En un 100% aumentaron en un año las muerte de pudúes en Chiloé
Entre 60 y 90 centímetros de largo y 30 y 40 de alto miden estos venados de cabeza corta que habitan desde Curicó hasta el Biobío y luego desde la Región de la Araucanía hasta Aysén, con mayor presencia en la isla de Chiloé. Desde hace años, tanto estos animales como otros se ven afectados por la tenencia irresponsable de mascotas y la falta de políticas públicas efectivas para la conservación de la diversidad, a esto se refirió el fundador de Chiloé Silvestre.
por Mayron Sills
Cabello es médico veterinario, presidente y fundador de Chiloé Silvestre y director de la Comisión de Fauna Silvestre y Medio Ambiente del Colegio Médico Veterinario. Antes de 2017, recibía animales heridos en su casa de Ancud y luego de ese año, que nació la fundación de manera legal, se comenzó a registrar la cantidad de animales víctimas de ataques de perros, atropellos y orfandad (muerte de la madre por las mismas causas anteriores).
Desde ese año, se recibieron entre 10 y 15 pudúes al año, uno de los animales más carismáticos de la isla de Chiloé. Y a partir de 2021, notaron un incremento considerable en el ingreso de pudúes heridos, recibiendo 30 individuos ese año, la mayoría por ataque de perros.
“Lamentablemente este 2022 la cifra ha aumentado en más del 100% ya que a la fecha ingresaron 33 pudúes y sólo estamos a mitad del año y resta la otra mitad”, dijo Cabello y agregó que debido a la gravedad de las lesiones causadas por mordeduras o atropellos, además del prolongado tiempo que transcurre entre el ataque hasta que llega a Chiloé Silvestre “la mortalidad es elevada, a pesar de todos los esfuerzos que realizamos”.
Por otro lado, algunos animales no llegan a ser rescatados por el fracaso en el traslado pues pueden morir en el transporte o fallecen en el mismo lugar del ataque o atropello. Así, la cifra de animales de esta especie muertos puede llegar a los cien en un año, explicó el veterinario.
Tenencia irresponsable y disminución de bosque nativo
La vida de los pudúes no sólo está en peligro por los ataques de perros, sino que también algunos animales domésticos de producción, como bovinos y ovinos, pueden transmitirle enfermedades infecciosas y causarles la muerte, situación que se está investigando entre Chiloé Silvestre y el área de conservación del BuinZoo.
“Esto se debe a la disminución del bosque nativo y el avance del ser humano ya sea por las parcelaciones, urbanizaciones, agricultura y ganadería, haciendo que haya mayor interacción entre animales silvestres y domésticos”, explicó el máster en Investigación Básica y Aplicada a recursos cinegéticos y Doctor en Ciencias Ambientales y Agrarias.
De la misma manera, los perros pueden transmitir enfermedades infecciosas y parasitarias a los zorros. Según explicó Cabello, en Chiloé es “particularmente preocupante” la situación del zorro chilote, una especie en peligro que es endémica, es decir, propia del país y se está investigando. Asimismo, los perros también producen exclusión territorial con otras especies de carnívoros: “por donde transitan los perros puede que dejen de circular animales silvestres, reduciendo su territorio, por marcaje con orina o heces”.
Al igual que los perros, sostuvo el presidente de Chiloé Silvestre, los gatos pueden transmitir enfermedades a felinos silvestres como la güiña u otras especies ya que “son cazadores innatos, más de alguno habrá visto cómo su gato le lleva algún pajarito o lagartija a la casa”, ilustró. Picaflores, zorzales, chincoles y reptiles son algunas de las especies usualmente depredadas por estos mamíferos.
“Además, acá en Chiloé también hemos visto casos de monitos del monte o murciélagos atacados por gatos. Particularmente importante son los gatos en el campo, ya que por una parte cumplen la función de controladores de plagas como roedores, pero por otra, cazan otro tipo de animales donde incluyen los nativos”, agregó el especialista.
Falta protección
De acuerdo a lo establecido a nivel legal, todos los animales silvestres deben ser tratados en un centro de rehabilitación de fauna silvestre inscritos y autorizados por ley o convenios de cooperación según sea el caso, sostuvo Javier Cabello. Chiloé Silvestre es el único Centro de Rehabilitación en la zona, autorizado por Sernapesca y Sag, especializado en atender y recuperar estos animales.
“Por recursos económicos, por no contar con los dineros necesarios, nosotros no hacemos rescate”, sostuvo el médico veterinario.
Los animales silvestres, explicó, son abordados en dos leyes diferentes: “La ley de pesca y acuicultura que protege a los cetáceos, pingüinos (magallanes y Humboldt), nutrias, tortugas marinas, lobos marinos y serpientes marinas, a través de Sernapesca y, la ley de caza 19.473 donde se incluyen a todas las demás especies de fauna silvestre y que deben ser resguardadas por el SAG”.
