La Sociedad Europea de Física desmonta la versión de EEUU y explica que la caída de las Torres Gemelas el 11 de Septiembre del 2001 fue una demolición controlada
Mucho se ha hablado del supuesto ataque terrorista del 11 de septiembre a las Torres Gemelas del World Trade Center, se han lanzado una infinidad de teorías, y los expertos han planteado muchas preguntas. Pero cuando el investigador científico Larry Silverstein encontró explosivos en los escombros del World Trade Center se desmoronó la idea de que el ataque era terrorista, al menos el terrorismo que conocemos. Un equipo de ocho investigadores dirigidos por el profesor Niels Harrit de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), demostró la existencia de explosivos de alta tecnología en una muestra de entre los escombros de las Torres Gemelas.
Científicos europeos han concluído que las torres gemelas fueron derribadas por una demolición controlada y no por el impacto de los aviones, que eran maniobrados por drones para crear un falso secuestro. ¿Hasta donde llegará Estados Unidos en el engaño y la mentira?
La European Physical Society es una organización sin ánimo de lucro cuyo propósito es promover la física y la labor de los físicos en Europa. Fue creada en 1968 y entre sus miembros se incluyen las sociedades nacionales de física de 41 países, y unos 3200 miembros individuales. Esta asociación científica publicó en su revista, European Physics News, un artículo firmado por un grupo de científicos, ingenieros y arquitectos -Steven Jones, Robert Korol, Anthony Szamboti y Ted Walter-, donde se asegura que el derrumbe de los tres edificios del World Trade Center en los atentados del 11-S fue un caso de demolición controlada.
El artículo de estos científicos señala que en agosto de 2002, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), una institución del gobierno de EEUU, inició lo que se convertiría en una investigación de seis años sobre el derrumbe el 11 de Septiembre de 2001 de las dos Torres Gemelas o World Trade Center (WTC) y el menos conocido colapso del Edificio 7 del WTC, que no fue alcanzado por ningún avión.
El NIST condujo las investigaciones en base a una premisa: que las caídas de las Torres Gemelas y del WTC 7 eran los únicos casos conocidos de total colapso estructural de rascacielos a causa del fuego. Ciertamente, nunca antes del 11-S se había producido un colapso total de un rascacielos con estructura de acero, con la excepción del terremoto de México de 1985, que produjo la caída de un edificio de 21 plantas, aunque los defectos en su construcción explican probablemente tal caída.
Los expertos norteamericanos del NIST señalaron tras varios años de investigación y de posponer sus conclusiones que el fuego causado por la explosión del combustible de los aviones había provocado el colapso de los edificios. Sin embargo, quince años después del evento, un creciente número de físicos, arquitectos e ingenieros rechazan esta explicación.
Científicos europeos han concluído que las torres gemelas fueron derribadas por una demolición controlada y no por el impacto de los aviones, que eran maniobrados por drones para crear un falso secuestro. ¿Hasta donde llegará Estados Unidos en el engaño y la mentira?
La European Physical Society es una organización sin ánimo de lucro cuyo propósito es promover la física y la labor de los físicos en Europa. Fue creada en 1968 y entre sus miembros se incluyen las sociedades nacionales de física de 41 países, y unos 3200 miembros individuales. Esta asociación científica publicó en su revista, European Physics News, un artículo firmado por un grupo de científicos, ingenieros y arquitectos -Steven Jones, Robert Korol, Anthony Szamboti y Ted Walter-, donde se asegura que el derrumbe de los tres edificios del World Trade Center en los atentados del 11-S fue un caso de demolición controlada.
El artículo de estos científicos señala que en agosto de 2002, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), una institución del gobierno de EEUU, inició lo que se convertiría en una investigación de seis años sobre el derrumbe el 11 de Septiembre de 2001 de las dos Torres Gemelas o World Trade Center (WTC) y el menos conocido colapso del Edificio 7 del WTC, que no fue alcanzado por ningún avión.
El NIST condujo las investigaciones en base a una premisa: que las caídas de las Torres Gemelas y del WTC 7 eran los únicos casos conocidos de total colapso estructural de rascacielos a causa del fuego. Ciertamente, nunca antes del 11-S se había producido un colapso total de un rascacielos con estructura de acero, con la excepción del terremoto de México de 1985, que produjo la caída de un edificio de 21 plantas, aunque los defectos en su construcción explican probablemente tal caída.
Los expertos norteamericanos del NIST señalaron tras varios años de investigación y de posponer sus conclusiones que el fuego causado por la explosión del combustible de los aviones había provocado el colapso de los edificios. Sin embargo, quince años después del evento, un creciente número de físicos, arquitectos e ingenieros rechazan esta explicación.
