Greenpeace crea un nuevo país, la República Glaciar


Mathieu Dejean
Les Inrocks

Los militantes de Greenpeace plantan la bandera de la República Glaciar en el glaciar Olivares, cerca de Santiago de Chile.
La ONG Greenpeace-Chile ha aprovechado un vacío jurídico para crear un nuevo país sobre 23.000 km2 de glaciares libres de cualquier soberanía nacional. De esta forma la organización ecologista quiere sensibilizar sobre la importancia de las reservas de agua que representan los glaciares.
«Hoy, 5 de marzo de 2014, el mundo asistirá al nacimiento de un nuevo país. Un país, amenazado por los intereses económicos, que busca la protección de sus ciudadanos». Así anunciaba Greenpeace el miércoles pasado, en una página del New York Times, el nacimiento de la República Glaciar. El efecto sorpresa estaba garantizado. La nueva república se extiende nada menos que por 23.000 km2 de glaciares no reconocidos por la legislación chilena, que por lo tanto no tiene la soberanía declarada sobre el 82% de los glaciares sudamericanos.
Vacío jurídico
La organización ecologista ha aprovechado ese vacío jurídico para apoderarse de ellos y anunciar en el periódico estadounidense que «cualquier persona del mundo puede convertirse en ciudadana» de la República Glaciar. De hecho, el primer ciudadano ilustre del nuevo país ha recibido su pasaporte: se trata de Nicanor Parra, el «antipoeta» chileno, nominado varias veces al Premio Nobel de Literatura (1995, 1997 y 2000). Un apoyo importante de la campaña de Greenpeace, que quiere crear una ley para proteger los glaciares andinos y las reservas de agua que constituyen para las generaciones futuras. La organización ha creado una web, RepublicaGlaciar , que permite a todas las personas obtener la ciudadanía del nuevo territorio y aportar su apoyo a la creación de esa ley. «Cuando el Estado chileno tenga en cuenta esta herencia natural, la República Glaciar y sus ciudadanos devolverán ese territorio», concluye el mensaje de Greenpeace
Glaciares amenazados por los intereses mineros
El hecho de que el Estado chileno no tenga en cuenta a esos territorios en su legislación les hace correr un grave peligro, como ha informado Matías Asún, director de Greenpeace-Chile: «Chile es uno de los pocos países que no tiene ley de protección de los glaciares, lo que ha convertido a las minas en la primera amenaza que pesa sobre ellos», avisa en la web del diario chileno El Mercurio. La economía exportadora de Chile se basa en gran parte en las minas de cobre (36% del mercado mundial), de plata y de oro. El 30% de los productos exportados por Chile pertenecen a la industria del cobre. Por lo tanto esos recursos minerales tienen un gran interés económico para las empresas mineras, lo que no es buena señal para los glaciares en un país donde el mercado marca la ley.
Así el Proyecto Pascua Lama, del cual se encarga la empresa minera Barrick Gold, genera mucha oposición entre los defensores del medio ambiente. Dicho proyecto pretende explotar una mina a cielo abierto en el norte de Argentina y Chile para extraer oro, plata y cobre. El método de extracción, que utiliza cianuro, según Greenpeace representa un peligro de contaminación del agua de los glaciares situados en la zona de la mina: Toro 1, Toro 2 y Esperanza. Según el director de Greenpeace-Chile, ese proyecto «es famoso por destruir los glaciares. Pero en la actualidad existe un peligro incluso más importante: el proyecto de expansión Andina 244 de Codelco (empresa minera estática) que pretende destruir 5.000 hectáreas de glaciares, lo que afectaría directamente a las reservas de agua de toda la zona central de Chile. Por eso es urgente conseguir una ley de protección de los glaciares».
Una victoria al alcance de la mano
Sin duda Greenpeace no ha elegido este combate por casualidad: no solamente es legítimo y urgente, sino que además la victoria está al alcance de la mano, puesto que la solución podría venir del Estado. Frente a una lógica industrial el Estado es soberano, por lo tanto puede elegir la política que considere oportuna, aunque es muy complicado cuando se trata de luchar contra el calentamiento climático», afirma Gael Durand, investigador (CNRS) del Laboratorio de Glaciología y Geofísica del Medio Ambiente (LGGE). «Un Estado puede proteger un glacial de los destructores, es una cuestión de legislación y de influencias, pero contra el calentamiento climático la perspectiva de una victoria está muy lejos». Una reforma más para la agenda política de la presidenta de Chile (de centro izquierda), que fue investida el 11 de marzo en sustitución del ultraliberal Sebastián Piñera.
¿La iniciativa de Greenpeace calmará los ardores de los magnates de la mina y conseguirá convencer al Estado chileno? Sin duda eso dependerá de la movilización ciudadana. La nueva República ya tiene bandera y ciudadanos con pasaporte –los pioneros de la república Glaciar- Una cosa es segura en cualquier caso, Greenpeace rebosa de ideas para proteger las reservas de agua del planeta.

Fuente: http://www.lesinrocks.com/2014/03/07/actualite/greenpeace-cree-nouveau-pays-la-republique-glaciaire-11486139/  Traducción del francés para Rebelión de Caty R. - Imagenes: http://www.ecologiaverde.com - http://blogdelagua.com

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