Chile: Piden quitar urgencia a Proyecto de Fomento Forestal que modifica y extiende por 20 años el Decreto Ley 701
Por Pedro M. Andrade
La Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN) pidió al Gobierno quitar la urgencia al Proyecto de Ley de Fomento Forestal que modifica y extiende por 20 años el Decreto Ley 701, en la sesión de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados desarrollada ayer martes en Valparaíso.
Así lo planteó el presidente de la AIFBN Sergio Donoso, afirmando que el proyecto no considera medidas de protección ambiental vitales para regular prácticas de empresas y propietarios forestales, que al amparo del Decreto Ley 701, siguen destruyendo o degradando el bosque nativo, quebradas y alterando el paisaje, con tal de expandir los monocultivos a gran escala de especies forestales exóticas principalmente de pino y eucaliptus.
“No garantiza que miles de pequeños y medianos propietarios sean beneficiarios directos del fomento forestal en Chile. Si bien el proyecto hace un esfuerzo por dar énfasis en los pequeños y medianos propietarios, existe una clara intención de aumentar en casi uno y medio millones de hectáreas de las actuales 2,6 millones de plantaciones forestales exóticas. Y quizás lo más importante, los subsidios son vía fondos concursables, de la cual ya hay una mala experiencia con la aplicación de la Ley de Bosque Nativo. Tampoco contempla asistencia técnica permanente para el establecimiento y manejo a campesinos”, dijo Donoso.
Aseguró que corresponde ahora priorizar a este sector de acuerdo a sus características y necesidades, dado que el Estado ya ha transferido por 40 años cuantiosos recursos a las grandes empresas forestales quienes han consolidado una industria sólida económicamente.
“Debe existir mayor discusión de una ley que nos afectará por 20 años”, recalcó.
“Durante 4 décadas un D.L. 701 ambiguo y permisivo ha tenido múltiples efectos entre los que se cuentan el establecimiento de grandes monocultivos forestales, concentración de la propiedad y el mercado principalmente empresas Arauco, CMPC y Masisa, además de exportaciones crecientes y grandes utilidades de empresas versus pobreza rural, según el Índice de Desarrollo Humano en las regiones de Bío Bío y Araucanía”, explicó.
NUEVO PROYECTO
El timonel AIFBN insistió que se necesita un nuevo proyecto porque el eje motor del fomento no debe ser el consolidar la industria, sino constituirse en un aporte a la conservación y la recuperación de los procesos ecológicos, siendo su principal enfoque la forestación con especies vegetales que permitan la recuperación de servicios ecosistémicos, fundamentalmente aquellos que facilitan y mejoran la provisión de agua de calidad, la recuperación de suelos erosionados y la detención del avance de la desertificación, entre otros.
“Debemos contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la población rural, en especial aquellos sectores de pequeños propietarios donde existe pobreza debido a la degradación histórica de los bienes naturales”, añadió Donoso.
“Además, el proyecto no señala nada respecto a medidas de protección ambiental. Es necesario regular el tamaño, ubicación y diseño de las plantaciones forestales, así como sus métodos de cosecha, promoviendo el ordenamiento territorial a escala de macro y microcuencas, con una visión de Estado estratégica e integral del sector forestal a nivel país. Por ello proponemos limitar la superficie de tala rasa y regular las actividades relacionadas con el establecimiento y manejo de plantaciones forestales”, planteó.
En este sentido, Donoso recordó que las prácticas de cosechas masivas de plantaciones forestales, cosechas en altas pendientes y talas rasas en extensas superficies generan impactos negativos en el suelo y agua, degradación y sustitución de bosque nativo, pérdida de biodiversidad y alteración del paisaje; reducción de gran cantidad de empresas pequeñas y medianas y escaso o nulo desarrollo local.
Recalcó finalmente que la AIFBN apoya un proyecto de Fomento Forestal, pero transformado en un cuerpo legal que realice un aporte a la conservación y la recuperación de los procesos ecológicos y no un mero instrumento que otorga subsidios a quienes ya tienen una industria consolidada, y de la cual los actuales tiempos indican que sólo deberían acceder a esta ley los pequeños y medianos propietarios forestales.
“Si nos enfocamos a la forestación con especies forestales que permitan aprovechar los diferentes servicios ecosistémicos, como la provisión de agua, la recuperación de suelos erosionados y la detención del avance de la desertificación, creemos que en ese caso se estaría cumpliendo con un decreto ley que realmente incentive el fomento forestal en Chile”, finalizó el experto.
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