¿Por qué soy vegana?
La realidad de la granja y el matadero todavía pasan demasiado desapercibidos, todavía hay demasiada gente que desconoce lo qué para mi, hace algunos años, todavía era inimaginable: el horror de la carne.
Por desgracia, tanto judíos, cristianos o musulmanes vivimos en el sí de una cultura extremadamente antropocéntrica, lo cual nos lleva a comportarnos de una forma profundamente especísta.
Por desgracia, tanto judíos, cristianos o musulmanes vivimos en el sí de una cultura extremadamente antropocéntrica, lo cual nos lleva a comportarnos de una forma profundamente especísta.
Según los relatos mitológicos cristianos, el ser humano es lo mejor o el rey de la creación, por esta razón, todo lo que existe está en el Mundo para satisfacer las necesidades de la especie humana. Este principio que es puramente cultural y arbitrario es, precisamente, una de las principales causas de que el medio ambiente se haya degradado tanto, que algunas especies, tanto animales como vegetales, se hayan extinguido, y que la vida de millones de animales humanos y no humanos se haya desnaturalizado.
En 1859, Charles Darwin publicó su obra más famosa, El origen de las especies. Esta obra ha marcado un antes y un después en la Historia de la humanidad. Sin embargo, en el momento de su publicación, tales ideas escandalizaron a sus contemporáneos. Darwin ponía de manifiesto que la mitología cristiana carecía de base científica, por lo tanto se enfrentaba a la máxima autoridad moral del momento, pero lo que más molestó a la egolatría humana, fue que su teoría equiparara al ser humano a los otros animales. Darwin fue ridiculizado y caricaturizado, sus contemporáneos le dijeron que del mono vendría él, pero no el resto de los humanos.
Aunque, como vemos, Darwin recibió burlas, el tiempo le ha dado la razón. El ser humano es sencillamente es un animal más que se ha formado a partir de la evolución de otras especies ya extinguidas. Por lo tanto, el especísmo carece de base científica, no hay razón para creer que el ser humano es superior a las otras especies animales. Aunque el especísmo carece de base científica, como el racismo o el seximo, sigue habiendo especísmo, sexismo y racismo.
Las víctimas de especísmo son sobretodo los animales de granja, los cuales son criados exclusivamente para convertirse en comida para humanos.
Hace algunos años, el programa 30 minuts de TV3 emitió un documental que mostraba las espantosas condiciones en las cuales se criaba, transportaba y sacrificaba a los animales que luego comemos como si nada. En aquel entonces, yo todavía comía carne, aunque sentía una gran simpatía por la filosofía vegetariana y un gran amor por los animales. Lo cierto, es que aquel reportaje marcó mi vida para siempre, y des de entonces, no tan sólo dejé de comer carne y pescado, sino que me comprometí con el movimiento animalista.
De todas formas, la realidad de la granja y el matadero todavía pasan demasiado desapercibidos, todavía hay demasiada gente que desconoce lo qué para mi, hace algunos años, todavía era inimaginable: el horror de la carne.
Helena Escoda Casas Licenciada en Historia por la UAB Posgrado en Derecho Animal
https://miradahistoricabiocentrista.wordpress.com/
En 1859, Charles Darwin publicó su obra más famosa, El origen de las especies. Esta obra ha marcado un antes y un después en la Historia de la humanidad. Sin embargo, en el momento de su publicación, tales ideas escandalizaron a sus contemporáneos. Darwin ponía de manifiesto que la mitología cristiana carecía de base científica, por lo tanto se enfrentaba a la máxima autoridad moral del momento, pero lo que más molestó a la egolatría humana, fue que su teoría equiparara al ser humano a los otros animales. Darwin fue ridiculizado y caricaturizado, sus contemporáneos le dijeron que del mono vendría él, pero no el resto de los humanos.
Caricatura burlesca dirigida a Darwin, por Gill (1879).
Las víctimas de especísmo son sobretodo los animales de granja, los cuales son criados exclusivamente para convertirse en comida para humanos.
Hace algunos años, el programa 30 minuts de TV3 emitió un documental que mostraba las espantosas condiciones en las cuales se criaba, transportaba y sacrificaba a los animales que luego comemos como si nada. En aquel entonces, yo todavía comía carne, aunque sentía una gran simpatía por la filosofía vegetariana y un gran amor por los animales. Lo cierto, es que aquel reportaje marcó mi vida para siempre, y des de entonces, no tan sólo dejé de comer carne y pescado, sino que me comprometí con el movimiento animalista.
De todas formas, la realidad de la granja y el matadero todavía pasan demasiado desapercibidos, todavía hay demasiada gente que desconoce lo qué para mi, hace algunos años, todavía era inimaginable: el horror de la carne.
Helena Escoda Casas Licenciada en Historia por la UAB Posgrado en Derecho Animal
https://miradahistoricabiocentrista.wordpress.com/