc, prender fuego hacia donde el incendio avanza para que se encuentren fuego con fuego, y con la ayuda de tareas de enfriamiento y sofocación, se extingue o disminuye el foco principal. Esto se usa cuando un incendio es tan grande que se complica «combatirlo» de otras formas.  Pero casi nunca están dadas las condiciones para hacer esa «táctica» porque la topografía del lugar, las condiciones meteorológicas y el tipo de vegetación, no lo permiten.
Por eso las Brigadas Forestales Comunitarias denunciamos que lo que el Plan de Manejo del Fuego hace, es justamente manejar el fuego para que se siga prendiendo todo.En el territorio de punilla tanto brigadistas como vecines, están viendo cómo ETAC está haciendo contrafuegos y los incendios continúan en descontrol. Múltiples videos y audios circulan atestiguando esto.
Ojalá las lágrimas apagaran el incendio.
Desde el miércoles 18 hay incendio constante en punilla; desde el jueves 19, en Chancaní, Traslasierra y desde el sábado 21, en Calamuchita.
En el valle de Traslasierra, el incendio inició (supuestamente por caída del tendido eléctrico por el viento) en la zona de los túneles de Taninga, emblemático paisaje muy visitado turísticamente por su belleza y vista de la Reserva Provincial Chancaní, un área de protección de monte nativo en muy alto valor de conservación, de los pocos que quedan en la provincia. El incendio no sólo está afectando la parte de serranía de la Reserva sino que también se propagó hacia otras direcciones afectando alrededor de 4000 ha en ese territorio, según se calcula por imágenes satelitales.
Ojalá las lágrimas apagaran el incendio.
Por su magnitud, el incendio que mayor atención tiene por estos días es el del Valle de Punilla que iniciaron el miércoles 18 en Dolores y el jueves se descontroló yendo hacia Capilla del Monte. Desde allí siguió avanzando al sur, al este pasando hacia Sierras Chicas y al oeste hacia el Paraje Pinto y San Marcos Sierra. La Red de Brigadas Comunitarias, que se conforma por muchas de las Brigadas de Córdoba, mantiene activas las BOC (Base Operativa Comunitaria) en distintos puntos de Punilla. Las Brigadas Comunitarias, en estos años, hemos logrado legitimidad en la comunidad que apoya y sostiene de muchas formas, ya que no todo es ir al fuego; sin las innumerables tareas operativas y logísticas, las cuadrillas no podrían ocuparse del incendio.
Todo incendio es político. Se está reclamando al gobernador Llaryora que declare la Emergencia Nacional para que se dispongan los recursos de nación, tanto personal como vehículos, aviones hidrantes y helicópteros. Pero la versión oficial es que no es necesario porque los incendios están controlados; claro que sí, se está controlando y manejando que sigan quemando monte, casas, animales.
Ojalá las lágrimas apagaran el incendio.
Son alrededor de 35000 ha afectadas por el incendio en Punilla y Sierras Chicas, según imágenes satelitales. Y alrededor de 2500 en Calamuchita. Sumadas a las de Traslasierra de estos días, son más de 40000 en la provincia.
Ojalá las lágrimas apagaran el incendio…
Las Brigadas Comunitarias nos organizamos, capacitamos, equipamos durante todo el año. En cada incendio transformamos el dolor, la angustia y la bronca en organización, cooperación y cuidado: del monte, de nosotres, de la vida. En el encuentro y el abrazo nos sostenemos y el espanto que nos unió se vuelve encanto de estar juntes de este lado de la vida.Pero como dijo Pablo, un compa brigadista de Traslasierra en el cierre de BOC del incendio de Travesía en julio de este año, no es una fiesta estar en una Brigada, no es lo deseado; en el sentido de que somos el intento por frenar el ecocidio que avasalla, en el sentido de que somos muchas voluntades pequeñitas juntas y organizadas contra un gigante del que el Estado es cómplice, en el sentido de que en lo profundo no queremos estar apagando el fuego, queremos ir a la raíz de lo que lo engendra. Antropocentrismo, patriarcado, capitalismo.
Donde hubo incendio, habrá monte!!!
Aunque no es lo deseado tener que estar corriendo por todo el territorio poniendo palos en la rueda al extractivismo, considero que acercarse a una BOC es el mejor momento para conocer cómo trabajamos las Brigadas Comunitarias; cómo aprovechamos las donaciones y aportes económicos, ya que tenemos organización autogestiva y horizontal, no recibimos fondos del Estado ni de empresas que pretenden hacer greenwashing (lavado «verde» de dinero, transfiriendo fondos a ongs u organizaciones sociales para percibir reducción en el impuesto a las ganancias); acercarse a la BOC para involucrarnos y sacudirnos la mentira que nos hicieron creer: que no podemos hacer nada.
¿Qué hacer después de un incendio?
Un área quemada es una herida abierta, no sólo en el sentido poético. Por ello, mejor no caminar ni pisotear la herida, como no te pasarías una lija por una llaga. Es mejor dejar pasar un tiempo, pueden ser algunos meses y algunas lluvias, y que cicatrice. Sí cuidar y controlar que no proliferen las especies exóticas. Organizarnos, calmar los propios fuegos internos y encontrarnos en lo que nos iguala, en lo que cuidamos. Comprender que somos posibles sí y sólo sí en lo que llamamos «naturaleza» como algo distinto a nuestro ser.
No queremos ser más esta humanidad
Desde el 2020 que comencé a participar en los incendios, cada vez que desarmamos una Base y experimento la gratitud por lo compartido, repaso miles de micro escenas amorosas que me quedan en la piel y ojos, sospecho que el fuego, como elemento sagrado de transmutación, se manifiesta para que nos transformamos, para que no sea necesario otro incendio y encontrarnos en el encanto, no en el espanto. Somos hebras de la trama que es la vida, lo que le hacemos a una parte del tejido, nos lo hacemos.
 
 Fuente: https://www.anred.org/2024/09/24/ojala-las-lagrimas-apagaran-el-incendio/

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