Panamá: ¿Qué es? Y ¿para qué se utiliza el cobre? Conflictos y alternativas de la minería de cobre




¿Quién puede querer extraer el cobre del Cerro Colorado? ¿Para qué? Sepa más sobre el metal que desató el conflicto en la comarca Ngäbe-Buglé.


¿Qué es el cobre?
En la naturaleza, el cobre se presenta aislado o en minerales como la azurita, la calcopirita y la malaquita. Los minerales de cobre aparecen casi siempre acompañados de otros metales como el hierro, oro, plata. Los depósitos más significativos se encuentran en Chile y en los Estados Unidos, donde se encuentra el 20% de las reservas mundiales, de 500 millones de toneladas. Otros puntos importantes donde se localiza son Africa, Canadá y los países GUS.
El cobre es uno de los metales que la humanidad utiliza desde hace más tiempo y continuó siendo el más importante hasta mucho después de que fue posible trabajar el hierro. Todavía hoy día, el cobre es junto al aluminio el metal no férrico más importante. Noble, pero menos que el oro y la plata, es un excelente conductor del calor y la electricidad. La cantidad de cobre que utiliza una sociedad se utiliza hoy como indicador de su grado de industrialización y se considera que es el material del progreso y el desarrollo.
Pero ¿desarrollo de quién?
Cada año se utilizan globalmente unos 19 millones de toneladas del metal rojo. Un buen negocio, pues a finales de 2011 se preveía que alcanzara los 10000 US$. A principios de 2012 su precio se encuentra fluctuando debido a la crisis financiera. La zona Euro es una de las principales interesadas en el cobre junto a los EEUU. En Alemania son 1,7 millones de toneladas, de las que unas 712.000 toneladas se producen en el mismo país, poco más de la mitad recicladas. El depósito de Mansfeld es el más grande que se ha hallado, pero actualmente está parado. La última explotación de cobre de Alemania cerró en 1990. Hoy exploran dos nuevos depósitos, pero llevará algún tiempo ponerlos en marcha. Países emergentes como China e India también demandan cobre de manera persistente, y cuando esta demanda se estabilice, se estabilizará también la cotización del cobre.
Pero ¿alcanzan las reservas mundiales de cobre para cubrir la gran demanda creciente?
Parece que sí. Los geólogos dicen que aún hay muchos yacimientos sin localizar y que con las tecnologías en desarrollo no será difícil su localización. El abastecimiento desde el punto de vista geológico está asegurado. Y al estar repartidas las reservas mundiales en muchos países, desde el punto de vista geopolítico los riesgos se consideran bajos.
Y ¿para qué se utiliza el cobre?
Molinos de viento o paneles solares, generadores y transformadores contienen cobre, y los propios cables de electricidad están hechos del mismo metal. Renovable o no, allá donde se produce energía eléctrica se hace necesario su transporte, y para ello se necesita el cobre. Y con o sin crisis, Europa está bajo la fiebre de las energías renovables. La catástrofe de Fukushima y el supuesto objetivo de proteger el clima ayudan a sentar esta tendencia.
La electrónica y las telecomunicaciones tampoco puede prescindir del metal. En una tonelada de teléfonos móviles, unos 10.000 aparatos, se esconden 150 kg. de cobre según el Instituto Alemán del Cobre. Tampoco el coche eléctrico podrá prescindir del metal. Todos estos usos significan un claro aumento en la demanda futura de cobre. Se utiliza además en grandes cantidades en la construcción de tejados y fachadas, tubos de conducción del agua potable, y para canalizar la calefacción. La demanda de cobre, al alza.
La Estrategia de Materias Primas es el instrumento de la Unión Europea para la creación de políticas que faciliten el acceso libre a materias primas como el cobre en países donde se encuentra en la naturaleza. Establece que la política exterior de los países miembros no debe perder de vista la cuestión del acceso lo más directo posible a las materias primas en los países productores, haciendo uso de su política exterior, tratados comerciales y hasta su cooperación al desarrollo. Otros países como los Estados Unidos y Japón tienen lineamientos políticos similares.
Entonces ¿tod@s content@s?
No tan contentos se encuentran los pueblos que viven en las cercanías de los yacimientos minerles. Sus derechos y sus modos de vida están amenazados. Son ellos los que tendrán que pagar los costos de la destrucción minera, mientras que los consumidores disfrutarán de los objetos y servicios producidos con el metal. La industria del cobre corre junto las empresas mineras la carrera para acceder a las materias primas importantes. Con ayuda de los gobiernos de Norte y Sur. Y muchas veces no se paran ante ningún obstáculo. Es el caso acontecido estos días en Panamá. Pasando por encima del consentimiento de la población local, los indígenas ngäbe, y de acuerdos alcanzados previamente, el gobierno pretendió llevar a cabo el proyecto minero reprimiendo violentamente la protesta social.
¿Es un caso aislado?
Para nada. Otros conflictos en zonas altamente biodiversas están en la mira de las mineras transnacionales. Existe cobre en toda Sudamérica: Perú, Ecuador, Colombia, Argentina. Todos estos gobiernos quieren convertir a sus países en mineros. Pero la población de regiones biodiversas y de alto riesgo ecológico que han sido concesionadas no están de acuerdo. Los costos sociales y ambientales son inmensos. Y lo peor es que los gobernantes no muestran capacidad de evaluación de los impactos irreversibles, ni sensibilidad para escuchar las voces decididas de sus pueblos. Ya que la defensa del agua, la vida y la naturaleza se ha vuelto tan fundamental, no es difícil de imaginar que los hechos en Panamá no son únicos y no han sido los últimos.
Entonces ¿cuál sería la alternativa?
La pregunta por la “alternativa” siempre es una pregunta peligrosa. Parece dar la idea de que si hay una alternativa, será posible el nivel de producción y crecimiento buscado. Y ahí está precisamente el peligro. En que el modelo de producción es insostenible. De todas formas, como respuesta a la pregunta de la alternativa podemos apuntar que hoy y en el futuro, el cobre secundario (recuperado) jugará un papel importante en el abastecimiento global de materias primas. Es posible recuperar el cobre con el 100 % de sus propiedades intactas y el reciclaje de viejos cables y líneas conductoras es en realidad la mina más importante del mundo.
La Unión Europea se ha convertido así en reciclador de cobre: 2,2 millones de toneladas sólo en 2009. Pero aún así, la recuperación y reciclaje de materias primas están todavía muy lejos de funcionar de manera óptima. Para la gran mayoría de los metales no se alcanza ni la cuota del 1% de reciclaje.
Otra alternativa a la explotación del cobre es el ahorro en el uso del material, y su sustitución por otros materiales.
Además: puede participarse de una acción de apoyo firmando una carta de protesta a través de la web de Salva la Selva, entrando a: https://www.salvalaselva.org/....

Guadalupe Rodríguez

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