Una falla sísmica se abre bajo la central de Fukushima


Una grieta provocada en Fukushima por el seísmo.-AFP
Un estudio asegura que los recientes seísmos han aumentado el riesgo en la zona
J. S. Madrid 

Las autoridades japonesas, que pretenden desmantelar la central de Fukushima a lo largo de las próximas cuatro décadas, pueden sufrir, mientras completan esta labor, mucho más estrés del que se le presupone a tan deli-cada tarea. El terremoto del 11 de marzo de 2011 no sólo asestó un golpe crítico a la planta nuclear, sino que puede haber propiciado que a partir de aquel momento esté mucho más expuesta a sufrir bajo sus suelos un nuevo sismo devastador. Según el trabajo de la Universidad de Tohoku (Japón), realizado a partir del estudio de 6.000 terremotos en la zona, el seísmo que provocó el catastrófico tsunami de magnitud 9,0 y uno posterior de 7,0 en Iwaki marcan la senda de una nueva falla que se habría instalado bajo Fukushima.
El estudio, publicado en la revista de la Sociedad Europea de Geociencias, Solid Earth, asegura que las autoridades niponas deben asegurar la esta-bilidad de la planta atómica maltrecha para evitar un susto mayor en el futuro por su delicada situación sismológica actual. Los 40 años que se han puesto de meta para desmantelar por completo la central y limpiar todos los elementos tóxicos potencialmente peligrosos para las personas y el entorno pueden ser un plazo demasiado amplio.
Se han detectado movimientos que se producen antes de los terremotos
"Hay algunas fallas activas en el área de la central nuclear, y nuestros resultados muestran la existencia de anomalías estructurales similares tanto bajo la zona de Iwaki como bajo el área de la central de Fukushima Daiichi. Si tenemos en cuenta que se ha producido un gran terremoto en Iwaki no hace mucho tiempo, creemos que es posible que un terremoto con una fuerza similar ocurra en Fukushima", asegura en la revista Dapeng Zhao, profesor de geofísica en Tohoku y líder del equipo que realizó el estudio.
Un mes después del terrible seísmo que junto al posterior tsunami mató a más de 20.000 personas, un terremoto de magnitud 7,0 en Iwaki se convirtió en su mayor réplica registrada con el epicentro en tierra firme. Este terremoto tuvo lugar a 60 kilómetros al suroeste de Fukushima, central que se encuentra justo encima de una línea imaginaria que se podría trazar entre el seísmo de Iwaki y el del 11 de marzo.
Los investigadores analizaron seis millares de temblores registrados en la zona, provocados todos por un movimiento ascendente de fluidos magmáticos empujados por la placa del Pacífico. Estos fluidos se mueven hasta la corteza superior y pueden generar tensiones sísmicas en las fallas. Una situación inestable que ahora también se habría reproducido en la zona en la que se sitúa la instalación atómica, según el estudio de la Universidad de Tohoku. Aunque reconocen que no se puede predecir cuándo podría darse un terremoto de gravedad, aseguran que sus hallazgos deberían tenerse en cuenta no sólo para la central de Fukushima Daiichi, sino para las pruebas de resistencia de otras plantas cercanas, como Fukushima Daini, Onagawa y Tokai. Zhao asegura a este diario que ya ha comunicado sus resultados a las autoridades para que las tengan en cuenta en los trabajos para asegurar las centrales atómicas.
Ayer se sintió en Fukushima un temblor de magnitud 6,2
Precisamente, ayer se registró un importante terremoto en esa zona del país, de magnitud 6,2, que pudo sentirse en toda la región de Fukushima. El temblor no provocó ningún contratiempo en la central accidentada, según las autoridades. 
Fuente: Publico.es

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