¿Qué hacen las plantas durante un eclipse solar?
Los eclipses causan gran expectación y dejan imágenes espectaculares y sorprendentes. Los animales y plantas tienen distintas reacciones. Algunos científicos en Wyoming utilizaron el Gran Eclipse Americano en agosto de 2017 para observar la reacción de la Artemisia tridentata, un arbusto de desierto aromático que crece en el oeste de los Estados Unidos, a lo largo de ríos y otras áreas húmedas. Según los científicos, la respuesta de las plantas fue similar a la que presentan al anochecer, pero cuando el sol volvió a aparecer los especialistas pudieron encontrar señales más evidentes de “estrés” en las plantas, por lo que concluyeron que los eclipses causan alteraciones “en las vías fotosintéticas”.
Laura Andrés Tallardà
Al rastrear sus reacciones a nivel de la hoja, los científicos vieron que la Artemisia tridentata experimentaba una desaceleración en su actividad a medida que caía la oscuridad, seguido de un shock ante la sorpresa del regreso del sol.
El estudio, publicado en junio en Scientific Reports , se suma a un pequeño grupo de investigaciones sobre eclipses y plantas. “Las plantas realmente no han sido bien documentadas durante el eclipse”, dijo Daniel Beverly, estudiante de doctorado de botánica e hidrología en la Universidad de Wyoming y el autor principal del artículo. Cuando escuchó que se avecinaba un eclipse, vio la oportunidad de recoger “un conjunto de datos una vez en la vida”.
La Artemisia tridentata pasa gran parte de su vida bajo el sol, y cubre desde Oregón hasta Nuevo México, según Beverly. El autor del estudio y sus colegas eligieron una zona cerca del Parque Nacional Yellowstone. Establecieron instrumentos que podían medir la velocidad fotosintética, así como la velocidad de la transpiración.
“La planta respondió como si estuviera anocheciendo”
A medida que la luz se desvanecía y la temperatura bajaba durante los 80 minutos aproximadamente antes de la totalidad, Beverly y su equipo vieron una disminución en la fotosíntesis y en la transpiración. “La planta respondió como si estuviera anocheciendo”, dijo Beverly.
Durante los dos minutos y 18 segundos de oscuridad total, ambas tasas cayeron todavía más. Aunque no alcanzaron el nivel de desaceleración del promedio de una noche, fue una caída mucho más precipitada de lo que hubiera ocurrido con la presencia de una nube pasajera.
Pero cuando el sol volvió a aparecer, los arbustos quedaron cegados. “Ahí fue cuando vimos las señales más evidentes de estrés”, dijo Beverly en declaraciones recogidas en un artículo de The New York Times . “Provocó una interrupción en las vías fotosintéticas”.
Aunque no pudieron probar esto directamente, Beverly intuye que el impacto de la luz solar repentina afectó el ritmo circadiano de cada planta, el reloj interno que determina el ciclo diario de actividad de un organismo.
En el transcurso del día del eclipse, el equipo estimó que la Artemisia tridentata de promedio logró un 14 por ciento menos de fotosíntesis de la que hubiera tenido si el sol no hubiera sido bloqueado. Si una planta ya está estresada por la sequía, un eclipse puede ser una mala noticia, como “perder el 14 por ciento de los ingresos de un día cuando ya está en quiebra”, dijo Beverly.
El investigador espera con interés el eclipse de 2024, que se extenderá desde México hasta el este de los Estados Unidos. Planea examinar más de cerca las respuestas de los cultivos y los árboles. En ese eclipse, hará una cosa de manera diferente: “Intentaría usar la mayor automatización posible para poder disfrutar el eclipse”, afirmó. “Eso es una gran cosa que me perdí”.
Artículo científico de referencia:
Hydraulic and photosynthetic responses of big sagebrush to the 2017 total solar eclipse, Daniel P. Beverly, Carmela R. Guadagno, Mario Bretfeld, Heather N. Speckman, Shannon E. Albeke & Brent E. Ewers, Scientific Reports, junio 2019, https://www.nature.com/articles/s41598-019-45400-y - Imagen de portada: El eclipse solar en La Paz, Bolivia, 2 de julio de 2019. REUTERS/David Mercado (David Mercado / Reuters)
Laura Andrés Tallardà
Al rastrear sus reacciones a nivel de la hoja, los científicos vieron que la Artemisia tridentata experimentaba una desaceleración en su actividad a medida que caía la oscuridad, seguido de un shock ante la sorpresa del regreso del sol.
El estudio, publicado en junio en Scientific Reports , se suma a un pequeño grupo de investigaciones sobre eclipses y plantas. “Las plantas realmente no han sido bien documentadas durante el eclipse”, dijo Daniel Beverly, estudiante de doctorado de botánica e hidrología en la Universidad de Wyoming y el autor principal del artículo. Cuando escuchó que se avecinaba un eclipse, vio la oportunidad de recoger “un conjunto de datos una vez en la vida”.
La Artemisia tridentata pasa gran parte de su vida bajo el sol, y cubre desde Oregón hasta Nuevo México, según Beverly. El autor del estudio y sus colegas eligieron una zona cerca del Parque Nacional Yellowstone. Establecieron instrumentos que podían medir la velocidad fotosintética, así como la velocidad de la transpiración.
“La planta respondió como si estuviera anocheciendo”
A medida que la luz se desvanecía y la temperatura bajaba durante los 80 minutos aproximadamente antes de la totalidad, Beverly y su equipo vieron una disminución en la fotosíntesis y en la transpiración. “La planta respondió como si estuviera anocheciendo”, dijo Beverly.
Durante los dos minutos y 18 segundos de oscuridad total, ambas tasas cayeron todavía más. Aunque no alcanzaron el nivel de desaceleración del promedio de una noche, fue una caída mucho más precipitada de lo que hubiera ocurrido con la presencia de una nube pasajera.
Pero cuando el sol volvió a aparecer, los arbustos quedaron cegados. “Ahí fue cuando vimos las señales más evidentes de estrés”, dijo Beverly en declaraciones recogidas en un artículo de The New York Times . “Provocó una interrupción en las vías fotosintéticas”.
Aunque no pudieron probar esto directamente, Beverly intuye que el impacto de la luz solar repentina afectó el ritmo circadiano de cada planta, el reloj interno que determina el ciclo diario de actividad de un organismo.
En el transcurso del día del eclipse, el equipo estimó que la Artemisia tridentata de promedio logró un 14 por ciento menos de fotosíntesis de la que hubiera tenido si el sol no hubiera sido bloqueado. Si una planta ya está estresada por la sequía, un eclipse puede ser una mala noticia, como “perder el 14 por ciento de los ingresos de un día cuando ya está en quiebra”, dijo Beverly.
El investigador espera con interés el eclipse de 2024, que se extenderá desde México hasta el este de los Estados Unidos. Planea examinar más de cerca las respuestas de los cultivos y los árboles. En ese eclipse, hará una cosa de manera diferente: “Intentaría usar la mayor automatización posible para poder disfrutar el eclipse”, afirmó. “Eso es una gran cosa que me perdí”.
Artículo científico de referencia:
Hydraulic and photosynthetic responses of big sagebrush to the 2017 total solar eclipse, Daniel P. Beverly, Carmela R. Guadagno, Mario Bretfeld, Heather N. Speckman, Shannon E. Albeke & Brent E. Ewers, Scientific Reports, junio 2019, https://www.nature.com/articles/s41598-019-45400-y - Imagen de portada: El eclipse solar en La Paz, Bolivia, 2 de julio de 2019. REUTERS/David Mercado (David Mercado / Reuters)
