Evgenia Emets y su obra Time Forest: el bosque como un ser con su propio sentido del tiempo

Reconectar nuestra relación con la Tierra puede hacerse de muchas maneras. Una forma es tener un encuentro inmersivo con algún ecosistema de interés, un bosque, por ejemplo. Otra opción puede ser por medio de la experiencia artística que tematice o reflexione en torno a la problemática ambiental. Mejor aún, es unir ambas. De esto se trata el trabajo de la artista Evgenia Emets.

Texto por Constanza López Cabello

Exhibición Forest Time, Monsanto Forest Park, 2023. ©Manuela Santos

Imaginemos, por ejemplo, que recorremos un sendero en medio de un bosque. En el camino, poemas cuelgan de las ramas de los árboles, que el viento hace sonar  como las hojas de los álamos. Una voz guía el recorrido, te invita a sentir los sonidos, los olores y las texturas del bosque, te motiva a conectar con este entorno. Esta experiencia inmersiva es, de hecho, el trabajo que realiza la artista visual y poeta Evgenia Emets, quien combina diversos lenguajes artísticos como la poesía visual, la caligrafía, las instalaciones y recorridos inmersivos en la naturaleza, en lo que ella ha llamado “arte forestal”. Su intención, dice, es “ofrecer a la gente una visión diferente de la naturaleza”, una perspectiva en la que los límites entre cultura y naturaleza se difuminan.
Su último proyecto se llama Forest Time (2023), “una nueva edición de una obra anterior llamada Eternal Forest (2022)” cuenta la artista. Se trata de la continuación de una investigación en torno a la relación que los humanos tenemos con los bosques, una búsqueda de encontrar formas de proteger la biodiversidad. A pesar de que la artista ha dedicado los últimos cinco años a trabajar en entornos rurales con proyectos comunitarios, con Forest Time, se sumerge en un ambiente más urbano. Así, las exposiciones y experiencias artísticas enmarcadas en este proyecto se encuentran en Lisboa, Portugal, específicamente en dos sitios: Estufa Fria –invernadero que cuenta con una colección de plantas tropicales– y en Monsanto Forest Park –bosque “artificial”, plantado durante los años 30, hoy considerado un pulmón verde de la ciudad–.
Endémico web conversó con ella sobre su trabajo artístico, sus motivaciones y los desafíos que plantea trabajar con la naturaleza.

Arbore do mundo, 2021.

