La caza de la última naturaleza salvaje - Las pesquerías de mar profundo arrasan el fondo marino






'Hoy en día la pesca industrial se adentra miles de millas, a miles de pies de profundidad, capturando en el proceso especies que viven cientos de años en el lugar menos protegido de la Tierra,' dice Elliot Norse del Instituto de Biología de Conservación Marina.
En aguas internacionales, más allá de la Zona Exclusiva Económica (EEZ) de las 200 millas náuticas de los países costeros, muchas de las pesquerías no están prácticamente reguladas. Aquí las flotas pesqueras operan como bandidos errantes, empleando la capacidad tecnológica para saquear las profundidades.
Los buques de arrastre de agua profunda suponen cerca del 80% de la captura de fondo en aguas internacionales. En apenas unas horas, el arrastre de enormes redes de hasta 15 toneladas pueden destruir corales de mar profundo y lechos de esponjas que han tardado siglos o milenios en crecer. Los buques de arrastre capturan peces como la perca emperador y el granadero por alimento y tiburones para la industria de la cosmética. Generalmente estos peces tienen vidas largas, crecimientos lentos y una madurez sexual tardía, haciendo que sus poblaciones necesiten décadas, incluso siglos, para recuperarse.
Y debido a que gran parte de la pesca de fondo ocurre en alta mar (aguas internacionales), lejos de la mirada supervisora de las agencias reguladoras, sus impactos en las especies y los ecosistemas no están por lo general monitorizados ni controlados.
Irónicamente, esta forma de pesca sumamente destructiva no sería rentable sin el fuerte apoyo del gobierno. Recientemente Rashid Sumaila y Daniel Pauly de la Universidad de Bristish Columbia investigaron los subsidios pagados a las flotas de arrastre de fondo en todo el mundo. Hallaron que las pesquerías de agua profunda reciben más de 152 millones de dólares. Sin estos subsidios, estas pesquerías operarían con pérdidas anuales de 50 millones de dólares. La mayoría van destinados a combustible: los buques han de viajar más allá del limite de las 200 millas y el arrastre de pesadas redes consume enormes cantidades de combustible.
'Seguramente para los gobiernos existe una manera mejor de gastar el dinero que la de pagar subsidios a una flota que quema 1,1 billón de litros de combustible anuales con el fin de mantener míseras capturas de especies de crecimiento lento procedentes de stocks sumamente vulnerables mientras destruye su hábitat en el proceso,' dice Pauly.
'La retirada de los subsidios globales haría inviables económicamente estas flotas y aliviaría la tremenda presión de la sobrepesca en ecosistemas de agua profunda vulnerables,' dice la economista Sumaila.
Actualmente la tendencia es pescar hasta agotar, incluso cuando capturar los stocks esquilmados es cada vez más difícil y caro. 'Recibes una señal del stock: soy viejo, soy poco común y estoy agotado,' dice Pauly. 'Los subsidios te permiten pasar por alto la señal y seguir pescando hasta el final. En lo que se refiere a la obtención de ganancias, no tiene sentido destruir especies centenarias de crecimiento lento así como su hábitat.'
Pescando las profundidades
El mar profundo es la tierra salvaje más grande del planeta. Tiene valles más profundos que el Gran Cañón y elevadas cordilleras volcánicas llamadas montañas marinas. El agua que fluye por ellas estimula los nutrientes y crea condiciones parecidas a oasis donde la vida se concentra. Muchas especies descubiertas en montañas marinas son únicas en áreas relativamente pequeñas.
A pesar del descenso en las capturas de las pesquerías globales desde finales de la década de los 80, sigue habiendo un incremento global en el esfuerzo de pesca y en el potencial de captura. Las pesquerías de bajura crecen en la plataforma continental donde el sol, los nutrientes, los vientos y las corrientes ascendentes estimulan la vida. Aquí abundan los peces e invertebrados, sin embargo las pesquerías en muchas áreas costeras se han gestionado mal y actualmente están agotadas. Como resultado a este colapso y ante la demanda creciente de pescado en todo el mundo, los buques de arrastre industriales peinan el suelo marino a más de una milla de profundidad. Enormes buques de más de 180 metros de longitud están equipados con congeladores y tanques gigantes de combustible, permitiéndoles estar en el mar durante meses, moviéndose de un sitio a otro extrayendo las ricas áreas de peces hasta agotarlas y luego seguir con la siguiente.
