"Lo que se ha estado discutiendo en Porto Alegre es la cuestión ambiental como un tema de fondo"
Entrevista a Julio Gambina
Mario Hernández: La idea era entrevistarte sobre el Foro Social Mundial que se realizó en Porto Alegre pero estábamos escuchando un audio de Jorge, un ambientalista de la Asamblea del Algarrobo en Catamarca y recuerdo que en el último contacto que tuvimos hace un par de meses hiciste mención a la necesidad de discutir el modelo productivo y lo que parecía un planteo teórico pasó a formar parte de la agenda política.
Julio Gambina [*]: Es tal como lo estás planteando y creo que podemos juntar las 2 cosas.
Una “economía verde” es algo así como la privatización de la naturaleza
MH: Entonces quiero sumar algo más. En junio se desarrollará la Cumbre de Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible Río + 20 y se hablará de la “economía verde” concepto que tenemos que empezar a explicar a la gente de qué se trata.
JG: Coincido contigo en que el tema es estructuralmente importante. Cuando discutimos el tema de la minería se discute el modelo productivo de la Argentina. La pregunta que nos tenemos que hacer es por qué es necesario producir minería. ¿Hacia dónde va la producción de oro en Argentina?
Mínimamente se utiliza como insumo en el país, es un producto de exportación y en general hoy está demandado por la especulación. Alguien dijo hace poco que el oro sale del subsuelo de la tierra para ir al subsuelo de los bancos, de los tesoros en los que se guarda como bien especulativo.
También con el petróleo hay que discutir nuestro modelo productivo porque en los últimos 20 años se ha utilizado para superexplotar las escasas reservas sin inversiones de exploración y para trasladar al exterior buena parte de los hidrocarburos.
MH: Me ha sorprendido el valor de la importaciones energéticas del orden de los U$S 10.000 millones.
JG: Casi el equivalente al superávit comercial con lo cual, sea por el lado de la minería, del petróleo o incluso de la automotriz, que es la industria emblemática de la Argentina. Si crece la industria argentina es por la producción de automóviles. ¿Tiene sentido que Argentina produzca tantos autos, tanto oro, tanto petróleo?
La otra pregunta sería qué tipo de industria automotriz y de transporte necesitamos, qué tipo de industria minera e hidrocarburíferas, para promover una economía que satisfaga las necesidades de la población.
Me parece que esta es la preocupación de los movimientos sociales a nivel mundial, es lo que se estuvo discutiendo en Porto Alegre.
Naciones Unidas, llevando adelante la voz de las grandes transnacionales está planteando una economía verde que es algo así como la privatización de la naturaleza., es generar las condiciones para que el régimen del capital desembarque con total legitimidad en la explotación de los recursos naturales. Digamos que Río + 20 es discutir 20 años después de la Cumbre de la Tierra, que fue convocada en 1992 en Río de Janeiro para empezar a tratar los temas medioambientales, qué logros ha habido. La verdad es que no los ha habido, en realidad, hay retrocesos. Las transnacionales siguen ensuciando el ambiente, contaminando, emitiendo gases tóxicos que afectan nuestra calidad de vida. Sin ir muy lejos, aquí en Buenos Aires y mirando los registros de temperatura en el resto del país es una locura. Es increíble y tiene que ver con los cambios ambientales que produce el modelo productivo. La sociedad tiene que enterarse e informarse, es muy bueno que la discusión minera haya llegado porque los habitantes de los pueblos mineros son los que salen a la calle. No es un intelectual el que llama la atención sobre lo que significa la megaminería a cielo abierto.
MH: Como quieren hacer creer las autoridades gubernamentales, que son/somos hippies.
JG: Efectivamente, un hippie que llega en un avión desde Buenos Aires, opina y se retira. No recuerdo si lo dijo la gobernadora de Catamarca o la Presidenta, tratando de criticar las posiciones solidarias contra la megaminería. Al contrario, son los mismos pueblos de la región, que sufren las consecuencias de la minería, de la contaminación, que ven cómo la agricultura ya no sirve para abastecer las necesidades alimentarias de la población local que produce la riqueza alimentaria sino que tienen destino de exportación.
