Sobre la pobreza


La subsistencia percibida culturalmente como pobreza no implica necesariamente una baja calidad de vida física. Por el contrario, las economías de subsistencia contribuyen al crecimiento de la economía de la naturaleza y de la economía social, aseguran una elevada calidad de vida en términos de alimentos y agua, sostenibilidad de los medios de vida, y una robusta identidad y significado social y cultural.

Por otro lado, la pobreza de 1.000 millones de personas hambrientas y de 1.000 millones de personas deficientemente alimentadas, víctimas de la obesidad, adolece tanto de pobreza material como cultural. Un sistema que crea la negación y la enfermedad, mientras acumula miles de millones de dólares de grandes beneficios para los agronegocios, es un sistema diseñado para crear la pobreza para la gente. La pobreza es un estado final, no un estado inicial de un paradigma económico, el cual destruye los sistemas ecológicos y sociales que mantienen la vida, la salud y la sostenibilidad del planeta y de la gente.

Y la pobreza económica es sólo una de las formas de la pobreza. La pobreza cultural, la pobreza social, la pobreza ética, la pobreza ecológica, la pobreza espiritual son otras formas de pobreza con mayor prevalencia en el así denominado rico Norte, que en el Sur, denominado pobre. Y estas otras pobrezas no se pueden borrar con dólares. Necesitan compasión y justicia, cuidados y formas de compartir.

Los indígenas en la Amazonia, las comunidades montañesas en el Himalaya, los campesinos cuyas tierras no han sido expropiadas y cuyas aguas y biodiversidad no ha sido destruida por la deuda para crear una agricultura industrial poseen riqueza ecológica, incluso aunque no ganen un dólar al día.

Por otra parte, incluso con cinco dólares al día la gente es pobre si tiene que comprar los productos más básicos a precios elevados. Los campesinos indios convertidos en pobres y empujados hacia la deuda durante las pasadas décadas para crear mercados para las costosas semillas y productos agroquímicos a través de la globalización económica están poniendo fin a sus vidas por millares.

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué