¿Qué quiere Musk en Brasil?

La visita de Elon Musk al Brasil de Jair Bolsonaro llama la atención por algunos motivos. Primeramente porque se da en un momento en que Musk, actualmente la persona más rica del mundo, confirma su acercamiento a la derecha radical. Segundo porque ocurre a sólo meses de las elecciones de octubre, en las cuales Bolsonaro no es favorito para ganar. Y tercero porque América Latina está experimetando una nueva vuelta a la izquierda. Estas tres razones están claramente interconectadas y dejan al descubierto la medida del interés de Musk en América Latina.

Manuella Libardi

El 20 de mayo, Musk llegó a Brasil para discutir la implementación de Starlink, su servicio de internet vía satélite operado por SpaceX, en la región de la Amazonía. El regulador brasileño de telecomunicaciones, Anatel, aprobó las operaciones comerciales de la flota de satélites Starlink en enero, emitiendo un permiso que dura hasta 2027. De esa forma, Brasil se convirtió en el segundo país en América Latina en permitir la entrada del proyecto del multibillonario sudafricano, siguiendo los pasos de Chile.
Lanzado en 2019 con ambiciones globales, Starlink no ha tenido el éxito esperado. En junio de 2021, Musk afirmó que tendría satélites distribuidos por todo el mundo en algunas semanas. Pero un año después, apenas el 2% de sus satélites están fuera de América del Norte y de Europa. Después de anunciar su expansión por las regiones remotas de América Latina en abril de 2021, Musk viene intensificando sus esfuerzos en la región.
En su visita a Brasil, Musk también anunció que sus satélites ayudarán a monitorear la deforestación ilegal en la Amazonía brasileña. Muchos medioambientalistas expresaron escepticismo frente a sus intenciones, una vez que el monitoreo de la región nunca ha sido un problema. De hecho, el sistema brasileño de satélites funciona con eficiencia desde 1988.
Considerando que la deforestación de la Amazonía ha aumentado 56,6% con Bolsonaro, que en 2019 se autodenominó “capitán motosierra”, los motivos reales de su reunión con Musk bajo pretextos ambientalistas levanta sospechas. Para muchos observadores, el interés del CEO de Tesla en la Amazonía es otro.
Región rica en níquel
América Latina cuenta con recursos que pueden llevar más lejos el deseo de Musk de expandir su proyecto de Starlink. La Amazonía es una región especialmente rica en minerales y cuenta también con amplias reservas de níquel, un componente esencial en la producción de baterías para los vehículos eléctricos, que Musk produce a través de Tesla.
Después de Perú, Honduras y Chile en 2021, Brasil y Colombia podrían rechazar a sus líderes de derecha en 2022
A principios de mayo, solo unas semanas antes de la visita de Musk a Brasil, la multinacional minera brasileña Vale S.A. – la cuarta minera más grande del mundo y la segunda mayor productora de níquel – firmó un acuerdo con Tesla para el suministro del preciado mineral. “Que Elon Musk se reúna con Bolsonaro para hablar de ‘proteger el Amazonas’ es una broma tan mala que espero no convenza a nadie”, tuiteó Maurício Angelo, fundador del medio investigativo especializado en minería Observatorio da Mineração. Vale extrae níquel de varias partes del mundo, incluido Canadá e Indonesia, pero en Brasil tiene operaciones controvertidas en tierra indígena en la Amazonía.
Uno de los principales proyectos de Bolsonaro desde que asumió la presidencia es permitir la explotación de recursos en tierras indígenas protegidas. En 2020, Bolsonaro promovió un proyecto de ley que permitiría la extracción de recursos hídricos, minerales y orgánicos en territorios indígenas. El presidente llegó a usar la guerra entre Rusia y Ucrania como pretexto para impulsar la ley, conocida como ley nº 191, afirmando que reduciría la dependencia de Brasil del potasio ruso para producción de fertilizantes, poniendo en evidencia su obsesión con el tema.
Fábrica Tesla en Brasil
Musk ya había demostrado su interés en el país en 2020, cuando empezó conversaciones con representantes brasileños para construir una fábrica Tesla en Brasil. En aquel momento, el lugar más probable para la fábrica habría sido el estado sureño de Santa Catarina, que ya alberga fábricas de BMW y General Motors.
A fines de abril, en anticipación a la visita de Musk a Brasil, Wilson Lima, gobernador del estado de Amazonas, corazón de la Amazonía brasileña, buscó traer la fábrica Tesla para la zona de libre comercio de la capital del estado, Manaos. Wilson afirmó que el tema estaría en la agenda de la reunión entre Bolsonaro y Musk, aunque no esté claro si finalmente lo han discutido o no. “¡Vengan a descubrir la Amazonía! La Amazonía los está llamando”, escribió en Twitter.
Aunque Brasil tiene reservas considerables de litio, necesarias para la fabricación de las baterías de los vehículos eléctricos, no serían suficientes. Este es un problema para las posibles ambiciones de Musk de traer a Tesla a Brasil, pero con una posible solución a un tiro de piedra de distancia.
América Latina: la tierra del litio
Más allá del níquel, América Latina alberga las mayores reservas de litio del mundo, incluido el llamado “triángulo del litio”, localizado entre Argentina, Chile y Bolivia, que concentra más de la mitad de las reservas conocidas del mineral. Aquí, como en su reunión con Bolsonaro, Musk demostró su creciente afinidad con la política de derecha.
Durante su gobierno, el expresidente Evo Morales nacionalizó las minas bolivianas, incluidas las de litio, argumentando que la riqueza natural de Bolivia debería ser distribuida entre los ciudadanos y no canalizada para las multinacionales extranjeras. Cuando Morales fue obligado a renunciar y dejar el país después de las elecciones de noviembre de 2019, argumentó que había sufrido un golpe por haber perjudicado a los ricos a favor de la gente.
En los flecos que dejó el evento, algunos afines a Morales y a políticas izquierdistas en América Latina acusaron al gobierno de Estados Unidos y a sus billonarios, Musk incluido, que vive en en país, de conspirar para remover a Morales de la presidencia. En respuesta a las acusaciones online, Musk dejó claro en qué campo estaba. “Daremos un golpe a quien queramos. Acéptalo.”, Musk escribió en Twitter en julio de 2020.
No hay ninguna evidencia de que Musk haya interferido en el resultado de las elecciones bolivianas, pero queda claro que no le conviene tener líderes de izquierda en los gobiernos de América Latina, la mayoría de los cuales cuentan con abundantes recursos naturales.
Desde 2018, la región viene eligiendo líderes de izquierda, uno tras otro, empezando por Andrés Manuel López Obrador en México, quien también considera nacionalizar el litio del país. Desde entonces, Argentina, Bolivia, Perú, Chile y Honduras han dado secuencia a la tendencia, que puede intensificarse con las elecciones en Colombia y Brasil. La importancia de los movimientos sociales que promueven el respeto al medioambiente y claman por un cambio radical en el sistema político extractivista va en aumento, especialmente en Chile frente, que trabaja en la posibilidad de una nueva Constitución progresista, una eco-constitución. Así, América Latina puede tornarse territorio hostil para los billonarios acostumbrados a tener a los políticos neoliberales que gobernaron en la última década comiendo de su mano.

Fuente: https://www.opendemocracy.net/es/elon-musk-reales-intereses-amazonia-america-latina/ - Imagen de portada: El 20 de mayo, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se reunió con Elon Musk | Jair Bolsonaro/Twitter

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