Receta para ocupar tu universidad más cercana: La pequeña toma de Granada.

Como psicólogo, siempre tengo en cuenta que la disrupción es, ante todo, mental. Cualquier revolución se gesta, antes de todo, en la disposición de la mente. Nuestra labor es apretar las teclas adecuadas para que el cambio deseado suceda. Este texto recoge el análisis de la acción de la ocupación de la Universidad de Granada (España) por parte de la Rebelión Científica a comienzos del pasado mes de abril. Espero que pueda ayudar a otras compañeras a replicar el éxito en sus territorios de actuación. Suerte a todas, la van a necesitar.

Fernando Gonzalez Alaguero

La acción de ocupación de la UGR por parte de la Rebelión Científica fue una movilización en el contexto de una campaña coordinada a nivel internacional, que además contaba con unas fuerzas bien enraizadas en el territorio. Ambas son imprescindibles. La coordinación internacional ofrece una gran fuerza comunicativa que se distribuye por todo el mundo, apoyo logístico y un empuje unificado, y el enraizamiento local aterriza y materializa la propuesta, así como la diversifica y adapta de la forma más eficaz.
En el caso de Granada, tuvimos la implicación de un nutrido equipo de Extinction Rebellion y un equipo de miembros altamente implicados en la organización. Una buena movilización requiere de un grupo motor fuerte sobre el terreno y un grupo más extenso de apoyo.
La acción se realizó el mismo día que se lanzó la campaña internacional, el lunes 4 de abril de 2022, el día de la salida del último informe del grupo 3 del IPCC, en el que se habla de los cambios sociopolíticos necesarios para parar la crisis climática. Un momento crítico, ya que la opinión pública estaba centrado en ese tema, aunque fuera superficial y momentáneamente. Tuvimos cerca de dos meses y medio de preparación. A más tiempo, mayor suele ser la potencia de la campaña. Este efecto de acumulación de energía lo vemos en el proceso histórico de grandes revoluciones, cuyo proceso de gestación lleva incluso años de trabajo intenso.La estrategia fue la siguiente. Al inicio se dieron charlas. Muchas charlas. En este caso fueron unas diez repartidas en el tiempo solo en la UGR. En ese momento éramos muy pocas, pero de cada charla surgieron una o dos personas que nos empezaron a seguir en el movimiento. Para cuando empezó el mes de febrero, ya teníamos un grupo de entre quince y veinte personas implicadas en la campaña.
Os recomiendo ser ambiciosos cuando planteéis una campaña. Roger Hallam afirmaba que el secreto para el éxito de una movilización es, primero tener una buena idea, y luego multiplicarla por tres, de forma que el resultado sea tan espectacular que produzca una subida de moral en la organización, en la que las personas ven que su esfuerzo funciona. A pesar del agotamiento, la subida de moral es tan fuerte que muy probablemente se implicarán con energía en campañas aun mayores, y sumarán muchos nuevos miembros.
El seguimiento de la campaña fue muy heterogéneo, pero en los grupos que siguieron el plan, como Granada, hemos visto que el grupo local aumentó su fuerza y número aproximadamente al triple con respecto a cuando se empezó la campaña de la Rebelión Científica, ahora nutridos de jóvenes estudiantes.
En la campaña de huelgas y ocupaciones a nivel intenacional decidimos lanzar una propuesta muy ambiciosa. Una semana entera de huelga académica y científica y la ocupación de los principales centros universitarios durante dicha semana.
La emanda inicial debe ser fácil de ganar y razonable para la opinión pública. En este caso, la petición de la asignatura obligatoria en todas las formacionuniversitarias sobre crisis climática, energética y colapso eco-social, y sobre cómo podía adaptarse cada rama del conocimiento a esta nueva situación de ambiente hostil y escasez.

Algo ganable y fácil de hacer popular entre el estudiantado. Como curiosidad, el mismo día que realizamos el diseño de la campaña, diversos intelectuales españoles publicaban un artículo en la que planteaban la necesidad imperiosa de la implementación de esta formación básica.
La demanda es un punto de palanca. Nos sirve para que se comience a hablar de esto. En instituciones tan carcomidas por el neoliberalismo, el pensamiento crítico frente a estas cuestiones brilla por su ausencia. La demanda inicial nos sirve como un punto de anclaje desde el cual ganar fuerza e ir escalando.
Esta escalada se puede dirigir, por ejemplo, a buscar romper las impúdicas relaciones entre la UGR y el banco Santander, el principal inversor de combustibles fósiles del país y unos de los principales en armas nucleares. Una institución tan maligna, incluso para los estándares de la banca, puede ser un buen segundo objetivo estratégico que lograr. Ganas muchos aliados y golpea sistemáticamente en un punto clave: la relación de las universidades con la banca e industria fósil. No es posible que las universidades tengan a los principales criminales climáticos como socios. En los últimos tiempos, hemos sido testigos en España de casos tan aberrantes como la creación de las Cátedras Repsol para la transición verde. Una vergüenza.

