Bolivia: ¿Una anaconda jugando con delfines de río?

 

En agosto de 2021, un equipo de investigación documentaba la biodiversidad cerca del río Tijamuchi en Bolivia cuando vieron a una especie que por lo general es difícil de avistar: el delfín boliviano de río. Tan solo ver su cabeza sobresaliendo del río fue extraordinario, dijo Steffen Reichle, biólogo del Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, e integrante del equipo. Los investigadores comprendieron que algo estaba ocurriendo y empezaron a tomar fotos. Solo después de revisar las imágenes capturadas por el equipo, los investigadores se dieron cuenta de que los delfines llevaban colgando una anaconda mientras nadaban.

Por Carolyn Wilke

Los investigadores describieron el mes pasado lo observado en la revista Ecology. Aunque los delfines en cautiverio y en libertad son conocidos por ser juguetones, el sorprendente comportamiento de los cetáceos bolivianos parece una nueva faceta del jugueteo entre los mamíferos acuáticos, y algunos científicos aún no están seguros de qué pensar sobre lo que el equipo presenció.
Reichle dijo que los delfines bolivianos de río suelen nadar por debajo de la superficie y los avistamientos por lo general solo captan una aleta o una cola. Pero algunos de los seis animales que vieron mantuvieron la cabeza por encima del agua turbia durante un tiempo inusualmente largo.
En un momento dado, dos delfines macho parecían nadar en sincronía, sosteniendo una serpiente en el hocico. Las anacondas son semiacuáticas y pueden aguantar la respiración durante algún tiempo, pero como la serpiente fue manipulada durante al menos siete minutos, sumergida la mayoría del tiempo, probablemente pereció.
Debido a la duración de esta interacción, el equipo sospecha que se trata de un juego, no de una depredación. Las anacondas bolivianas son superdepredadores. Aparte de un caso excepcional de canibalismo, los investigadores no han documentado que las serpientes sean devoradas por otros animales. En este caso, el equipo no vio qué le pasó a la serpiente.
Con lo enérgicos que son los delfines, “la respuesta más acertada parece ser que estaban jugando”, conjeturó Omar Entiauspe-Neto, uno de los autores del artículo y taxónomo de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul en Brasil.
Algunos de los delfines reunidos eran crías, lo que podría sugerir otra dimensión de la interacción: los adultos tal vez estaban enseñando a los jóvenes sobre las anacondas o mostrándoles una técnica de caza.
Pero Sonja Wild, ecologista del comportamiento del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal de Alemania, quien no participó en el estudio, se mostró escéptica respecto a que la interacción fuera instructiva a propósito. Es más plausible que los jóvenes observaran por curiosidad, dijo.
Y como las anacondas son fuertes, Wild se preguntó si la serpiente estaba herida o muerta antes de que los delfines la cogieran. De todas las cosas que uno podría entender, “esto parece algo extraordinario”, afirmó. “Es la primera vez que escucho que los delfines juegan con una serpiente de gran tamaño”, añadió Wild, quien ha observado a los delfines mulares utilizar conchas como herramientas.

Algo más llamó la atención en las fotografías: los penes erectos de los delfines macho. “Es posible que les resultara sexualmente estimulante”, dijo Diana Reiss, científica especializada en mamíferos marinos y psicóloga cognitiva del Hunter College de Nueva York que no participó en el estudio. “Podría haber sido algo con lo que frotarse”. Los machos excitados quizá estaban retozando entre ellos antes de que la serpiente se enredara.
Los investigadores que estudian a los delfines conocen bien las inclinaciones sexuales de estos animales. Por ejemplo, les gusta frotar sus genitales con juguetes o introducir sus penes en objetos, animados e inanimados. Suelen utilizar sus penes para interactuar de forma táctil, afirma Reiss. Ella incluso ha observado en un acuario a delfines mulares macho intentando penetrar el espiráculo de una ballena piloto rescatada. Es posible, añadió, que los machos estuvieran tratando de meter su pene en la serpiente. “Hay muchas interrogantes”, dijo Entiauspe-Neto.
Se sabe mucho más sobre los delfines que viven en el océano que sobre los que viven en los ríos, en parte porque es más difícil distinguir lo que ocurre cuando el agua del río está turbia. Aunque es difícil verlos en la naturaleza, “estas observaciones siempre son valiosas”, dijo Reiss. “Nos dan otra visión de la vida de estos animales; sobre todo, en estado salvaje”.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2022/05/04/espanol/delfines-bolivianos-anaconda.html?action=click&algo=bandit-all-surfaces-time-cutoff-30_impression_cut_3_filter_new_arm_5_1&alpha=0.05&block=more_in_recirc&fellback=false&imp_id=115702028&impression_id=82d95fa0-cfef-11ec-9d92-65133e9eb0a0&index=0&pgtype=Article&pool=more_in_pools%2Fenespa%C3%B1ol&region=footer&req_id=864092874&surface=eos-more-in&variant=0_bandit-all-surfaces-time-cutoff-30_impression_cut_3_filter_new_arm_5_1  - Imagen: Delfines bolivianos de río fueron vistos jugando con una anaconda del Beni en agosto de 2021.Credit...Omar M. Entiauspe Neto, Steffen Reichle, Alejandro dos Rios

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