En primer lugar los edificios con una estructura de acero han soportado grandes incendios sin caer por cuatro principales razones:
1. Los incendios no generan temperaturas lo bastante elevadas como para calentar las grandes estructuras hasta el punto de hacerlas colapsar, además de no durar lo suficiente para ello. Según los datos, en el caso del WTC, el factor de seguridad era de 3 o mayor, lo que requeriría un calor de 660ºC al menos para provocar el derrumbe.
2. La mayor parte de los rascacielos tienen sistemas de supresión de incendios como rociadores de agua, que impiden a aquellos liberar la suficiente energía como para calentar el acero hasta un punto crítico.
3. Las partes estructurales están protegidas por materiales resistentes al fuego, que están diseñados para impedir a éste alcanzar temperaturas lo suficientemente altas para producir un colapso.
4. Los rascacielos con estructura de acero son sistemas altamente resistentes. De este modo, si se produce un fallo localizado, esto no lleva al colapso de toda la estructura. A lo largo de la historia, se conocen tres rascacielos que sufrieron colapsos parciales debido a incendios, pero ninguno de ellos llevó a un colapso total del edificio. Otro número incontable de rascacielos han sufrido incendios enormes y de larga duración sin sufrir siquiera colapsos parciales. Los grandes edificios están también preparados para resistir terremotos y huracanes. El acero es tanto fuerte y resistente como dúctil y esto le permite, a diferencia del cemento, resistir las grandes presiones.
Las Torres Gemelas habían sido diseñadas específicamente para resistir el impacto de un gran avión de pasajeros, como explicó el principal ingeniero de su estructura, John Skilling, en una entrevista con el Seattle Times tras el atentado con bomba contra el WTC en 1993. “Nuestros análisis indicaron que el principal problema sería que todo el combustible del avión entraría en el edificio y se produciría así un horrendo incendio. Mucha gente moriría”, dijo. “Sin embargo, la estructura del edificio continuaría allí”. Por contra, las Torres Gemelas sufrieron un total colapso, y no una de ellas, sino las dos y con muy poco tiempo de diferencia.
Skilling afirmó que el único mecanismo que podría derribar las Torres Gemelas era una explosión interna controlada. Estas explosiones cortarían las columnas de acero en una área lo suficientemente amplia como para causar el derrumbe del edificio. Esta técnica requiere la destrucción, en primer lugar, de las columnas centrales para hacer que el edificio se derrumbe hacia abajo y hacia su interior, un fenómeno llamado “implosión”.
El colapso del Edificio 7 del WTC -que no fue alcanzado por ningún avión- reviste un especial interés porque tiene todos los signos de una implosión. El edificio de 190 metros (47 pisos) se derrumbó totalmente en 2,25 segundos de caída libre. Su caída fue de una forma simétrica. Su marco de acero se destruyó casi totalmente y se depositó en la base del edificio. El NIST concluyó, sin embargo, que el colapso fue causado por incendios. El NIST ignoró todas las evidencias que refutaban sus conclusiones, ya determinadas de antemano. Ellos negaron también la caída libre del edificio. Sólo después de ser desafiados por físicos como David Chandler y Steven Jones, que midieron la caída en vídeo, el NIST reconoció que se había producido una caída libre en 2,25 segundos.
En lo que se refiere a las Torres Gemelas, numerosos científicos preguntaron al NIST cuál era la causa de que, según su teoría, las partes bajas de los edificios no hubieran frenado o ralentizado la caída de las superiores, donde se había producido el incendio que, según el NIST, había producido el colapso. Su respuesta fue que era “incapaz de proporcionar una explicación plena sobre el colapso total de los dos edificios”. Sus computadores no fueron capaces de replicar una caída igual en base a los datos de la teoría del NIST.
El NIST afirmó que la presencia bien documentada de metal derretido de color naranja que se ve saliendo de las torres en los siete minutos antes de su colapso era aluminio del avión combinado con material orgánico, pero, sin embargo, los experimentos han demostrado que el metal derretido naranja emana de una “reacción de termita” que se utiliza para debilitar una estructura antes de una voladura.
Fuente: http://mamvas.blogspot.com.ar
1. Los incendios no generan temperaturas lo bastante elevadas como para calentar las grandes estructuras hasta el punto de hacerlas colapsar, además de no durar lo suficiente para ello. Según los datos, en el caso del WTC, el factor de seguridad era de 3 o mayor, lo que requeriría un calor de 660ºC al menos para provocar el derrumbe.
