Rebelión de la Naturaleza
Es interesante el ver como las generaciones han tratado de reaccionar frente a las diferentes catástrofes a las que se ha venido enfrentando, ya que la intención es desvalorizar el hecho o al menos restarle importancia, claro está, cuando las catastrophes no les afectan de manera directa. Anguita define las catástrofes como cambios rápidos entre dos estados estables y sus aportes conceptuales y metodológicos permiten abordar mejor el análisis de las catástrofes naturales. Este investigador entiende riesgo como un fenómeno eminentemente natural, que se transforma en catástrofe cuando el hombre efectúa una intervención inadecuada en el medio, sea por la localización de zonas urbanas en sectores de alto riesgo, o por la construcción de infraestructuras con mínima capacidad de resistencia, frente a eventos o peligros naturales determinados.
Entre las principales catástrofes de hoy día tenemos: Desastres Naturales, Epidemias y Pandemias, Erupciones Lumínicas, Erupciones Volcánicas, volcanes, Impacto astronómico, Incendios forestales, Inundaciones, Ola de Calor y Frío, Terremotos, Tornados, Trombas y Tormentas, Tsunamis y Maremotos. Y aunque alguien me acuse de alarmista, todos ellos los estamos viendo y de manera alarmante. Nadie lo puede negar.
Es un hecho que el tema cada día se hace más actual y patente, el cambio climático ya es una realidad, sus efectos sin duda se notan y las consecuencias seguirán siendo parte de nuestras vidas y de las generaciones siguientes. El riesgo ante los desastres naturales sin duda aumentará en especial con el cambio del clima, el derretimiento de los polos, glaciares y hielos “permanentes”. El aumento del nivel del mar, el cambio de patrones del clima, el aumento de la población, la falta de regulación, la depredación humana sobre la naturaleza, la falta de ética y moral que corroe las nuevas generaciones, todas y otras no mencionadas, inciden negativamente sobre el ambiente y aumentan el riesgo natural y finalmente aumentará la incidencia de desastres naturales y las víctimas que se verán afectadas por éstos. Las grandes olas de calor – que aun en esta época que estamos viviendo,– seguirán agitando el mundo en los próximos años, llegando a alturas de cinco o diez veces más de la actual.
Los cerca de mil tornados registrados en lo que va del año en Estados Unidos, y que han cobrado la vida de 501 personas, convierten a 2011 en el año más activo y mortal para este tipo de tormentas desde 1953. Ayer, jueves 9 subió la temperature en 19 minutos 20 grados F lo que equivale a 10 grados C, nuestro clima está loco.
La actividad ciclónica del 2011 en el océano Atlántico podría estar nuevamente por encima del promedio histórico, vaticinaron los expertos. En diciembre fue publicado el primero de los tres pronósticos que se emiten antes del 1 de junio de todos los años que es cuando inicia la temporada de ciclones tropicales, y de momento se establece la posible formación de 17 sistemas en el Caribe, seis más de los que se forman en promedio. Según el pronóstico, de los 17 ciclones tropicales, nueve podrían ser huracanes; cinco de las categorías tres a cinco grados, y ocho de los sistemas serían únicamente tormentas tropicales.
Entre las principales catástrofes de hoy día tenemos: Desastres Naturales, Epidemias y Pandemias, Erupciones Lumínicas, Erupciones Volcánicas, volcanes, Impacto astronómico, Incendios forestales, Inundaciones, Ola de Calor y Frío, Terremotos, Tornados, Trombas y Tormentas, Tsunamis y Maremotos. Y aunque alguien me acuse de alarmista, todos ellos los estamos viendo y de manera alarmante. Nadie lo puede negar.
