Con reciclar no alcanza

A nadie se le escapa la grave situación de contaminación que ha provocado el uso y abuso del plástico a escala planetaria. Esta semana, el primer ser humano en sumergirse en la Fosa de las Marianas, a más de 10 km de profundidad en el océano Pacífico, descubría restos plásticos en ese lugar. La situación es tan preocupante que los geólogos estamos debatiendo seriamente en cambiar de época: del actual periodo geológico del Holoceno al Antropoceno (o como ya se va conociendo informalmente “Plasticoceno”).
 
Con semejante panorama, las soluciones deben ser drásticas y rápidas. Tenemos que cambiar nuestra manera de consumir y la forma en que adquirimos nuestros bienes. Sin embargo, los responsables de este desastre, empresas que fabrican, venden y distribuyen estos envases de un solo uso (con la permisividad de las administraciones), muestran poco o nulo interés para reducir la contaminación que provocan.
Todos ellos pretenden seguir con su negocio y como única alternativa plantean que sus productos plásticos sean reciclables. ¿Solo eso? Como demostró Greenpeace en su último informe “Maldito Plástico: reciclar no es suficiente” únicamente con el reciclaje no lograremos dar respuesta a la contaminación que sufre el planeta a causa del plástico. En España, solo el 25,4% de los envases plásticos se recuperan, el resto termina contaminando el entorno (enterrados, incinerados, exportados o arrojados al medio ambiente).
Ciudades libres de plástico
Ante la magnitud del problema, desde Greenpeace pedimos a los ayuntamientos que adopten políticas municipales encaminadas a modificar el modelo de consumo en la ciudades y reducir los residuos que generan. Estas medidas podrían ir desde que todos los edificios y eventos municipales sean libres de plásticos desechables, pasando por la recogida puerta a puerta de residuos, hasta poner en marcha un Sistema de Depósito, Devolución y Recuperación para favorecer el uso de envases reutilizables.
Las soluciones tienen que venir de la mano de todos los actores implicados en el problema: empresas, supermercados, gobiernos y ciudadanía. Es necesario un serio cambio de mentalidad que acabe con el “usar y tirar” y que fomente la cultura de la reparabilidad, la reutilización y el intercambio. Esto no implica que dejemos de separar nuestros residuos, hay que hacerlo más y mejor. Pero esto se tiene que complementar con reducir y cambiar radicalmente nuestro modo de consumir.
Con semejante panorama, las soluciones deben ser drásticas y rápidas. Tenemos que cambiar nuestra manera de consumir y la forma en que adquirimos nuestros bienes.

Por: ECOticias.com / Red / Agencia

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