2. La mayor parte de los rascacielos tienen sistemas de supresión de incendios como rociadores de agua, que impiden a aquellos liberar la suficiente energía como para calentar el acero hasta un punto crítico.
3. Las partes estructurales están protegidas por materiales resistentes al fuego, que están diseñados para impedir a éste alcanzar temperaturas lo suficientemente altas para producir un colapso.
4. Los rascacielos con estructura de acero son sistemas altamente resistentes. De este modo, si se produce un fallo localizado, esto no lleva al colapso de toda la estructura. A lo largo de la historia, se conocen tres rascacielos que sufrieron colapsos parciales debido a incendios, pero ninguno de ellos llevó a un colapso total del edificio. Otro número incontable de rascacielos han sufrido incendios enormes y de larga duración sin sufrir siquiera colapsos parciales. Los grandes edificios están también preparados para resistir terremotos y huracanes. El acero es tanto fuerte y resistente como dúctil y esto le permite, a diferencia del cemento, resistir las grandes presiones.
Las Torres Gemelas habían sido diseñadas específicamente para resistir el impacto de un gran avión de pasajeros, como explicó el principal ingeniero de su estructura, John Skilling, en una entrevista con el Seattle Times tras el atentado con bomba contra el WTC en 1993. “Nuestros análisis indicaron que el principal problema sería que todo el combustible del avión entraría en el edificio y se produciría así un horrendo incendio. Mucha gente moriría”, dijo. “Sin embargo, la estructura del edificio continuaría allí”. Por contra, las Torres Gemelas sufrieron un total colapso, y no una de ellas, sino las dos y con muy poco tiempo de diferencia.
Skilling afirmó que el único mecanismo que podría derribar las Torres Gemelas era una explosión interna controlada. Estas explosiones cortarían las columnas de acero en una área lo suficientemente amplia como para causar el derrumbe del edificio. Esta técnica requiere la destrucción, en primer lugar, de las columnas centrales para hacer que el edificio se derrumbe hacia abajo y hacia su interior, un fenómeno llamado “implosión”.
El colapso del Edificio 7 del WTC -que no fue alcanzado por ningún avión- reviste un especial interés porque tiene todos los signos de una implosión. El edificio de 190 metros (47 pisos) se derrumbó totalmente en 2,25 segundos de caída libre. Su caída fue de una forma simétrica. Su marco de acero se destruyó casi totalmente y se depositó en la base del edificio. El NIST concluyó, sin embargo, que el colapso fue causado por incendios. El NIST ignoró todas las evidencias que refutaban sus conclusiones, ya determinadas de antemano. Ellos negaron también la caída libre del edificio. Sólo después de ser desafiados por físicos como David Chandler y Steven Jones, que midieron la caída en vídeo, el NIST reconoció que se había producido una caída libre en 2,25 segundos.
En lo que se refiere a las Torres Gemelas, numerosos científicos preguntaron al NIST cuál era la causa de que, según su teoría, las partes bajas de los edificios no hubieran frenado o ralentizado la caída de las superiores, donde se había producido el incendio que, según el NIST, había producido el colapso. Su respuesta fue que era “incapaz de proporcionar una explicación plena sobre el colapso total de los dos edificios”. Sus computadores no fueron capaces de replicar una caída igual en base a los datos de la teoría del NIST.
El NIST afirmó que la presencia bien documentada de metal derretido de color naranja que se ve saliendo de las torres en los siete minutos antes de su colapso era aluminio del avión combinado con material orgánico, pero, sin embargo, los experimentos han demostrado que el metal derretido naranja emana de una “reacción de termita” que se utiliza para debilitar una estructura antes de una voladura.
Fuente: http://mamvas.blogspot.com.ar
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World Trade Center 7: el caso de la columna 79
World Trade Center 7: el caso de la columna 79
Alejandro Nadal, La Jornada
En una ceremonia para recordar los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, Donald Trump declaró que Estados Unidos no se dobla. Quizás quiso decir que su país no se doblega, pero utilizó el verbo doblar. Lo que sí se dobló ese día fatídico fue el acero de la columna 79 del edificio World Trade Center 7 y según la versión oficial, eso provocó el derrumbe de todo el edificio.
Pero, ¿qué es eso del WTC 7? Esta construcción de 47 pisos estaba ubicada a unos cien metros de la torre norte (WTC 1). El edificio no fue impactado por ningún avión, pero a las 5:20 de la tarde ese 11 de septiembre se colapsó sobre su propia huella en forma simétrica y a una velocidad muy cercana a la de una caída libre.
