Lolita, la Orca que lleva más de 47 años en cautiverio

La historia de la orca Lolita parece sacada de un guión de película. Fue atrapada hace más de cuatro décadas, en agosto de 1970, en la mayor caza de orcas en la historia de Estados Unidos.  Ese día sobrevivieron siete, y hoy Tokitae-como también es conocida Lolita- es la última de ese grupo. Tras ser atrapada por pescadores la orca fue vendida por un poco más de 5 mil dólares al Miami Seaquarium, luego fue llevada desde su hogar natural, donde vivía con su madre, hasta el acuario para orcas más pequeño de Estados Unidos.
 
Lolita no ha matado a nadie pero lleva más de 40 años encerrada en un tanque de 26 por 11,5 metros; un castigo cruel, más aún considerando que diariamente una orca se traslada entre 100 y 160 kilómetros en mar abierto. Los 3200 kilos de esta orca y sus seis metros de largo han sido relegados a subsistir como prisionera de la entretención humana, en un acuario que en su parte más profunda no supera los siete metros. Pero sus días de encierro parecen estar llegando a su fin.
Representantes de la tribu nativa Lummi, también conocidos como “Gente del mar”, junto con un grupo de ecologistas llevan años trabajando en la liberación de Lolita. Desde la empresa Seaquarium han expresado en diferentes ocasiones la negativa de liberar a la orca, argumentando que ya se ha adaptado al cautiverio y que devolverla al mar sería perjudicarla. Básicamente Tokitae es presa de su propio encierro. Sin embargo, desde la tribu Lummi responden con dureza al establecimiento: “Es mejor morir en tu casa con tu familia que morir en cautividad”
Pero la vida de Lolita no siempre fue solitaria, un par de décadas atrás convivía con Hugo, otra orca que fue encerrada en el Seaquarium para ser exhibida a los visitantes. La vida de Hugo estuvo lejos de tener un final feliz, pues terminó golpeando su cabeza contra las paredes del acuario hasta su muerte. Al parecer el encierro no le sentó tan bien como los empresarios del Seaquarium afirman.
Aún con el apoyo ciudadano la liberación de Lolita no es tarea fácil, una de las opciones más factibles es trasladarla en un avión militar cerca de siete horas, dentro de un gran contenedor con agua, hasta el Estado de Washington. Luego Tokitae descansaría en un corral marino mientras se aclimata. El proceso, que costaría más de tres millones de dólares, terminaría con la liberación de Lolita al océano Pacífico.
Una historia similar a la de Lolita es la que vivió Keiko, la orca protagonista de la película “Liberen a Willy”, pero los resultados no fueron favorables, no se adaptó a la libertad del océano y terminó viviendo en un estado de semi cautiverio en las costas de Noruega. Finalmente murió a causa de una neumonía un año después de ser liberada. Keiko fue capturada por un pescador en Islandia y pasó más de 20 años en cautiverio, su reincorporación al mar sin la cercanía de su núcleo más cercano se presume como uno de los factores del fracaso. Está experiencia es considerada por los nativos Lummi, quienes esperan reunir a Lolita con su madre, la que se presume aún vive.
Durante la próxima semana se realizará una actividad en Miami, organizada por la tribu Lummi, buscando la liberación de Lolita. Entre los participantes se encuentra el activista chileno, Juan Pablo Orrego, quien comenta las expectativas que existen frente al evento:
“El objetivo más inmediato es rescatar a Tokitae y llevarla de vuelta a su mar originario. Además de esto, la idea es generar reflexión, reacción y acción en relación a los animales en cautiverio en general. Tener animales que naturalmente viven en libertad absoluta, metidos en recintos diminutos, donde se enferman, es terrible. Es imposible comparar la sabana con una jaula, por muy extensa que sea.”
La actividad durará varios días y en su desarrollo los nativos Lummi, en conjunto con los diferentes artistas invitados, trasladarán un tótem, el cual representa a las orcas, por diferentes universidades y pueblos de Estados Unidos. La idea de esto es generar conciencia a través de la historia de vida de Lolita.
La historia de Tokitae parece encaminarse a un final feliz, pero eso no va a borrar los casi 50 años de encierro, donde la orca no fue más que un generador económico para los dueños del acuario y una entretención para los visitantes. Sin duda Lolita ha generado cuantiosas ganancias económicas para el Seaquarium y para sus dueños. Su largo encierro se explica por la ambición de ganar más y más, olvidando cualquier otra cosa. Lolita es inocente pero su castigo, 47 años después, continúa.

Fuente: http://www.ecosistemas.cl/2018/05/16/lolita-la-orca-que-lleva-mas-de-47-anos-en-cautiverio/

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