«El Foro Social Mundial sigue vivo»
Sergio Ferrari
“Somos muchos, pero debemos ser todavía muchos más” / Un proceso vital / Comunicar mejor con los sectores todavía no involucrados en el cambio.
A pesar de críticas externas y prognosis escépticas de algunos de sus adversarios, el movimiento altermundialista sigue en marcha. En su mira la próxima edición 2013 del Foro Social Mundial, a realizarse en el Magreb.
Pasando, previamente, por lo que ya se prevé será la principal cita de la sociedad civil planetaria en una multitudinaria: la “Cumbre de los Pueblos” en junio próximo en Río de Janeiro, Brasil, en paralelo al evento mundial de las Naciones Unidas “Río + 20”.
Punto de relanzamiento de estas convocatorias ciudadanas, el reciente Foro Social Temático local de Porto Alegre que reunió a más de 40 mil participantes la última semana de enero pasado, al mismo tiempo que en Davos, Suiza, se realizaba el Foro Económico Mundial, evento anual del poder económico mundial.
Un proceso vital
“El Foro Social Mundial (FSM) sigue vivo” enfatiza el arquitecto brasilero Francisco Chico Whitaker, uno de los co-fundadores del FSM, quien recibió en 2006 el Premio Nobel alternativo por su compromiso altermundialista activo.
Whitaker evalúa como señal de “vitalidad” el reciente evento de Porto Alegre, “que a pesar de ser temático y local, contó con 600 actividades auto-gestionadas”. Y si bien es cierto que ciertas iniciativas como el Foro Social Europeo o de las Américas, “se han debilitado en los últimos años, en otros lugares del mundo como en América del Norte y el Magreb, se siguen expandiendo”.
Los diferentes eventos y el proceso mismo del Foro Social Mundial, insiste Whitaker, muestran que ciertos objetivos iniciales se están realizando, aunque deban intensificarse para ser alcanzados plenamente.
Entre los procesos en marcha y en crecimiento está “la expansión del mensaje de esperanza de que Otro Mundo es Posible”. O bien “el objetivo ambicioso de re-educación de nosotros mismos que requiere el abandono de prácticas moldeadas por más de cien años de acción política vertical” de parte de un sector de la izquierda que aboga por el cambio pero acepta autoritarismo, reflexiona. Todo esto implica un cambio de cultura política que no se puede hacer de un día a otro.
Sin embargo, acepta el premio Nobel alternativo, “el primer objetivo del FSM que es la lucha por la superación del neoliberalismo, está muy lejos de ser victorioso”. A pesar de la etapa dramática de nuestra civilización producto del sistema imperante y marcada por “los riesgos crecientes que corre la humanidad por el actual modelo productivo dominante que tiende a hacer imposible la vida en el planeta tierra”.
¿Somos el 99%?
Whitaker, quien expresa su enorme simpatía y admiración por el movimiento de los indignados y “occupy” activo en diversos continentes, se interroga sobre ciertas consignas que podrían aparecer como demasiado optimistas.
“Lamentablemente hoy no somos todavía el 99 % frente al 1%. Los que ya tienen el coraje de expresarse somos muchos. Quizás, un 1% de la población mundial que alza su voz contra el 1% que controla y explota al resto del mundo”.
Y su mirada histórica fundamenta el análisis. “15 millones de personas se movilizaron en febrero del 2003 contra la guerra y la invasión a Irak, una de las movilizaciones planetarias más grandes de la historia humana. Pero ahí llegamos a ser un 0,25% de la población planetaria. En tanto el mayor FSM reunió 150 mil participantes. Cifra enorme pero aun limitada...”
“Somos muchos pero todavía nos falta ser más”, insiste el co-fundador del FSM. Quien señala como principal desafío a mediano plazo para el movimiento altermundialista: “¿cómo comunicar, cómo dirigirnos al 98 % de la sociedad planetaria que todavía no toma partido?”
Una parte de dicha sociedad universal trata de sobrevivir y no tiene la fuerza, incluso física, para protestar. Otra parte, está contenta con el progreso tecnológico que ofrece el sistema y sus paradigmas. Otro sector está insatisfecho o preocupado por la falta de justicia social y la agresión al medio ambiente...”Nuestro principal desafío será comunicarnos con este último sector. Ampliarlo. Fortalecerlo”, enfatiza.
Innovar comunicación y metodologías
Y para ampliar la incidencia es esencial “redefinir la metodología de trabajo y la forma de comunicación del movimiento altermundialista en general y los Foros Sociales, en particular”.
Para “hablar con el resto de la sociedad”, dice Whitaker, “tenemos que empezar a usar de manera mucho más sistemática las herramientas que hoy existen para la intercomunicación horizontal libre, más que angustiarnos con la dificultad de romper el bloqueo de los grandes medios de comunicación de masa”. Y usar más intensa y ampliamente otros medios menos empleados hasta ahora, como el cine, la radio, el teatro, la música, pintura, publicaciones en general...
Nueva forma de comunicación que debe ir de la mano de la revisión de la metodología de los foros mismos, “para ser más innovadores y creativos y poder llegar de forma más amplia y expandida con nuestras ideas y valores. Ratificando nuestra convicción que otro mundo no solo es posible, sino que es necesario y urgente”, sentencia Whitaker.
Innovación que implica incluso revisar la historia reciente del proceso. “Si en su fundación fueron organizaciones brasileras y francesas las que constituyeron el binomio de *facilitadores* o *animadores* del FSM... tal vez ahora sea el momento de buscar nuevos tandems... ¿Porqué no pensar en un nuevo binomio Magreb-Canadá?, se interroga Whitaker.
El Magreb es una zona de expansión del FSM y se encuentra en el corazón mismo de una parte del movimiento de los indignados. El segundo, es un país donde se realizaron varios foros sociales con éxito, al lado del centro de los “occupy” que cuenta ya con un foro social nacional con una gran base social”, concluye.
Sergio Ferrari, en colaboración con el periódico LE COURRIER, Suiza. Y E-CHANGER, ONG helvética de cooperación solidaria activa en el movimiento altermundialista. (especial para ARGENPRESS.info)