El análisis del Instituto nacional de normalización y tecnología (NIST, por sus siglas en inglés) es la única investigación realizada por el gobierno estadounidense sobre el colapso del WTC 7. El estudio se publicó en 2011 (se puede consultar en nist.gov). Las principales conclusiones, así como la metodología empleada, revelan grandes deficiencias y simplemente no concuerdan con los hechos.
Ese estudio acaba de ser refutado de manera definitiva por una investigación independiente conducida en la Universidad de Alaska en Fairbanks (UAF) y patrocinada por la organización Architects and Engineers for 911 Truth, que agrupa más de mil 500 ingenieros y arquitectos que discrepan de la versión oficial sobre el colapso de las torres gemelas y del edificio WTC 7. Esta nueva investigación utilizó los planos originales usados por los constructores y estuvo dirigida por el Dr. Leroy Hulsey, director del Departamento de ingeniería civil de dicha universidad. La presentación detallada está disponible en media.uaf.edu.
Los principales resultados del estudio del NIST son los siguientes. Primero, el derrumbe de la torre norte (WTC 1) lanzó escombros hasta el WTC 7 y eso provocó incendios en varios pisos. Los sistemas de extintores no funcionaron apropiadamente y algunos de esos incendios se propagaron hasta el costado noreste del edificio. Segundo, esos incendios provocaron la expansión térmica de las vigas horizontales en los pisos inferiores hasta que una de ellas en el piso 13 (y con el número A2001 en los planos originales) se desprendió de la columna número 79 que proporcionaba apoyo a una sección importante de todo el piso. Ese desplazamiento de la viga A2001 provocó el colapso del piso 13 y eso causó el derrumbe en cascada de los pisos 13 a 5, dejando sin apoyo a la columna 79 para resistir fuerzas laterales, provocando que dicha columna se doblara. Esa distorsión de la columna 79 activó la falla estructural de todas las demás columnas hasta llegar a los pisos superiores y el penthouse del edificio. De acuerdo con el informe del NIST, eso explica el colapso de todo el edificio.
Por su parte, la investigación de la UAF identificó varias carencias fundamentales en el estudio del NIST. En primer lugar, el diseño de los componentes estructurales de la columna 79 y de las vigas A2001 y A2015 no habrían permitido el desplazamiento de las vigas y trabes tal y como concluyó el NIST. Aún suponiendo una expansión térmica exagerada, no se pudo haber presentado la pérdida de contacto entre esas vigas y la columna 79. Cabe señalar que el modelo matemático utilizado en el estudio de la UAF permite simular incluso condiciones más extremas de las que consideró el informe NIST. Esas corridas del modelo no permiten concluir que el colapso del edificio se hubiera llevado a cabo tal y como sucedió en los hechos.
Todo lo anterior conduce a una sencilla conclusión. El edificio WTC 7 no se colapsó debido a los incendios que se desataron en varios de sus pisos el 11 de septiembre. El modelo utilizado por el NIST no permite simular el derrumbe que, como lo muestran múltiples videos, se llevó a cabo en casi perfecta simetría y a la velocidad de una caída libre (al igual que el colapso de las torres gemelas WTC 1 y WTC 2).
El estudio de la UAF también concluye que la falla estructural de una sola columna no pudo haber generado el desplome en cascada de todas y cada una de las demás columnas y vigas en el edificio. Cabe señalar que el WTC 7 tenía unas 40 mil toneladas de acero estructural y que el material combustible que alimentó los incendios era simple inmobiliario de oficina, incapaz de alcanzar la temperatura necesaria para fundir acero. Por eso el estudio NIST buscó explicar el colapso a través de fallas estructurales. Pero la investigación de la UAF anula las conclusiones de lo que se ha convertido en la versión oficial.
Las mentiras que rodean el colapso del WTC 7 permiten correr el velo de lo que realmente sucedió con las torres gemelas. Hoy quizás a muy pocos les importan estos hechos. Pero la realidad es que los pueblos de Afganistán e Irak siguen sufriendo las consecuencias y en Estados Unidos cualquier persona puede ser arrestada y confinada (incluso torturada) sin derecho a un juicio por la simple sospecha de tener vínculos con terroristas. Son razones suficientes para no olvidar.
Fuente: http://mamvas.blogspot.com.ar/2016/09/la-sociedad-europea-de-fisica-desmonta.html
En una ceremonia para recordar los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, Donald Trump declaró que Estados Unidos no se dobla. Quizás quiso decir que su país no se doblega, pero utilizó el verbo doblar. Lo que sí se dobló ese día fatídico fue el acero de la columna 79 del edificio World Trade Center 7 y según la versión oficial, eso provocó el derrumbe de todo el edificio.