Religar art experience, Evgenia Emets, Estufa Fria©Naima Vieira

Endémico: Gran parte de su trabajo trata sobre cuestiones ambientales y ecológicas. ¿Cuáles son las razones para esto?
Evgenia: En Europa, donde resido, muchos bosques han desaparecido en los últimos siglos, y ahora estamos llegando al punto crítico de pérdida de biodiversidad porque hemos degradado profundamente los diversos hábitats del planeta. Aparte de esto, con los crecientes desafíos climáticos, estamos entrando en el círculo vicioso que nos conduce a la sequía de la tierra. Como sucede en Portugal, por ejemplo, donde la tierra se desertifica día a día. En estas áreas no hay cobertura arbórea, el único crecimiento suele ser la producción de alimentos y madera en plantaciones de monocultivo. Ya estamos viendo algunos escenarios desastrosos.
Nací en Europa del Este y para mí el punto de referencia de un bosque saludable es mucho más alto. Sin embargo, lo que observo en muchos lugares del mundo es que los siglos de deforestación tienen como consecuencia la pérdida del punto de referencia, de cómo puede ser un bosque, lo que es un bosque en funcionamiento real. Decidí, entonces, volver al pasado y al mismo tiempo avanzar hacia el futuro para crear esta visión de bosques protegidos y gobernados por la comunidad. Ecosistemas que sean puntos críticos de biodiversidad, pero también la base cultural para la salud y el bienestar de la comunidad de las generaciones actuales y futuras.
En todo el mundo tenemos lo que podemos llamar “bosques sagrados”. Cada cultura que los tiene los protege y los trata de manera especial: Europa del Este, Japón, India, partes de Europa Occidental, por supuesto, América del Sur y del Norte. Pero uno de los mejores ejemplos son las arboledas sagradas de la India, donde los hábitats forestales lograron prosperar mientras eran destruidos en otros lugares. Para mí este ejemplo es una gran inspiración y un modelo que se puede aplicar a nuestro tiempo.
En tus palabras, ¿cómo podrías describir el “arte forestal” que realizas?
En los últimos años, he estado imaginando avanzar hacia la creación de santuarios forestales protegidos –Eternal Forest– donde el bosque puede ser tanto un lugar para la cultura como para la naturaleza. La visión es tener una comunidad como el bosque, una arboleda sagrada contemporánea, que será protegida por las generaciones venideras, pero que también puede acoger a los humanos encontrando una forma más armoniosa de estar con ese lugar.
Hace unos años realicé mi primera experiencia artística y un sendero artístico, donde conduje a las personas a un viaje inmersivo y silencioso a través del bosque. Basado en los hitos naturales existentes tejí la narrativa. Me di cuenta de que un sendero experiencial de este tipo puede ser el primer paso en la creación de un santuario forestal. Ahora mismo estoy trabajando en el desarrollo de varios senderos de este tipo que puedan convertirse en la base de la regeneración de un bosque, una ruta de peregrinaje regular durante la cual podemos conocer el bosque más íntimamente. Estos senderos pueden crecer gradualmente con obras de arte de otros artistas y mi propio arte. Veo este tipo de práctica como algo cíclico. Creo que para apoyar la restauración del bosque y protegerlo durante muchas generaciones necesitamos establecer ciclos de experiencias, celebraciones, prácticas personales y comunitarias.

Religar art experience Forest Time exhibition, Estufa Fria. ©Jardins Abertos, daoleg

¿Qué buscas provocar en el público con tus obras inmersivas en la naturaleza?
Estoy ofreciendo a la gente una visión diferente de la naturaleza. Los invito al espacio donde pueden experimentar directamente la sensibilidad de todo lo que los rodea –a un tiempo en el que todo ser vivo y la tierra misma tienen voz y son capaces de expresar esa voz por medio de los procesos naturales y de la colaboración con nosotros, los humanos–. Siento que con la experiencia directa y al estar dentro del espacio multisensorial en la naturaleza, las personas pueden cambiar más fácilmente. A través de mi poesía y mi arte también presento ideas científicas, investigaciones publicadas y, cuando es apropiado y con permiso, las filosofías indígenas me permiten hablar sobre temas ecológicos difíciles, permitiendo que las personas se cuestionen y sientan. Y con suerte, que se lleven una semilla de ese trabajo a sus vidas. 
Tu última exposición es Forest Time. ¿De qué se trata?
El proyecto Forest Time intenta abrir una perspectiva sobre el bosque como un ser con su propio sentido del tiempo, con su propio lenguaje, mensajes y ciclos. Se trata de una nueva edición de Eternal Forest, es la continuación de esta investigación anterior sobre nuestra relación con los bosques en búsqueda de encontrar formas de proteger la biodiversidad. Decidí crear un programa de múltiples capas con dos espacios –Estufa Fria y Monsanto Forest Park–, revelando las relaciones físicas, culturales y ecológicas entre ellos y expresándolo a través de mi arte, de las series de experiencias creadas, los talleres y las conversaciones.
Mi trabajo con ambos espacios continúa mi investigación y práctica artística en el marco de las ecologías forestales. En Estufa Fria trabajé así con siete plantas y co-creé una experiencia inmersiva basada en mi experiencia contemplativa personal con las plantas, sus historias, significado ecológico y conocimiento tradicional. En el caso de Monsanto he desarrollado dos rutas artísticas y experiencias enfocadas en los valores de la biodiversidad que ojalá se queden ahí y se conviertan en una experiencia guiada que cualquiera pueda hacer más adelante. La última parte del proyecto contempla la publicación del nuevo libro Forest Time, una colección de conversaciones entre pensadores, científicos, expertos en el campo de la ecología forestal, la protección y la regeneración de los bosques, y todas las obras de arte, poesía y experiencias que se han creado en el transcurso del proyecto.
“A través de mi poesía y mi arte también presento ideas científicas, investigaciones publicadas y, cuando es apropiado y con permiso, las filosofías indígenas me permiten hablar sobre temas ecológicos difíciles”.
Evgenia Emets
¿Cómo es tu proceso creativo?
Estos días todo mi trabajo creativo comienza conectando con los seres de la naturaleza. Ellos marcan el camino: las plantas hablan, el bosque habla, el río habla, la tierra habla. Tienen mucho que decir. Estoy ahí con ellos escuchando profundamente sus mensajes, recibiéndolos y transformándolos en arte. Así que es un proceso de co-creación con múltiples participantes, todos ellos contribuyen a la obra de arte final. Les pregunto qué quieren compartir y también cómo quieren aparecer. Decía medio en broma que el último proyecto –Forest Time– está curado por el bosque del mundo. Es cierto en muchos sentidos y no hay otro curador en este proyecto. También hay muchos colaboradores humanos con los que trabajo y me inspiro, con investigaciones científicas y conversaciones con científicos, investigadores y profesionales que trabajan con prácticas regenerativas. El resultado de tal proceso es una historia con múltiples voces y una obra de arte multidisciplinar.