En esta línea, el veterinario aclaró que con el primer grupo de animales “no hay mayores inconvenientes” pues se da aviso a Sernapesca “con quien tenemos convenio” pues trabajan en un terreno administrado por ellos en la Reserva Marina Pullinque, y ellos hacen el traslado “de manera bastante oportuna y en buenas condiciones” y trabajan también en “capacitaciones mutuas” para mejorar los rescates y el transporte.
Con el otro grupo de animales hace unos tras años atrás, según Cabello, se hacía lo mismo que con Sernapesca pero con el SAG: se daba aviso y ellos hacían los rescates. Y al igual que en el caso anterior realizaban capacitaciones y trabajos en conjunto. “Pero desde ese tiempo hasta ahora, interpretaron que en la ley no especificaba que ellos tenían que hacer los rescates y los dejaron de hacer en su mayoría”, aseguró el veterinario.
Desde el SAG se creó un semáforo para catalogar a los animales y establecer protocolos de rescate y fue así como los denominados “animales peligrosos o de impacto mediático elevado” (luz roja) debían ser rescatados, mientras el resto quedaba a criterio de ellos y “la mayoría no se rescataba”, contó el presidente de Chiloé Silvestre: “Fue así como este grupo de fauna silvestre, al menos en Chiloé, quedó totalmente desprotegida”.
Actualmente, un grupo conformado por la fundación mencionada, la ONG fauna accidentada, el Colegio Médico Veterinario y algunos funcionarios de municipalidades como Ancud, Quemchi, Dalcahue, Quellón, y un grupo de voluntarios, se dedican a organizar los rescates y traslados realizando postas entre ciudades con los animales, atenciones preliminares de médicos veterinarios y desde Chiloé Silvestre, la “orientación a quién se hace el llamado de auxilio para resguardar al animal mientras llega algún rescatista”.
“El gran problema, es que no siempre hay traslado oportuno. Algunos animales pasan días en casas de particulares (de manera ilegal, pues la ley, que el mismo SAG debe resguardar, prohíbe la tenencia de fauna silvestre nativa) esperando traslado sin atención médica, rodeados de personas, animales domésticos y sin una dieta adecuada”, detalló Cabello.
Al mismo tiempo, agregó que “el mismo SAG lleva los animales silvestres a clínicas de perros y gatos en vez de trasladarlos directamente al centro de rehabilitación”. Entre las otras dificultades que identificó el especialista respecto al rescate y traslado, está la “buena voluntad” de las personas que participan de estas instancias pero careciendo de conocimientos técnicos para hacerlo de buena manera, poniéndose en peligro incluso a sí mismos”.
“En definitiva, uno de los problemas principales es el rescate y traslado dado fundamentalmente que nadie se quiere hacer responsable de manera efectiva o bien por falta de recursos para disponer de espacios óptimos para hacerlo, nosotros trabajamos con voluntarios, concursando proyectos o sacando de nuestro bolsillo, buscando donaciones o similares, pero nuestra clínica está que se viene abajo”.
La Ley Cholito y políticas públicas efectivas
Al ser consultado por El Mostrador sobre su opinión respecto de las políticas públicas existentes en relación al cuidado y protección de los animales, el médico veterinario aseguró que hay diferencia en el trato que se da a los diferentes animales.
“Creo que hoy se da mayor protección y resguardo a los perros domésticos que a los animales silvestre, se propicia el respeto a los animales domésticos pero no a los silvestres, lo mismo que el cuidado”, aseguró.
Para Cabello, se han gastado importantes sumas de dinero en esterilizaciones de perros con dueños “aun cuando la Ley Cholito lleva más de cuatro años de entrada en vigencia”.
El profesional subrayó que el Estado “no debería seguir financiando esto porque es responsabilidad de los propietarios y tutores” y que “diferente es el caso de las personas que no pueden pagar” y esto tiene relación con lo que la misma ley que, en sus inicios, planteaba educar la tenencia responsable de mascotas.
“Por el contrario, ¿cuánto dinero se destina a los centros de rehabilitación de fauna silvestre que recuperan especies nativas? Creo que no estoy lejos al decir que no se destina prácticamente ni un solo peso a estos centros. ¿Qué le pasa al perro o propietario de la mascota que mata un animal silvestre? Absolutamente nada. Creo que estamos bastante mal en este sentido, pues no cuidamos ni propiciamos el cuidado de la fauna silvestre ni de la biodiversidad que nos rodea”, destacó el médico veterinario.
Por último, además de mencionar la falta de “políticas públicas claras y financiamiento para el rescate y rehabilitación de especies de fauna silvestre”, el fundador de Chiloé Silvestre relevó la importancia de la educación para la conservación de la biodiversidad, tema al cual aportan desde el lugar con visitas guiadas, charlas, juegos y talleres destinados a enseñar sobre la importancia del resguardo de “la fauna silvestre, la biodiversidad y de su conservación”.
https://www.elmostrador.cl/generacion-m/2022/06/28/en-un-100-aumentaron-en-un-ano-las-muerte-de-pudues-en-chiloe/ Imagenes: Autor Chiloé Silvestre