Las raíces de una paz duradera están entrelazadas con la tierra.

El 2018 fue un año preocupante para todas aquellas personas que desean un planeta estable, próspero y saludable. Los científicos nos reiteraron qué tan urgentes son los esfuerzos para mitigar el cambio climático. También observamos cómo Brasil pasó a formar parte de la creciente cantidad de países dirigidos por líderes ultranacionalistas y xenofóbicos. Y después de que 2017 había sido el año más mortífero registrado para los defensores ambientales y de la tierra, este año presenciamos niveles aún mayores de actos de criminalización, violencia y persecución dirigidos a los pueblos indígenas, a las comunidades locales y a sus defensores.

Por Alain Frechette



Aunque no existe una fórmula milagrosa para resolver estos problemas, continúo siendo optimista de que podemos buscar colectivamente formas para abordar la desigualdad, la inestabilidad política y económica, y los choques climáticos que dan origen este tipo de situaciones. Y ahora una cantidad creciente de expertos y de líderes de diversos sectores y países reconocen que el mundo puede comenzar a enfrentar estos desafíos simplemente asegurando los derechos a la tierra de los pueblos indígenas, las comunidades locales y las mujeres rurales.
La seguridad de la tenencia por si sola no solucionará todos nuestros problemas, sino que respaldara los esfuerzos de los pueblos indígenas, las comunidades locales y las mujeres rurales que están amenazadas por el cambio climático, el aumento de las necesidades energéticas y las economías que utilizan muchos recursos para garantizar sus derechos a la tierra y los recursos representaría un primer paso esencial para establecer un futuro más sostenible y resiliente para todos.

A continuación, se encuentran los vínculos para consultar las opiniones de diversos expertos de la Coalición de RRI sobre cuatro retos que enfrentaremos conjuntamente, y cómo protecciones más fuertes para los derechos a las tierras de indígenas y de las comunidades pueden hacer toda la diferencia.
1. La resolución de conflictos en torno a la tierra puede detener la ola de violencia y de criminalización contra los defensores de los derechos ambientales y a la tierra
En el ámbito mundial, los defensores ambientales y de la tierra enfrentan actos de violencia, criminalización y persecución por luchar por los derechos de sus comunidades. La Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, Victoria Tauli Corpuz, explica la forma en que esta criminalización también se dirigió a ella en su país de origen, Filipinas, y cómo su caso es representativo de las medidas enérgicas y la represión que enfrentan los defensores de los derechos de los pueblos indígenas. Por su parte, Omaira Bolaños, de RRI señaló en un artículo de opinión publicado en el New York Times que si los líderes de Colombia realmente desean poner fin a la ola de violencia contra las comunidades indígenas y afrodescendientes, deben reconocer que “las raíces de una paz duradera están entrelazadas con la tierra”.
2. El hecho de garantizar los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades locales y las mujeres rurales a la tierra es una solución que en gran medida no se ha aprovechado
Aunque una de las acciones cruciales para mitigar el cambio climático es detener la deforestación, diversos gobiernos y empresas están teniendo dificultades para cumplir con sus propios compromisos al respecto. Un análisis realizado en 2018 reveló que los pueblos indígenas y las comunidades locales gestionan casi 300.000 millones de toneladas métricas de carbono en sus tierras forestales, lo que equivale a 33 veces el total de emisiones de energía de 2017 y una cantidad cinco veces mayor que la que se había pensado anteriormente. Bryson Ogden, de RRI, explicó por qué la aplicación de los derechos comunitarios a la tierra es un elemento esencial de las soluciones climáticas y como el sector privado puede desempeñar para garantizar los derechos sobre la tierra promoviendo los compromisos climáticos.
3. Las mujeres están resultando victoriosas en las elecciones locales y esto podría ser la clave para realizar reformas agrarias
En todo el mundo, se observan cifras récord de mujeres que están postulándose a puestos públicos, tanto en el ámbito local como nacional, y están resultando victoriosas. Andy White escribió que las mujeres que ocupan cargos públicos locales podrían representar una mayor esperanza para proteger los derechos de las mujeres indígenas y rurales y, en última instancia, para fomentar las reformas agrarias necesarias para reducir la pobreza, detener la forestación y promover la paz.
4. La garantía de los derechos de las comunidades a la tierra combate la inseguridad alimentaria
Al menos 800 millones de personas en todo el mundo sufren desnutrición.  En tanto los choques climáticos y la inestabilidad social amenazan con empeorar la inseguridad alimentaria, Fany Kuiru y Paul de Wit explican cómo el reconocimiento de los derechos de los pequeños propietarios de tierras indígenas y rurales —en especial las mujeres— es esencial para velar por el establecimiento de un sistema alimentario mundial que sea más resiliente, sostenible y diverso.

Por Alain Frechette, Director de Análisis Estratégico y Compromiso Global, RRI
Fuente: https://mailchi.mp/ - Publicado en: Ecoportal.net - Imagenes: ‪Eldiario.es‬ - ‪ONAMIAP‬ - ‪Endepa‬

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