'Todas las pesquerías se están transformando gradualmente en pesquerías de mar profundo porque en las aguas poco profundas lo han pescado todo,' dice. 'Sin embargo la solución no es ir a mar profundo sino gestionar las aguas poco profundas donde los peces tienen vidas cortas y los ecosistemas tienen un mayor potencial de resistencia.'
Peces de crecimiento lento
La perca emperador es un ejemplo clásico de la explosión y colapso de las pesquerías de agua profunda. Anteriormente  descartado como pez basura por los buques pesqueros, fue posteriormente renombrado con fines de mercado. A menudo es el objetivo de las pesquerías en las laderas continentales, dorsales oceánicas y montañas marinas, sin embargo su costumbre de congregarse en las cimas para alimentarse y desovar lo hace particularmente vulnerable. La navegación por satélite (GPS) y la tecnología militar de vigilancia permiten mapear las montañas marinas donde los bancos de perca emperador, en tiempos de anterior abundancia, parecían lava deslizándose por las laderas de un volcán.
La pesca de perca emperador comenzó en Nueva Zelanda a finales de la década de los 70. En los últimos 30 años, esta pesquería se ha expandido al Atlántico Noroeste y Sudeste, Pacífico Sur e Índico. Durante el mismo periodo la captura ha descendido en aproximadamente un 75% como resultado de la naturaleza de agotamiento en serie de esta pesquería sumamente insostenible. Hoy, en los restaurantes y tiendas de ultramarinos, la perca emperador es menos común. Hace poco Australia clasificó a la especie como amenazada mientras que la Comisión de Pesquerías del Atlántico Noreste acordó en noviembre de 2006 establecer una moratoria a su pesca.
'Cuando compres una perca emperador probablemente estés comiendo un animal que tiene al menos 50 o incluso 150 años, lo que significaría que podrías estar comiéndote un pescado que nació cuando Lincoln era presidente,' dice Krista Baker de la Universidad Memorial. 'Tal vez necesitaríamos una guía del consumidor que dijera que no debemos consumir peces más viejos que nuestras abuelas,' añade Selina Heppell, ecologista de pesquerías de la Universidad de Oregón. 'Estos peces han evolucionado para vivir durante mucho tiempo y tener la oportunidad de reproducirse muchas veces. Lo que sea que acorte sus vidas frustra su forma primaria de supervivencia.'
Impactos en el ecosistema
Los corales centenarios de mar profundo sufren daños colaterales debido al arrastre de fondo. 'En algunos lugares los capitanes han reemplazado sus redes por cadenas para destruir los corales y así no desgarren las redes. Luego regresan y capturan los peces,' dice Murray Roberts de la Scottish Association for the Marine Science. Algunos corales vivos puedan datar de 1800 y los arrecifes pueden tener más años que las pirámides de Egipto. Los científicos están perdiendo los registros climáticos de siglos pasados que los corales contenían.  'Si los perdemos, estamos eliminando registros históricos inestimables,' dice Roberts. 'Y no solo estamos perdiendo nuestro pasado. En un montículo de corales frente a la costa de Irlanda descubrimos en solo unas pocas muestras ocho especies nuevas a la ciencia. Estos son lugares de verdadera biodiversidad.'
'El balance final es que los errores cometidos hoy podrían tardar  más de un siglo en recuperarse, si es que lo consiguen,' dice Baker. Baker y Richard Haedrich de la Memorial University en Terranova observaron la fauna de peces de mar de fondo en el Atlántico Noroeste. Hallaron que el 40% de las especies de mar profundo para las cuales se dispone de información están en descenso. 'Es una pronunciada disminución, hacia abajo y abajo hasta que no queda nada en la despensa,' dice Baker. 'Dados los descensos documentados y la falta de vida histórica que permita conocer los tiempos de recuperación, las medidas de conservación se hacen urgentes .'
'Desde una perspectiva ecológica no podemos permitir a destrucción del mar profundo. Desde una perspectiva económica las pesquerías de mar profundo no puede tener cabida sin los subsidios del gobierno y la conclusión es que las actuales pesquerías de fondo no son sostenibles,' dice Sumaila.

Fuente: Oceansentry.org

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