El enorme impacto de los jets privados

A un kilómetro y medio de mi casa está el aeropuerto de Luton, que actualmente es el quinto más grande de Gran Bretaña. Sin embargo, cuando se trata de aviones privados, es el número uno, o al menos lo era antes de la pandemia. Desde Luton salen y entran más jets privados que desde cualquier otro aeropuerto del Reino Unido, con Harrods Aviation y Signature como base.

Jeremy Williams

El aeropuerto de Luton planea expandirse mediante un mecanismo llamado Crecimiento Verde Controlado, sobre el que he escrito en otro lugar. Pero la aviación privada no puede cuadrar con ningún tipo de objetivo de sostenibilidad. Los aviones privados tienen un enorme impacto climático.
No todos los vuelos son iguales, como explica Real World Visuals. Un vuelo de 747 de Londres a Nueva York genera 200 toneladas de CO2. Si eso se divide entre todos los pasajeros, son 572 kg para cada uno. Sólo que los pasajeros de la clase business y de la primera clase utilizan más espacio y, por tanto, son menos eficientes y más contaminantes. Un billete de primera clase en el mismo avión consume 2.835 kg, razón por la que algunos han sugerido acabar con la primera clase como una forma rápida de reducir las emisiones de la aviación.
Las emisiones de los asientos de primera clase se ven superadas por las de los aviones privados. Si se toma un avión propio para ir a Nueva York, se pueden llegar a emitir más de 25 toneladas de CO2.
Una huella de carbono global justa, como recordatorio, es de unas 2,3 toneladas al año. Eso es a lo que deberíamos aspirar todos, cada uno, si pretendiéramos un mundo equitativo a 1,5 grados de calentamiento o menos. Así que un vuelo transatlántico en un avión privado acumula una década de carbono justo.
O para darle un giro a la justicia global, la huella de carbono media en Haití es de unas 0,26 toneladas al año. Tomar un avión privado, sólo una vez, tiene aproximadamente el mismo impacto en el planeta que 100 haitianos en un año.
Por eso la acción climática debe empezar por los ricos. Es la razón por la que las campañas de aviación deben empezar por los aviones privados. Por eso debemos tomar con pinzas los consejos de Bill Gates sobre el clima, cuando sus hábitos de vuelo privado emiten unas 7.400 toneladas de CO2 al año. Y por eso el aeropuerto de Luton tiene que elegir si quiere ser sostenible o si quiere servir a los multimillonarios.

Fuente: Earthbound - Julio de 2022

 

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