¿Inició la batalla en el espacio? Rusia y China van tras satélites Starlink de SpaceX

¿Puede una red de internet satelital convertirse en blanco de guerra? Starlink, la constelación de satélites de SpaceX, está demostrando que sí. Desde que se volvió clave para las comunicaciones militares ucranianas tras la invasión rusa en 2022, este sistema ha sido objeto de sofisticados ataques de guerra electrónica por parte de Rusia… y China también está tomando nota: Un nuevo informe de 316 páginas publicado por el think tank estadounidense Secure World Foundation (SWF), titulado Counterspace Security 2024, revela cómo la militarización del espacio ha escalado silenciosamente, y cómo tecnologías como Starlink se están convirtiendo en un campo de batalla invisible pero crucial para el futuro de los conflictos globales.

por Natalia Rodríguez

La guerra ya no es sólo en la Tierra: Comienza en órbita
La red Starlink, con miles de satélites en órbita baja, fue originalmente creada para llevar internet de alta velocidad a zonas rurales y desconectadas del planeta. Pero tras el colapso de las telecomunicaciones ucranianas al inicio de la invasión, el servicio comenzó a sostener la infraestructura digital de Ucrania: desde comunicación civil hasta operaciones militares críticas. Esto, sin duda, lo convirtió en un objetivo militar.

Según el informe del SWF, Rusia ha utilizado al menos tres instalaciones del sistema Tobol, una tecnología desarrollada para proteger sus propios satélites del “jamming” (interferencia), para interrumpir las señales de Starlink sobre Ucrania. Estas interferencias se intensificaron a partir de mayo de 2024, provocando cortes en el servicio que afectaron incluso a los drones ucranianos.

Crédito: SpaceX

Pero Rusia no se detiene ahí. El informe detalla que están desarrollando un nuevo sistema llamado Kalinka, diseñado específicamente para detectar y neutralizar señales provenientes de Starlink y su versión militar, Starshield. Según medios estatales rusos, este sistema incluso podría localizar terminales físicas de Starlink para inutilizarlas en el terreno.
Guerra cibernética: Interferencia más allá del campo de batalla
La amenaza no se limita a Ucrania. Rusia también ha saboteado señales GPS y canales de televisión infantiles en países como Francia, Países Bajos, Suecia y Luxemburgo, utilizando estaciones ubicadas en Moscú, Kaliningrado y Pavlovka, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones. La guerra electrónica se ha vuelto global, y sus impactos, profundamente inquietantes. A pesar de todo, Starlink ha mostrado una sorprendente resistencia ante ataques cibernéticos, según señala el reporte actualizado a febrero de 2025. Pero eso no garantiza seguridad a largo plazo.

China toma nota
El informe también advierte que China está invirtiendo intensamente en capacidades anti-satélite. En julio de 2024, investigadores del Ejército de Liberación Popular propusieron el uso de submarinos con mástiles láser capaces de emerger para disparar contra satélites de Starlink y sistemas de vigilancia similares. Aunque aún están lejos de lograrlo operativamente, esta idea refleja el creciente interés chino en el control del espacio como ventaja militar estratégica.
Estados Unidos no se queda atrás: Jammers satelitales en desarrollo
En respuesta, el Comando Espacial de Estados Unidos ya está probando nuevos sistemas de interferencia electrónica remota, llamados Remote Modular Terminals, como parte de su capacidad de guerra espacial. Todo indica que el conflicto por el dominio del cielo ya no es ciencia ficción: es una competencia real, silenciosa, y peligrosa.

Crédito: SpaceX

¿Por qué importa esto?
La humanidad depende cada vez más del espacio: desde la navegación GPS hasta las operaciones bancarias y, claro, la conectividad a internet. Pero mientras subimos nuestra vida digital a la nube, la posibilidad de que estas redes se conviertan en blanco militar crece. Un conflicto espacial no solo afectaría a los ejércitos: podría tener consecuencias devastadoras para la economía, las comunicaciones y la seguridad global.
“El mundo necesita con urgencia un debate abierto sobre estos temas”, advierte el informe. Porque aunque no lo veamos, la guerra del futuro ya comenzó… y se libra entre las estrellas.

Fuente: https://ecoosfera.com/sci-innovacion/starlink-rusia-china-batalla-espacial/


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