MH: Y que no dejan nada porque la propia gobernadora de Catamarca reconoció que en 15 años La Alumbrera no dejó nada. Claro que ella no tiene la culpa porque recién empieza a gobernar.
JG: Agreguemos que La Alumbrera está concluyendo la explotación. Las imágenes televisivas y las fotos muestran que solo queda un cráter, un gran pozo, con lo cual hay que imaginarse que los proyectos que han comenzado a desarrollarse o están en carpeta, van a significar una destrucción física de los cerros, de las montañas, del espacio territorial en que se desarrollan. Insisto, es bueno generalizar este debate porque es un tema que lo planteábamos en soledad y ahora es parte de las noticias cotidianas que cada uno lo trabajará con las intenciones que tenga, pero es bueno que se procese como un debate importante y que la sociedad argentina opine.
A nivel mundial es el gran tema porque América Latina se ha transformado en totalmente funcional a las necesidades del capitalismo internacional.
Argentina es exportadora de petróleo, cobre, oro, litio, gas y gran proveedor de tierras. China es uno de los grandes inversores en tierra y producción agropecuaria en toda América Latina y estamos creciendo mucho, pero precisamente porque somos funcionales a las necesidades del capitalismo mundial en crisis.
Lo que se ha estado discutiendo en Porto Alegre entre movimientos populares, campesinos, estudiantiles, de mujeres, un movimiento social diverso, es esta cuestión ambiental como un tema de fondo. La sociedad tiene que involucrarse porque hay que cambiar el modelo productivo para satisfacer necesidades de la población y no las ganancias de las empresas.
MH: Estos movimientos convocaron a la Cumbre de los Pueblos.
JG: En paralelo a la cumbre oficial. Como se viene haciendo en todas las grandes cumbres hay un desarrollo de la reflexión alternativa que es la que hacemos los pueblos.
Un ministro cobra U$S 10.000 y un diputado $ 35.000 mensuales.
MH: ¿Qué nos depara la discusión salarial en Argentina?
JG: Irónicamente los legisladores se aumentaron el 100%
MH: Según leí en la tapa de Clarín fue 150%.
JG: Lo vi. Uno podría decir que esa es la pauta por la cual los trabajadores tendrián que luchar.
Por otras razones ayer estuve trabajando con las estadísticas públicas de salarios estatales que están por debajo de la evolución de los privados, y ahí descubrí que el 40% de los trabajadores estatales nacionales que cobran más que los provinciales y municipales, están por debajo de los $ 4000 mensuales. La pauta es que hay un deterioro salarial muy grande, hay una desigualdad creciente y que un ministro del Poder Ejecutivo esté en U$S 10.000, la cifra que necesitaba el ex ministro Cavallo para vivir, que es lo que ahora reconoce el presidente de la Cámara de Diputados, el ex ministro de Agricultura, Domínguez, que es el sueldo de un funcionario de primer nivel del gobierno y ahora $ 35.000 un diputado, contra un promedio de $ 3.500 en todo el país, muestra el deterioro salarial que hay.
Creo que así como planteamos que las cuestión medioambiental es de conciencia y de reivindicación de la población, el tema salarial también lo es para los trabajadores en actividad y para los que reciben algún tipo de Plan social que hace años que están congelados. Esto requiere de una lucha para legitimar en la sociedad que no se puede vivir con un salario promedio de ese orden, con una jubilación mínima que recibe el 75% de los jubilados y pensionados en el orden de $ 1.600 hay una cantidad de valores y cifras que requieren ser actualizadas y discutidas por la sociedad porque la baja calidad de vida de los trabajadores afecta la calidad de vida del conjunto de la población.
[*] Julio Gambina es Doctor en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Es Profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e integrante del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.