Exhibición Forest Time, Estufa Fria, 2023. ©Evgenia Emets

Para finalizar, desde tu perspectiva, ¿qué tipo de desafíos enfrenta el artista cuando trata con la naturaleza?
Creo que hay muchos, pero los veo como oportunidades para cuestionar nuestro mundo, enfoques y  status quo en tantos aspectos de las artes. Estamos condicionados a vernos a nosotros mismos desde una edad temprana separados de los seres más-que-humanos. Entonces, una posibilidad es desaprender y curar continuamente este trauma profundamente arraigado de la separación. Hay muchas maneras de abordarlo. Para mí es permitir que la naturaleza tome el centro del escenario en los proyectos, crear un espacio para que ella hable. Esto requiere paciencia y tiempo. Como estamos trabajando con ecosistemas locales, ricos y biodiversos o degradados, hay que pedir permiso para estar allí, para trabajar con esta tierra y hacer cualquier intervención que creamos necesaria.
Como artista que se basa en la historia y trata de encontrar una línea de continuidad en las artes, siento que hay un gran legado en este tipo de trabajo en las antiguas artes sagradas, pero también en el Earth y Land Art más reciente. Por otra parte, siento que es necesario mirar críticamente ciertas obras de arte históricas que incluyen el acto de plantar árboles, por ejemplo. Muy a menudo, los patrocinadores potenciales y los anfitriones de Eternal Forests me preguntaron sobre esto. Sin embargo, antes que plantar cualquier semilla, creo que nos falta escuchar a la tierra, permitiendo que sea ella misma quien revele su sueño.

                                       Taro, Colocaia Esculenta, por Evgenia Emets, 2023. ©Evgenia Emets


El proyecto artístico de Evgenia Emets Forest time se puede experimentar en: Lisboa - Portugal
Estufa Fria desde el 17 de mayo – 27 de julio
Parque Florestal de Monsanto desde 21 de junio – 26 de agosto

Fuente: https://endemico.org/evgenia-emets-y-su-obra-time-forest-el-bosque-como-un-ser-con-su-propio-sentido-del-tiempo/ Imagen de portada:Exhibición Forest Time, Monsanto Forest Park, 2023. ©Manuela Santos

Entradas populares de este blog

Francia: ‘Mi orina contiene glifosato, ¿y la tuya?’ Denuncia contra el polémico herbicida

Sobre transgénicos, semillas y cultivos en Latino América

Antártida: qué países reclaman su soberanía y por qué