La adicción a la riqueza
Rómulo Pardo Silva
Es peor que todas las otras adicciones, mata, enferma, hace sufrir a millones de niños, trabajadores, ancianos, víctimas.
Es una crueldad antigua, más que las pirámides egipcias, que ha llegado a hoy y estará un tiempo mañana.
El vicio se basa en el hecho de que se puede expoliar a la naturaleza y al ser humano. Apoderarse de tierras, animales, minerales, peces, productos, para disfrutar solo y sin medida.
Se dice que el alcohol, la cocaína, son adicciones que causan problemas graves a la humanidad. Pero la pasión de acumular de los grandes propietarios no se menciona.
El vicio se intelectualiza como capitalismo y se puede controlar no sin recaída por el socialismo.
Hacia adelante su fin es seguro independiente de los hombres por una realidad ecológica. La dependencia de la especie del medio ambiente.
Se agotan los recursos de la Tierra impidiendo que se puedan acumular exponencialmente. Sin sus drogas no habrán drogadictos de riqueza.
Por un tiempo los enfermos de codicia seguirán usando todos sus medios para satisfacerse. Sin esperar el colapso natural hay que organizarse para defender los bienes de los pobres y de las futuras generaciones.
La única manera de tener el mínimo vital para todos será en una civilización nueva justa y sostenible. La vida en el futuro puede durar más de mil millones de años y el planeta no va a crecer.
No igual, pero como en la prehistoria se vivirá obligadamente una relación de iguales dependientes de la fraternidad.
No habrá la elección entre un sistema de solidaridad o de egoísmo. La opción de la adicción capitalista será imposible.
Fuente: Argenpress - Imagenes: notivargas.com - decrecimiento.info