México acumula ya 41 especies extintas
México es uno de los países con mayor diversidad biológica del mundo, pues entre 10 y 12 por ciento de las especies del planeta se encuentran en nuestro territorio, señaló José Sarukhán Kermez, coordinador nacional de la Conabio.
“México es el cuarto o quinto país más rico en especies, con mayor número de ecosistemas y con una gran diversidad genética, que lo colocan como uno de los principales centros de domesticación de plantas cultivadas”, subrayó el doctor Sarukhán. La Norma Oficial Mexicana 059 incluye un total de dos mil 584 especies que se ubican en alguna categoría de riesgo. En esa lista hay 41 animales y plantas extintas, como el lobo mexicano, el oso grizzly, el pájaro carpintero imperial, la hierba acuática y la carpa narizona. “Todavía en los años cincuenta se podía ver en Durango y Chihuahua al oso grizzly. El lobo mexicano se extinguió en la naturaleza y hoy se realiza un esfuerzo muy grande para reproducirlo en cautiverio y poderlo reintroducir muy pronto en nuestro país”, aseguró Carlos Galindo Leal, director de Comunicación Científica de la Conabio. En peligro de extinción se encuentran 373 especies, como el perrito de las praderas, el jaguar, el manatí del Caribe, la vaquita marina, la biznaga, la orquídea y la salamandra. En la categoría de amenazadas existen 842 animales y plantas, entre las que se encuentran el tiburón blanco, la boa, el águila real, la tarántula, la mandrágora y la biznaga cabeza de viejito. En la categoría de sujetas a protección especial hay mil 327 especies. Algunos de ellas: el pepino de mar, el cocodrilo de pantano, el halcón peregrino, el pino, el cedro blanco, el delfín nariz de botella y el caballito de mar. Galindo Leal indicó que aunque no hay estudios sobre los cambios que ocasionaron las extinciones en México, es lógico pensar que hubo una repercusión en los ecosistemas. “Por ejemplo, Estados Unidos tiene muy bien documentado el problema de la plaga de venados, porque no hay depredadores debido a la extinción, en algunos lados, de lobos y pumas. Con el crecimiento descontrolado de las poblaciones de venado aumentó la transmisión de ciertas enfermedades y se modificaron los arbustos que les sirven de alimento, lo que afectó la anidación de algunas aves”, manifestó.
Fuente: Planeta Azul