Elegir bien el lugar es también importante. En este caso fue la Facultad de ciencias de la UGR por varios motivos: a pesar de no ser una facultad ni mucho menos activa políticamente, es un sitio público, con valor simbólico en una protesta científica. Además, es una facultad enorme con más de 5.000 estudiantes y con un gran hall en el centro de la facultad, justo frente a su decanato. Un lugar ideal.
Además, un valor añadido de las facultades de ciencias es que allí hay instrumental caro y delicado. Aun siendo nosotros muy cuidadosos y respetuosos, por protocolo tienen que poner muchos más guardias extras para proteger el sitio, lo cual les implica gasto de dinero… lo cual hace que se moleste a la institución mucho más que en cualquier otro sitio.
Como hemos dicho, esta lucha es en primer lugar, psicológica. La legitimidad de la ciencia y de la noviolencia es tan fuerte que planteamos la campaña de ocupación de forma radicalmente diferente a otros encierros. Renunciamos completamente al factor sorpresa.
Decidimos estar más dos meses anunciando a todo el mundo lo que íbamos a hacer y avisar con tiempo tanto al decanato como al rectorado. La alarma generada en estos y las medidas de represión por las que optaron nos hicieron buena parte del trabajo de difusión. Creo que esta técnica puede funcionar bien, pero hay que medir muy bien las fuerzas que se tienen porque el escenario de la acción es más delicado.
El interés y la expectativa generada fueron suficientes para atraer a parte del estudiantado, aunque solo fuera para ver el desenlace de las cosas. Lanzar el desafío públicamente también ayuda a convocar a nuestros aliados, como otros movimientos sociales, sindicatos de estudiantes y trabajadores y personas afines. Gran parte de la red de movimientos sociales estaba pendiente de la situación, por si llegaba una petición de auxilio, para acudir masivamente al lugar, lo cual es muy importante si la situación escala. Destacable fue la función de uno de los sindicatos, el SAT, que facilitó la realización de una convocatoria legal en el lugar del encierro. Esto aseguró la entrada y despliegue del mismo.
Radio Almaina, una radio local con compromiso social, estuvo convocando con una cuña a todo el mundo para acudir el día 4 a las 12:00 a la facultad de ciencias, y también logramos que acudiera la prensa y televisión local y nacional. La presencia de periodistas es una herramienta defensiva poderosa, pero hay que saber utilizarla. Especialmente a las cadenas nacionales, tienes que darles una historia digna de suscitar interés. En este caso, la ausencia de cargas policiales hizo que la televisión nacional no viera interés en publicar la noticia. Les gusta el drama y las noticias impactantes. Si no se las podéis dar, es probable que no os hagan caso.
Se pueden realizar acciones previas de carácter performativo. Genera interés y sube la tensión con la institución y nos entrena, a modo de calentamiento. Por ejemplo, los días previos a la ocupación se bañó de sangre a unas jóvenes estudiantes en las escaleras de una facultad para simbolizar la sangre que se derramará como consecuencia de la inacción climática.

