Justicia global


El modelo de globalización neoliberal ha producido un conjunto de desequilibrios a escala mundial como nunca antes se habían conocido en la historia de la humanidad, comenzando por la enorme concentración de poder económico y militar en una élite internacional que está forzando a un estado de guerra permanente como instrumento para mantener tanto los privilegios del Norte opulento, como para repeler cualquier intento generado en el Sur para crear formas alternativas de vida y satisfacción de sus necesidades.

La voracidad del modelo de producción y consumo irracional del Norte, y de las élites integradas del Sur, afectan directa y dramáticamente al planeta, por lo que es energética y ambientalmente insostenible.
Pero este intento de confinar el modelo de consumo a una parte privilegiada del planeta, de restringirlo a una minoría (cada vez menor) de la humanidad, hace por tanto que su sostenimiento se base forzosamente en la exclusión, la represión y el hambreamiento de la mayoría de la población mundial. He aquí el verdadero motor que alimenta a los flujos migratorios mundiales.
Aparte de romper con toda la lógica represiva en torno a la inmigración, se debe denunciar el actual sistema de relaciones entre pueblos y entre personas, basado en el beneficio desmedido y en el sometimiento. Es necesario un cambio de valores.

Fuente: www.decrecimiento.info

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