En la Amazonía nadie cree en la palabra de los políticos

 

Aunque se firmó un compromiso ambicioso respecto a la deforestación y ha sido aplaudido mundialmente, Latinoamérica, y el mundo en general, no parece ser capaz de cumplirlo. Varios expertos sobre cambio climático advirtieron que ya se había firmado un pacto similar en 2014, pacto que falló estruendosamente en su intento de frenar la deforestación. Hicieron hincapié en que, antes de asumir un pacto nuevo, deben cumplirse estos compromisos adquiridos anteriormente.


Francesc Badia I Dalmases


En los países latinoamericanos, las tasas de deforestación aumentaron en los últimos dos años y los intereses privados y públicos han permitido que sectores como del agronegocio, el que más emisiones de carbono genera, avancen sin ningún pudor.

Para quienes viven en los territorios indígenas de la Amazonía, los compromisos asumidos por los líderes mundiales en la COP26 para hacer frente a la lacra de la deforestación suenan a hueco. A medida que aumenta la destrucción de la mayor selva tropical del mundo, la promesa de 19.000 millones de dólares para acabar con la deforestación y revertirla parece insuficiente y poco creíble.

Los supuestos líderes mundiales hacen estas grandiosas declaraciones en eventos internacionales en un esfuerzo por asegurarse un lugar en el lado correcto de la historia. Pero acto seguido, suelen demostrar una total falta de voluntad política para hacer realidad esos compromisos. 

Eso, y el carácter NO-vinculante de los acuerdos, significa que lo que dicen en la escena internacional contrasta radicalmente con lo que ocurre cuando vuelven a casa.


En toda América Latina, las grandes empresas extractivas están acostumbradas a comprar la realidad política o a sobornar los políticos. 

Saben perfectamente que sus acciones, aunque sean contrarias a los compromisos medioambientales de la legislación vigente, se llevarán a cabo sin obstáculos. Gran parte de ello se debe a la impunidad judicial de la que gozan y a su estrecha relación con los demás grupos de poder en las sombras  y con las volubles autoridades locales y nacionales.



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