El llamado de la naturaleza - La lección de los gatos


Autores: Claudio Chehébar y Karina Speziale
Delegación Regional Patagonia - Administración de Parques Nacionales -
Vice Almirante O´Connor 1188

Con el rápido aumento del número de turistas que acceden a las áreas naturales aumenta la aparición de excrementos humanos y papel higiénico dispersos en casi todos lados.

Problemas:
Aunque el papel higiénico y los excrementos son biodegradables, este proceso puede llevar muchos años, especialmente en sitios fríos o áridos como nuestra Patagonia. A pesar de que en algún momento llegarán a desaparecer, el tiempo transcurrido al aire libre acarrea graves peligros.

Impacto ecológico:
Hay un alto riesgo de introducir parásitos y patógenos ajenos al ecosistema que usted visita, que de establecerse, sería imposible su erradicación. Sus impactos sobre la fauna silvestre son imprevisibles.

Riesgo sanitario:
Los excrementos son a menudo un medio de transmisión de enfermedades. Estando al aire libre hay muchas chances de que otras personas entren en contacto con ellos. La lluvia puede lavarlos y transportarlos hacia los lagos, ríos y arroyos, contaminando el agua con patógenos y parásitos originarios de cualquier lugar del planeta de donde vengan los visitantes. Estos patógenos provenientes de la materia fecal de las personas pueden infectar incluso a los peces de nuestros ríos y lagos. Las formas posibles de infección para las personas son por contacto directo con las heces, contacto con insectos o peces contaminados o ingestión de agua o peces contaminados.

Presencia desagradable:
Los excrementos y el papel higiénico, junto con los olores, las moscas y otros insectos que ellos acarrean, son una presencia en nuestros Parques que obviamente, a nadie le gusta ver e incluso vuelven inutilizables sitios muy atractivos.

¿Cómo minimizar los efectos si no hay un baño cerca?

Lo ideal es llevarse sus excrementos –esto se está requiriendo en algunas áreas protegidas en distintos lugares del mundo, incluso en algunas de Argentina. Para esto es conveniente utilizar bolsas de papel madera con un poco de piedritas sanitarias para gatos y luego colocarlas en bolsas herméticas tipo zip-lock o en tubos realizados con caños de pvc. Si no puede hacerlo…

¡IMITE A LOS GATOS!
Cavar un pocito minimiza la posibilidad de contaminación de cursos de agua (ya que el suelo ejerce una eficaz acción filtradora), minimiza la posibilidad de que otra persona o animal encuentre los excrementos y elimina el contacto con insectos y animales que pueden transmitir enfermedades.

1. Haga un pocito de unos 20 cm de profundidad al menos a 60 m de cualquier cuerpo o curso de agua.
2. Responda al llamado de la Naturaleza. Es ideal que se lleve el papel higiénico usado junto con el resto de la basura. Si no puede hacerlo, deposite el papel dentro del pocito.
3. Tape el pocito.
4. Asegúrese de dejar el lugar igual a como lo encontró.
5. Higienícese las manos al menos a 60 m de cualquier cuerpo de agua.

Recuerde:

• El impacto de encontrarse con excrementos humanos y papel higiénico es muy desagradable y aumenta el riesgo de contagiarse enfermedades.
• Evitarlo está en nuestras manos.
• Cave un “pocito u hoyo de gato” con una palita de mano o inclusive con el pie, la mano, una rama caída o una piedra si el suelo es blando.

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