Pero, ¿qué es eso del WTC 7? Esta construcción de 47 pisos estaba ubicada a unos cien metros de la torre norte (WTC 1). El edificio no fue impactado por ningún avión, pero a las 5:20 de la tarde ese 11 de septiembre se colapsó sobre su propia huella en forma simétrica y a una velocidad muy cercana a la de una caída libre.
El análisis del Instituto nacional de normalización y tecnología (NIST, por sus siglas en inglés) es la única investigación realizada por el gobierno estadounidense sobre el colapso del WTC 7. El estudio se publicó en 2011 (se puede consultar en nist.gov). Las principales conclusiones, así como la metodología empleada, revelan grandes deficiencias y simplemente no concuerdan con los hechos.
Ese estudio acaba de ser refutado de manera definitiva por una investigación independiente conducida en la Universidad de Alaska en Fairbanks (UAF) y patrocinada por la organización Architects and Engineers for 911 Truth, que agrupa más de mil 500 ingenieros y arquitectos que discrepan de la versión oficial sobre el colapso de las torres gemelas y del edificio WTC 7. Esta nueva investigación utilizó los planos originales usados por los constructores y estuvo dirigida por el Dr. Leroy Hulsey, director del Departamento de ingeniería civil de dicha universidad. La presentación detallada está disponible en media.uaf.edu.
Los principales resultados del estudio del NIST son los siguientes. Primero, el derrumbe de la torre norte (WTC 1) lanzó escombros hasta el WTC 7 y eso provocó incendios en varios pisos. Los sistemas de extintores no funcionaron apropiadamente y algunos de esos incendios se propagaron hasta el costado noreste del edificio. Segundo, esos incendios provocaron la expansión térmica de las vigas horizontales en los pisos inferiores hasta que una de ellas en el piso 13 (y con el número A2001 en los planos originales) se desprendió de la columna número 79 que proporcionaba apoyo a una sección importante de todo el piso. Ese desplazamiento de la viga A2001 provocó el colapso del piso 13 y eso causó el derrumbe en cascada de los pisos 13 a 5, dejando sin apoyo a la columna 79 para resistir fuerzas laterales, provocando que dicha columna se doblara. Esa distorsión de la columna 79 activó la falla estructural de todas las demás columnas hasta llegar a los pisos superiores y el penthouse del edificio. De acuerdo con el informe del NIST, eso explica el colapso de todo el edificio.
Por su parte, la investigación de la UAF identificó varias carencias fundamentales en el estudio del NIST. En primer lugar, el diseño de los componentes estructurales de la columna 79 y de las vigas A2001 y A2015 no habrían permitido el desplazamiento de las vigas y trabes tal y como concluyó el NIST. Aún suponiendo una expansión térmica exagerada, no se pudo haber presentado la pérdida de contacto entre esas vigas y la columna 79. Cabe señalar que el modelo matemático utilizado en el estudio de la UAF permite simular incluso condiciones más extremas de las que consideró el informe NIST. Esas corridas del modelo no permiten concluir que el colapso del edificio se hubiera llevado a cabo tal y como sucedió en los hechos.
Todo lo anterior conduce a una sencilla conclusión. El edificio WTC 7 no se colapsó debido a los incendios que se desataron en varios de sus pisos el 11 de septiembre. El modelo utilizado por el NIST no permite simular el derrumbe que, como lo muestran múltiples videos, se llevó a cabo en casi perfecta simetría y a la velocidad de una caída libre (al igual que el colapso de las torres gemelas WTC 1 y WTC 2).
El estudio de la UAF también concluye que la falla estructural de una sola columna no pudo haber generado el desplome en cascada de todas y cada una de las demás columnas y vigas en el edificio. Cabe señalar que el WTC 7 tenía unas 40 mil toneladas de acero estructural y que el material combustible que alimentó los incendios era simple inmobiliario de oficina, incapaz de alcanzar la temperatura necesaria para fundir acero. Por eso el estudio NIST buscó explicar el colapso a través de fallas estructurales. Pero la investigación de la UAF anula las conclusiones de lo que se ha convertido en la versión oficial.
Las mentiras que rodean el colapso del WTC 7 permiten correr el velo de lo que realmente sucedió con las torres gemelas. Hoy quizás a muy pocos les importan estos hechos. Pero la realidad es que los pueblos de Afganistán e Irak siguen sufriendo las consecuencias y en Estados Unidos cualquier persona puede ser arrestada y confinada (incluso torturada) sin derecho a un juicio por la simple sospecha de tener vínculos con terroristas. Son razones suficientes para no olvidar.
Fuente: http://mamvas.blogspot.com.ar/2016/09/la-sociedad-europea-de-fisica-desmonta.html