Google avala y subvenciona a negacionistas de la crisis climática: La compañía no ve contradicción entre pagar a esos grupos y mantener una política de lucha por el clima

Myron Ebell –en caso de no conocerlo o de no seguirlo en la Fox, basta con googlear para saber quién es, de dónde viene y adónde va– es el director de política energética y medioambiental del Competitive Enterprise Institute. Hace 20 años, intuyendo lo que se aproximaba, colaboró en la fundación de Cooler Heads Coalition, grupo integrado por organizaciones de derechas que tejieron la red de los negacionistas del cambio climático mediante fondos de la industria de combustibles fósiles.

Francesc Peirón

Más cerca en el tiempo, cuando Donald Trump salió elegido en 2016, Ebell se unió al equipo de transición y asesoró al presidente en cuestiones medioambientales. Lo hizo con éxito, bajo su punto de vista, porque Trump abandono el acuerdo de París. A Ebell le califican de cruzado que lidera la lucha en contra de los que hablan de cambio climático y le definen como “un extremista”, orgulloso del crédito que le ha dado el presidente estadounidense y de su acceso a la Casa Blanca.
El CEI de Myron Ebell es uno de los destinatarios de las sustanciales contribuciones económicas que ha realizado Google, uno de los gigantes tecnológicos que ha lanzado numerosas peticiones públicas para emprender acciones que frenen el cambio climático y el calentamiento global, así como defender la necesidad de la acción política ante esta crisis.
Según una investigación del The Guardian , la empresa californiana, mientras predica una cosa, se ha dedicado a financiar a más de una decena de organizaciones que han hecho campaña contra la legislación climática, han cuestionado la necesidad de actuar o han ejercido presión para revocar las medidas proteccionistas que sancionó Barack Obama.
En esa lista figura el CEI, que igual que se ha destacado por su negacionisno se ha opuesto a la regulación de internet y a la imposición de regulaciones anti monopolistas. Este colectivo ha defendido a Google frente a algunos legisladores republicanos para los que el mecanismo de búsqueda de esa empresa está impregnando de prejuicios de sesgo contrario a los conservadores.
A pesar de que Google mostró su disgusto porque la administración Trump repudió el acuerdo de París, la compañía ha continuado subvencionando al CEI. Además también figura como patrocinadora del próximo encuentro anual de la denominada State Policy Network (SPN), organización paraguas que apoya a gupos conservadores, entre estos el Heartland Institute, caracterizado por su radicalismo en contra de la ciencia que se ha significado en su burla y mofa de la activista adolescente Greta Thunberg por “un delirio climático histérico”.
La compañía ha continuado subvencionando al CEI
Entre el ser y el parecer, Google, que es una cosa y la opuesta.
Myron Ebell –en caso de no conocerlo o de no seguirlo en la Fox, basta con googlear para saber quién es, de dónde viene y adónde va– es el director de política energética y medioambiental del Competitive Enterprise Institute (CEI). Hace 20 años, intuyendo lo que se aproximaba, colaboró en la fundación de Cooler Heads Coalition, grupo integrado por organizaciones libertarias y de derechas que tejieron la red de los negacionistas del cambio climático mediante fondos de la industria de combustibles fósiles.
Más cerca en el tiempo, cuando Donald Trump salió elegido en el 2016, Ebell se unió al equipo de transición y asesoró al presidente en cuestiones medioambientales. Lo hizo con éxito, bajo su punto de vista, porque Trump abandono el acuerdo de París. A Ebell le califican de cruzado que lidera la lucha en contra de los que hablan de cambio climático y le definen como “un extremista”, orgulloso del crédito que le ha dado el presidente estadounidense y de su acceso a la Casa Blanca.
El CEI de Myron Ebell es uno de los destinatarios de las sustanciales contribuciones económicas que ha realizado Google, uno de los gigantes tecnológicos que ha lanzado numerosas peticiones públicas para emprender acciones que frenen el cambio climático y el calentamiento global, así como defender la necesidad de la acción política ante esta crisis.
Según una investigación del The Guardian , la empresa californiana, mientras predica una cosa, se ha dedicado a financiar a más de una decena de organizaciones que han hecho campaña contra la legislación climática, han cuestionado la necesidad de actuar o han ejercido presión para revocar las medidas proteccionistas que sancionó Barack Obama.
En esa lista figura el CEI, que igual que se ha destacado por su negacionismo se ha opuesto a la regulación de internet y a la imposición de regulaciones anti monopolistas. Este colectivo ha defendido a Google frente a algunos legisladores republicanos para los que el mecanismo de búsqueda de esa empresa está impregnando de prejuicios de sesgo contrario a ellos.
A pesar de que Google mostró su disgusto porque la Administración Trump repudió el acuerdo de París, la compañía ha continuado subvencionando al CEI. Además también figura como patrocinadora del próximo encuentro anual de la State Policy Network (SPN), organización paraguas de grupos conservadores, entre estos el Heartland Institute, caracterizado por su radicalismo anti ciencia que se ha significado en su burla y mofa de la activista juvenil Greta Thunberg por “un delirio climático histérico”.
Google replicó que no hay contradicción: pagar a organizaciones como el CEI no quiere decir que suscriba su ideología. El negocio es el negocio.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/natural/20191012/47909491838/google-crisis-climatica-polemica-empresa.html - Imagen de portada: Activistas antiglobalización protestando ante la sede de Google en París en enero de este año (Francois Mori / AP)

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