En cuanto a la negociación con las autoridades tuvimos una reunión con la decana de ciencias y con la vicerrectora de sostenibilidad y les explicamos lo que estábamos haciendo: la campaña, la crisis climática, etc. Su respuesta inicial fue “Sí, sí, qué importante todo. Aquí estamos muy concienciados con los ODS, y nos parece todo bien, bla bla bla…”.
Un truco de persuasión: cuando inicias una negociación es importante que hagas que la otra persona se posicione a tu favor todo lo posible al inicio. Así se le hace mentalmente mucho más difícil recular cuando le plantees las demandas.
La siguiente fase personalmente me encanta. La parte en la que les das la sorpresa y les informas de que con estos motivos tan legítimos y con los que están tan de acuerdo vas a comenzar a ejercer presión hacia ellos para que tomen responsabilidad en el asunto, por ejemplo, ocupándoles la universidad una semana. En ese momento ves el horror en sus ojos y pronuncian la oración que dicen siempre: “Eso no lo podéis hacer”.
Cuando les pides que tomen algún tipo de responsabilidad con la situación y que hagan algo, se genera una situación muy incómoda, ya que, en realidad, ese hacer algo es mucho más de lo que están dispuestos a hacer, que es nada. Y te toca a ti evidenciarlo, hacer presión e incomodarles.
De las amables palabras del inicio pasan rápido a las hostilidades. La decana de ciencias nos llegó a decir textualmente que “no iba a haber encierro de ninguna manera”. Que si por la Covid, que si hay instrumental delicado, que si no se puede comer dentro… cualquier excusa es buena. Y cuando ya no saben ya qué decir, te desprecian: “Total, ya hemos visto vuestro poder de convocatoria, vais a ser cuatro gatos”.
Tragarse las palabras es duro. Hubo encierro, en un inicio hubo cerca de setenta personas reunidas frente a su puerta con pancartas y megáfonos y al atardecer ya apareció una delegación del rectorado que permaneció hasta las 23:00 negociando con nosotros si nos quedábamos o no la semana completa.
Uno de los momento más vergonzosos de todo el proceso de negociación fue cuando una mujer que formaba parte de dicha delegación afirmó que en esa misma facultad «había profesores de Geología que afirmaban que eso de la crisis climática era un proceso natural y cíclico de la Tierra».
No creo que la mujer sea negacionista. De hecho es una profesora querida por sus estudiantes y seguramente ejerce su cargo razonablemente bien. Esta afirmación me parece un ejemplo de hasta qué punto puede llevar el impulso reaccionario a una persona, cuando esta se ve totalmente sobrepasada por la situación. A veces pienso que defenderían que la Tierra es plana si así se lo exigiera el statu quo y con ello consiguen estar tranquilos y cómodos en sus puestos.
Los procesos de negociación son complejos y van a intentar todo tipo de métodos para que os calléis. No os fiéis en absoluto de ellos. Siempre recordad que, de base, no están dispuestos a hacer absolutamente nada. Y tened en cuenta que para negociar hay que tener equidad de fuerzas. Así que cuanta mayor fortaleza mostréis, más terreno podréis ganar.
Nosotros dimos por bueno levantar el encierro tras la primera noche, con un compromiso oral del rectorado de comenzar a implementar las medidas que se le exigían, en forma de una asignatura optativa. A todas luces esto es insuficiente, y si se hubiera mantenido la posición se podría haber logrado mucho más. Pero, bueno, ellos querían evitar que el encierro se prolongase y la mayor parte de nuestras fuerzas tenían que viajar el día siguiente a una acción de alto riesgo en Madrid, una acción de la Rebelión Científica ante el Congreso de los diputados. Así que se valoró como apropiado tomar el acuerdo y hacer una tregua, con vistas a continuar la presión más adelante.
La prensa jugó su papel en este caso, ya que al enviarles el comunicado de las responsabilidades adquiridas por parte de la universidad, decidieron entrevistarles. El rectorado las confirmó, con lo cual disponíamos del documento escrito que expresaba tales compromisos.
La legitimidad de la causa y la impecabilidad de la acción tienen otras consecuencias. Hay miembros dentro de la universidad que de manera expresa o velada te comienzan a apoyar y a facilitar las cosas. Las fuerzas infiltradas y la fragmentación de la opinión pública dentro de la propia institución son clave.
Van a intentar escaparse de mil formas distintas. No les dejéis. Si no toman medidas, seguid presionando hasta que cedan aunque solo sea para que les dejéis un poco tranquilos. Y, sobre todo, disfrutad el proceso.
Sin la obediencia y la colaboración de las personas con el sistema establecido, este pierde todo su poder. Aprovechad el malestar de los trabajadores con la institución. El maltrato y precariedad de la subcontratación que sufren hace que sea fácil que se pongan gustosamente de tu lado.
