Biodiversidad, sustento y culturas


 

Hoy más que nunca debemos juntar fuerzas y protegernos. Unirnos, organizarnos, movilizarnos, defender las iniciativas locales y desde las bases, al tiempo de juntar fuerzas con otros a nivel nacional e internacional, proteger y mantener la producción de alimentos, proteger las aguas y los territorios, defender los bienes y patrimonios comunes y colectivos, exigir nuestros derechos hasta que sea imposible pisotearlos o ignorarlos, trabajar para que los jóvenes desenmascaren el neofascismo y finalmente reconstruyamos y afiancemos la esperanza, la dignidad, la solidaridad. Y que fortalezcamos las resistencias.

Todos los días, las comunidades y organizaciones del campo, que construimos y defendemos continuamente el territorio, ponemos esa esperanza en la tierra a través de las semillas que han florecido nuestra identidad histórica y cultural durante milenios. Nuestros ancestros y abuelos nos enseñan, desde la constancia, a mantener los pies y las manos en la tierra, “porque la cabeza piensa donde los pies pisan”.

Eso nos ha generado un vínculo inquebrantable con la tierra, que a su vez nos orienta la forma de luchar y resistir desde el ritual constante de la siembra y la cosecha, en todas las dimensiones posibles. Entendemos que en cada terruño, en cada país y en cada continente las siembras que hacemos tienen procesos y desafíos. Pero están echando raíces en la formación popular de todo tipo. Cada vez tenemos más escuelas campesinas con pertinencia territorial.
Crece nuestra siembra colectiva con la cultura y las artes en manifestaciones que hacen florecer la reforma agraria integral y popular en los territorios agroecológicos que aparecen en todas partes y que intentan impulsar transformaciones estructurales de varios países.
Ante las crisis globales, pretendemos la cosecha de la soberanía alimentaria, de la mano de todas las luchas de los pueblos, con el anhelo de logros constantes: seguir recuperando la tierra y repartirla entre las comunidades del campo, seguir sembrando y enfriando el planeta desde la organización popular y el trabajo colectivo. Y que con la esperanza viva aseguremos un futuro a la humanidad.
Nuestra revista seguirá esforzándose por apoyar lo que hoy es el trabajo común más urgente. Seguiremos entregando información veraz, resaltando los miles de ejemplos de lucha valiente que los pueblos y sus organizaciones continúan desplegando, desenmascarando las formas de acción del capital transnacional y la violencia criminal, apoyando las muchas formas de resistencia que hoy se construyen. Los tiempos son oscuros, pero el futuro sigue siendo nuestro.

Fuente: https://www.biodiversidadla.org

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