Capitalismo, pandemias y globalización: Reformas urgentes para evitar el colapso

 … A partir del año 2025 nos podemos encontrar con un mundo superpoblado, con más de 8.000 millones de habitantes, un ecosistema profundamente alterado, un cambio climático en plena vorágine y un capitalismo industrial en quiebra por falta de fuentes de energía baratas. Ello provocará a su vez un crecimiento generalizado del precio de los alimentos, que por otro lado ya ha comenzado, así como la escasez cada vez mayor de agua dulce de calidad.

Por Esteban Mira Caballos

Crisis energética, cambio climático, colapso ecológico, derrumbe del sistema capitalista, hambrunas y migraciones a gran escala serán, si nada ni nadie lo remedia, inevitables. Los grandes ecosistemas del mundo serán cada vez más secos y estarán más expuestos a los incendios, al tiempo que grandes oleadas víricas harán estragos en la población. En medio de la crisis del capitalismo es posible que surjan regímenes totalitarios y que la democracia vaya perdiendo terreno progresivamente. Así, pues, la quiebra del capitalismo no llegará tanto de la mano de la revolución proletaria, como previera erróneamente Karl Marx, sino fruto de sus propias contradicciones internas. Todo esto afectará más a las tradicionales regiones desarrolladas y a los países emergentes que a las áreas más atrasadas o aquellas en las que la población indígena vive al margen del consumismo capitalista.

 ¿Hay alguna receta para cambiar el mundo?
No hay recetas mágicas pero sí algunas recomendaciones que pueden ayudar mucho, como las que ha planteado el decrecentista Carlos Taibo: una, recuperar una vida social que, a su juicio, nos ha sido robada, es decir, las relaciones sociales pausadas de nuestros antepasados. Dos, Desplegar fórmulas de ocio creativo, ajenas al consumismo. Tres, redistribución de la carga laboral, trabajo para todos aunque en menos cantidad y una renta básica que nos permitan satisfacer las necesidades no acumular. Es necesario recuperar el espacio público. Cuatro, reducir las infraestructuras productivas, administrativas y de transporte. Quinto, restaurar la vida local, la autogestión y la democracia directa, poniendo freno a la globalización desbocada. Y sexto, recuperar voluntariamente y a nivel individual la sencillez y la sobriedad de antaño. En pocas palabras, renta básica, austeridad, reducción del consumo, estímulo de la economía local frente a la global y reciclaje y reutilización.
Y para finalizar, ¿hay algún motivo para la esperanza? 

En principio el cambio tranquilo parece difícil, entre otras cosas porque una buena parte de la población, sobre todo en Occidente, está desmovilizada. A su vez, los medios de comunicación, aunque masivos en la actualidad y fácilmente accesibles, muestran la información sesgada y totalmente manipulada, ante la indiferencia de la mayoría. Asimismo, existe una fe ciega en la tecnociencia, es decir, la creencia de que la tecnología solucionará todos los problemas del presente y del futuro. Será duro para la actual juventud que, salvo excepciones, está inmersa en un mundo hedonista e insolidario. Sin embargo, no podemos perder la esperanza, que es la llama que ha mantenido viva a la humanidad. Con total seguridad, tras la dramática y dolorosa transformación del mundo, que dejará miles de cadáveres en el camino, surgirá una sociedad más respetuosa con el medio ambiente, más justa y más solidaria. Como escribió Ramón Fernández, la ilusión en que otro mundo es posible nos debe iluminar el camino. Mientras eso ocurre, no podemos quedarnos de brazos cruzados, debemos seguir luchando para que las mejoras sociales del siglo XX no sólo no se desmantelen sino que se extiendan a todo el mundo. De la concienciación de todos depende que el cambio sea más o menos traumático. La cosa no pinta bien, pero como siempre, habrá que agarrarse a lo único que nos queda: la esperanza.


PARA SABER MÁS:
Davidson, Neil: Transformar el mundo. Revoluciones burguesas y revolución social. Barcelona, Pasado& Presente, 2013.
Fernández Durán, Ramón: La quiebra del Capitalismo Global: 2000-2030. Preparándonos para el comienzo del colapso de la Civilización Industrial. Madrid, Editorial Virus, 2011.
Fontana, Josep: El Siglo de la Revolución. Una historia del mundo desde 1914. Barcelona, Crítica, 2017.
Taibo, Carlos: ¿Por qué el decrecimiento? Un ensayo sobre la antesala del colapso. Barcelona, Libros de Lince, 2014.
Fuentes: Fragmento de una nota publicada en Rebelión.org - Imagenes: El siglo del Torreon -  Stokcsy United - Reddit

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