Al plantear la acción, preparaos siempre para la peor de las situaciones. En este caso, partimos del supuesto de encontrarnos con una universidad blindada y una carga policial.
Nuestros informantes nos filtraron la intención del rectorado de realizar una intervención policial sobre la facultad para desalojarnos y abortar la acción. Se tmaron medidas como cerrar todas las puertas, excepto las principales, en las cuales se triplicó la guardia.
Cuando planteemos una acción, el planteamiento estratégico debe ser lograr siempre un win-win. Es decir, que haga lo que haga el otro, tú ganes.
Si puedes entrar y no oponen resistencia, ganas. Si no te dejan entrar y meten a la policía, utilizas la fuerza de tu oponente para derribarlo, y también ganas.
En nuestro caso, la entrada y comienzo del encierro se realizaron desde dentro, infiltrando a nuestras rebeldes horas antes e introduciendo todo tipo de materiales gracias a agentes internos. Así se aseguraba que no pudieran bloquear el inicio del acto.
Y en cuanto a la intervención policial, se procedió a informar a todo el mundo de esta posibilidad y parte del equipo estaba preparada para escalar la situación pegándose con superglue al suelo frente al decanato, lo cual hubiera requerido de la intervención de los bomberos. Además, teníamos un equipo de grabación preparado para mandar todas las imágenes al informativo del mediodía de La Sexta Noticias si fuera necesario.
En este caso, el uso de la fuerza hubiera sido un error por su parte. La represión ejerce un efecto multiplicador de la protesta. Para las autoridades de la UGR, unas imágenes en televisión de policías desalojando a estudiantes de la facultad de ciencias de Granada en una protesta por la emergencia climática el día que sale el IPCC sería una autentica pesadilla.
Decidieron evitar la situación todo lo posible, dejar hacer y negociar para volver al “Todo normal y bien” cuanto antes. Si utilizan la estrategia de “ya se cansarán“ mi recomendación es que aprovechéis para ganar más fuerza y que escaléis paulatinamente el grado de disrupción, de forma que no se puedan dar efectos de habituación. Básicamente, dadles más caña y valorad si es o no inteligente seguir provocándoles.
Nuestra conducta ha de ser impecable y se debe mantener en todo momento la disciplina noviolenta. La oposición va a tratar de deslegitimaros de todas las formas posibles. No les deis ni un hueco por el que entrar. El acuerdo rebelde debe leerse al inicio, explicarse y ser aceptado por todas las participantes. Si alguna persona no acepta cumplir estos acuerdos, no puede participar.
Un ejemplo de esto fue tener en cuenta que dentro de la facultad hay clases y estudiantes. En respeto a estos, se decidió utilizar los megáfonos únicamente en las horas de cambio de clase, para así no molestar con el sonido la realización de estas. Parece una tontería, pero un acto tan sencillo hace sentirse al estudiantado esuchado y respetado y, por tanto, facilita que simpaticen y se unan a la causa.
Durante el encierro, fomentar la organización de los participantes. Empoderadles y animadles a movilizarse de forma autónoma. Y tras el éxito, haced una gran fiesta. Hay que celebrar todos los éxitos.
En el cierre de la acción se decidió montar un equipo de alumnos de la propia facultad para que supervisasen la evolución de la nueva asignatura y nos retiramos.
Ahora toca evaluación del proceso y reorganizar nuestras fuerzas. Esta primera victoria lograda ha subido mucho la moral, ha sentado un precedente de éxito y muchos otros lugares quieren replicar acciones similares en el mes de octubre de este año, como la propuesta de End Fossil: Occupy!, o las próximas campañas de la Rebelión Científica las semanas previas a la COP, en las que os animamos a participar y organizar.
Si queremos un cambio, hemos de plantearnos cuánto lo queremos. Cuánto estamos dispuestos a empujar y qué vamos a poner en juego.
Un decrecimiento económico ordenado y socialmente justo y una cultura regenerativa que se dedique a reparar el daño provocado es el camino más inteligente y sabio. Sirve a la naturaleza y todo irá bien. Pero el giro de timón no va a llegar solo.
Hacer el duelo del futuro que esperabas y que ya no va a poder ser, posteriormente vislumbrar los posibles opciones de futuro colectivo que se abren ante nosotras, cada vez más distópicos y, por último, luchar por el que consideras que es el más deseable. Con el tiempo, la realidad tiende a imponerse. En nuestro caso, lo hará rápido y de manera brutal.
Toca respirar profundo y actuar.
Suerte.

FERNANDO GONZÁLEZ ALAGUERO
Psicólogo y rebelde de Extinction Rebellion. Miembro y Coordinador internacional de la campaña de huelgas y ocupaciones de la Scientist Rebellion (Rebelión Científica). - F
Fuente: https://www.15-15-15.org/webzine/2022/05/14/la-pequena-toma-de-granada-receta-para-ocupar-tu-universidad-mas-cercana/#comment-269950 - Fotografías: Extinction Rebellion.

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