Es un hecho que el tema cada día se hace más actual y patente, el cambio climático ya es una realidad, sus efectos sin duda se notan y las consecuencias seguirán siendo parte de nuestras vidas y de las generaciones siguientes. El riesgo ante los desastres naturales sin duda aumentará en especial con el cambio del clima, el derretimiento de los polos, glaciares y hielos “permanentes”. El aumento del nivel del mar, el cambio de patrones del clima, el aumento de la población, la falta de regulación, la depredación humana sobre la naturaleza, la falta de ética y moral que corroe las nuevas generaciones, todas y otras no mencionadas, inciden negativamente sobre el ambiente y aumentan el riesgo natural y finalmente aumentará la incidencia de desastres naturales y las víctimas que se verán afectadas por éstos. Las grandes olas de calor – que aun en esta época que estamos viviendo,– seguirán agitando el mundo en los próximos años, llegando a alturas de cinco o diez veces más de la actual.
Los cerca de mil tornados registrados en lo que va del año en Estados Unidos, y que han cobrado la vida de 501 personas, convierten a 2011 en el año más activo y mortal para este tipo de tormentas desde 1953. Ayer, jueves 9 subió la temperature en 19 minutos 20 grados F lo que equivale a 10 grados C, nuestro clima está loco.
La actividad ciclónica del 2011 en el océano Atlántico podría estar nuevamente por encima del promedio histórico, vaticinaron los expertos. En diciembre fue publicado el primero de los tres pronósticos que se emiten antes del 1 de junio de todos los años que es cuando inicia la temporada de ciclones tropicales, y de momento se establece la posible formación de 17 sistemas en el Caribe, seis más de los que se forman en promedio. Según el pronóstico, de los 17 ciclones tropicales, nueve podrían ser huracanes; cinco de las categorías tres a cinco grados, y ocho de los sistemas serían únicamente tormentas tropicales.
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El calentamiento del agua es una de las causas de la inusual migración de las especies marinas
Algunas especies marinas están migrando a océanos de los que una vez se extinguieron. Están viajando entre los océanos Pacífico y Atlántico por primera vez en cientos de miles de años, y el aumento de las temperaturas y el derretimiento del hielo en el Ártico tienen mucho que ver con eso. Una de estas especies es el alga Neodenticula seminae, que al parecer ha vuelto al Atlántico después de una ausencia de más de 800 mil años.
El caso del plancton microscópico sería la primera evidencia de una migración de plancton a través del Ártico en los tiempos modernos y una de las primeras veces, en decenas de miles de años, en las que el agua ha fluido libremente entre el Pacífico y el Atlántico después de que el hielo se retiró de la costa de Alaska. Otro ejemplo de la migración de especies fue reportado en este blog: el avistamiento de una ballena gris del Pacífico frente a las costas de España y de Israel más de tres siglos después de que desapareciera del Atlántico.
Todos estos datos son parte de una investigación que está siendo coordinada por el Proyecto CLAMER, financiado por la Unión Europea y coordinado por el Instituto Real de Holanda para la Investigación Marina (NIOZ). Como Deutsche Welle informa, CLAMER está sintetizando los resultados de las pruebas sobre los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas marinos y toma como referencia la investigación de más de 300 proyectos en 10 países europeos.
Chris Reid, investigador de la Fundación Sir Alister Hardy de Ciencias del Mar, participante de CLAMER, dijo a Winnipeg Free Press que el fenómeno de la migración es un indicador de una transición importante, porque la última vez que hubo una abertura entre el Pacífico y el Atlántico fue hace aproximadamente de dos a tres millones de años.
El informe de CLAMER también dice que en los mares cerrados, las especies que requieren condiciones más frías podrían quedarse sin lugar a donde ir cuando las aguas se calienten más, por lo que podría suceder que para el año 2060, debido al calentamiento del Mediterráneo, un tercio de sus 75 especies de peces esté amenazado y seis se hayan extinguido. Sin embargo, Katja Philippart, que está trabajando en CLAMER en representación del NIOZ, admite que es muy difícil hacer predicciones, porque las conexiones entre las circunstancias ambientales son muy complejas.
