Los residuos plásticos invaden el cuerpo humano

Detectados apreciables niveles de ftalatos y fenoles en las personas voluntarias que participan en la campaña para denunciar la presencia de plastificantes en el cuerpo humano

Antonio Cerrillo

Un análisis de las muestras de orina ha confirmado plenamente que los residuos plásticos están entrando de manera significativa en el cuerpo humano. Así se ha demostrado en las analíticas practicadas a 20 personalidades (representantes de la sociedad en ámbitos de la ciencia, el deporte, la cultura, la comunicación o salud) que participan en la campaña “Salut de Plàstic”. El estudio ha sido elaborado por el Grup de Recerca en Epidemiologia Clínica i Molecular del Càncer del Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM), por encargo de la Fundación Rezero promotora de la citada campaña.
Esta indagación ha detectado la presencia de un total de 20 sustancias relacionadas con el plástico procedentes de la exposición continuada que sufre el organismo a todas ellas.
Para su elaboración, se tomaron muestras de orina de 27 compuestos: 15 metabolitos de ftalatos (plastificantes añadidos para incrementar la flexibilidad del producto) y 12 fenoles (usados para dar forma y resistencia al plástico). Y el resultado es una presencia generalizada de estos derivados plásticos en el organismo humano.
La invasión
Los datos vienen a resaltar que los residuos plásticos protagonizan una verdadera invasión del cuerpo humano.
El número total de compuestos detectados por persona ha oscilado entre un mínimo de 20 y un máximo de 23 (de los 27 que han sido analizados).
La media de compuestos hallado por individuo ha sido de 21,3.
Los contaminantes tienen como principal vía de entrada en el cuerpo humano al propio sistema alimentario. “La principal fuente de exposición son los envases de los alimentos y los propios alimentos”, señala a este diario Miquel Porta, médico, catedrático de Salud Pública, coordinador del estudio e investigador del IMIM: El origen concreto es la migración de estas sustancias desde el plástico hacia el alimento; desde los alimentos, al cuerpo humano; y desde éstos hasta la orina.
Un hecho frecuente
“Los resultados ilustran el hecho de que la presencia de residuos plásticos en el cuerpo humano es frecuente”, señala Miquel Porta. Esta situación ya era conocida, “en buena medida gracias a diversos estudios científicos, aunque en un número aún reducido en España y en otras regiones de Europa y del mundo”,dice Porta, partidario de que las administraciones efectúen estos estudios con muestras representativas.
Pese a que estas sustancias se puedan excretar diariamente, la exposición continuada a estos compuestos tóxicos (muchos de estos disruptores endocrinos) ha sido vinculada a enfermedades como el hipotiroidismo, diabetes e infertilidad, entre otros
Estudios anteriores han permitido constatar que en los últimos años algunas sustancias organocloradas (como el DDT, la dioxinas o el PCB) han disminuido su presencia en el cuerpo humano. Sin embargo, sustancias químicas como los residuos plásticos (ftalatos, bisfenol…) o polibromatos y parabenes, la han aumentado de forma muy significativa.
Datos relevantes
Los ftalatos hallados en concentraciones más altas en el estudio son el monoetil ftalato (MEP), con una media de 52,08 nanogramos por mililitro, seguida del MiBP (17,12 ng/mL) o el MECPP (15,99 ng/mL).
Los ftalatos son substancias químicas artificiales que se usan como plastificantes y fijadores. Además, son ampliamente utilizados para incrementar la flexibilidad y elasticidad de los plásticos así como para fijar fragancias en colonias, ambientadores y otros productos. Su presencia en la vida cotidiana está muy extendida (en envases de plástico para alimento, juegos infantiles, papeles pintados, cables, colas…).
Numerosos estudios han analizado cómo los ftalatos pueden afectar a la salud y alterar el sistema endrocrino actuando como disruptores hormonales o endocrinos. Algunos de los posibles efectos asociados a la exposición a estas sustancias son el deterioro de la calidad del semen (y la alteración de las hormonas sexuales), pubertad precoz o endometriosis, entre otros.
Fenoles
Por su parte, el fenol con concentraciones más altas fue el metilparabeno (MEPA); con una mediana de 16,59 ng/mL), seguido del oxibenzona (OXBE, con una media de 4,24 ng/mL), el etilparabeno (ETPA, y una media de 2,49 ng/mL) y el bisfenol A (BPA, mediana: 2,39 ng/mL)
Los fenoles se utilizan en multitud de envases alimentarios (botellas de plásticos, envases de comida precocinada…) o en la elaboración de resinas epoxi, que recubren algunas latas de conserva (de atún, espárragos, fabadas..) También se detectan en tickets, botellas de agua, cosméticos o productos capilares. Dentro de este grupo se encuentran compuestos químicos como los parabenes, bisfenoles, el oxibenzeno o el triclosán.
(Los fenoles que se han analizado en las 20 muestras de orina no han sufrido ninguna transformación en el cuerpo y se excretan con la misma composición química y conservan su fórmula original)
Hay estudios epidemiológicos que demuestran que los fenoles aumentan el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares, reducción de fertilidad y cáncer de próstata, entre otros efectos.
Valor pedagógico
En sus conclusiones, el trabajo científico resalta que este estudio tiene un valor fundamentalmente “pedagógico”. Dado que se basa en una muestra de 20 voluntarios, “sus resultados no se pueden extrapolar a toda la población general”.
“En base a los conocimientos científicos existentes, es necesario que las comunidades autónomas realicen estudios en muestras representativas de sus poblaciones para conocer la magnitud, características y evolución de la contaminación interna por ftalatos, fenoles y otras substancias químicas ambientales”, destacan las conclusiones finales.
Visión social confiada y “errónea”
“Hay una visión ingenua y errónea en la sociedad cuando cree que todo se mira y se comprueba antes de ponerse en el mercado. No es verdad; no se mira su toxicidad, y muchas veces los investigadores no saben lo que contienen estos plásticos; y me temo que la propia industria tampoco tiene claro lo que hay en los plásticos”, suelta Miquel Porta para ilustrar el desconocimiento y la poca transparencia que existe sobre las sustancias químicas que se comercializan.
Miquel Porta destaca en el informe que “hay incertidumbres científicas y prácticas!”. Le impresiona “cómo desconocemos muchas cuestiones sobre la composición y la toxicidad de los plásticos presentes en nuestra vida cotidiana”.
“Hay un laboratorio de primer nivel mundial en Alemania que detecta efectos estrogénicos, toxicidad y demás, pero cuando intenta identificar cuáles son los componentes causantes de esa toxicidad se da cuenta de que muchos de ellos no son conocidos...”, remata.

Fuente: Fragmento de la investigación publicada en: https://www.lavanguardia.com/natural/actualidad/20191002/47769063273/plasticos-ftalatos-rezero.html - Imagenes: La Vanguardia

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