La hipótesis Gaia
Entropía
Gaia es la Tierra vista como un sistema singular, una entidad viva, en la que, como ocurre con otros organismos vivos, su composición química y su temperatura se autorregulan de acuerdo con el estado más favorable para la vida.
La hipótesis Gaia considera la evolución de los organismos como algo tan estrechamente emparejado con la evolución de su medio ambiente físico y químico, que juntos forman un único proceso evolutivo, que es autorregulador.
Por tanto, el clima, la composición de las rocas, el aire y los océanos no vienen dados simplemente por la geología; también son consecuencia de la presencia de la vida. A través de la incesante actividad de los organismos vivos, las condiciones en el planeta se han mantenido favorables para la persistencia de la vida durante los últimos 3.600 millones de años.
Gaia sería un organismo vivo que utiliza la energía solar y realiza un metabolismo a escala planetaria. Un tipo de energía libre de grado alto, como la luz del sol, reduce su gradiente dentro de los límites del espacio planetario, y excreta energía de grado bajo, como rayos infrarrojos al espacio.
La Tierra parece tener una atmósfera que retiene justo la cantidad correcta de calor para mantener un clima cómodo para los organismos vivos, y ha sido así desde la aparición de la vida. Las bacterias han creado y mantenido los organismos vivos, interrelacionándose químicamente con el medio ambiente para crear unas condiciones lo más favorables posibles para la vida mediante en un proceso evolutivo – la simbiogénesis-, que permitiera el mantenimiento de Gaia.
Para saber más: Microcosmos. Lynn Margulis. - Gaia. James Lovelock
Gaia es la Tierra vista como un sistema singular, una entidad viva, en la que, como ocurre con otros organismos vivos, su composición química y su temperatura se autorregulan de acuerdo con el estado más favorable para la vida.
La hipótesis Gaia considera la evolución de los organismos como algo tan estrechamente emparejado con la evolución de su medio ambiente físico y químico, que juntos forman un único proceso evolutivo, que es autorregulador.
Por tanto, el clima, la composición de las rocas, el aire y los océanos no vienen dados simplemente por la geología; también son consecuencia de la presencia de la vida. A través de la incesante actividad de los organismos vivos, las condiciones en el planeta se han mantenido favorables para la persistencia de la vida durante los últimos 3.600 millones de años.
Gaia sería un organismo vivo que utiliza la energía solar y realiza un metabolismo a escala planetaria. Un tipo de energía libre de grado alto, como la luz del sol, reduce su gradiente dentro de los límites del espacio planetario, y excreta energía de grado bajo, como rayos infrarrojos al espacio.
La Tierra parece tener una atmósfera que retiene justo la cantidad correcta de calor para mantener un clima cómodo para los organismos vivos, y ha sido así desde la aparición de la vida. Las bacterias han creado y mantenido los organismos vivos, interrelacionándose químicamente con el medio ambiente para crear unas condiciones lo más favorables posibles para la vida mediante en un proceso evolutivo – la simbiogénesis-, que permitiera el mantenimiento de Gaia.
Para saber más: Microcosmos. Lynn Margulis. - Gaia. James Lovelock