SANTIAGO DEMANDÓ PENALMENTE A INDUSTRIAS AZUCARERAS QUE CONTAMINAN LA CUENCA SALÍ-DULCE
Escrito por Juan Pablo Sosa
La desidia y la irresponsabilidad de los dueños de las fábricas azucareras de Tucumán, durante años han provocado un negativo impacto ambiental en el suelo, el aire y agua del territorio del llamado Jardín de la República. Pero, la irresponsabilidad de los empresarios, no sancionados por los Gobiernos de turno, dejaron secuelas en otras provincias como Santiago del Estero y Córdoba, en menor medida, en el último tiempo.
A la fecha, el río Salí se ha convertido en un desaguadero de desechos industriales de azucareras, frigoríficos, papeleras y citrícolas, entre otras; lo que lo transformó en un caudal de agua casi inservible.
Si el Salí sólo perjudicara el medio ambiente tucumano, hasta el momento no se habría tomado ninguna medida para frenar las acciones contaminantes de las empresas. Sin embargo, como es una cuenca que nace en Salta, pasa por nuestra provincia y continúa su curso en Santiago del Estero y desemboca en la laguna de Mar Chiquita (Córdoba), provoca efectos nocivos en otras provincias, como la elevada mortandad de peces que se detectó este año en Las Termas de Río Hondo.
Si bien las autoridades de Santiago del Estero esperaron de sus pares tucumanos alguna señal de instigación a las industrias para que comiencen a dar tratamiento a sus desechos, la falta de iniciativas obligó a la Defensoría del Pueblo de esa provincia, en conjunto con la fiscalía de Estado, a impulsar una demanda penal en el Juzgado Federal de la vecina provincia, contra las empresas azucareras que este año aumentaron considerablemente la producción de bioetanol, cuyo desecho es la vinaza. El pedido consiste en que las industrias tucumanas dejen de operar por espacio de 30 días, hasta tanto presenten un plan de tratamiento de desechos industriales.
El amparo se basa en el estudio llevado a cabo por los integrantes del comité de Cuenca del Salí-Dulce, que reveló que la vinaza es el factor que provocó la mortandad de peces en el embalse de Río Hondo (más de 4 toneladas en lo que va de 2010). De hecho, el Ombudsman de Santiago del Estero, Martín Díaz Achaval, constató de manera directa la presencia de los peces muertos. “Estuve presente en la inspección y la verdad, era como navegar en una sopa de pescados”, comentó Díaz Achaval.
Los especialistas llegaron a la conclusión de que son las azucareras las responsables de la mortandad de peces, ya que en la inspección que realizaron a principios de julio, en el río Mista, detectaron que el nivel del oxígeno en el agua era cero. A esa conclusión arribaron luego de constatar que otros animales que bebían de las aguas del embalse, se encontraban en buen estado, por lo que descartaron que la masiva muerte de peces haya sido provocada por la presencia de tóxicos. Por ello, determinaron que la vinaza era el causante de la falta de oxígeno en el agua y por ende, el factor de la mortandad de animales acuáticos.
Esta conclusión a la que arribaron los especialistas, también fue confirmada por el secretario del Agua de Santiago del Estero, Abel Tévez, quien expresó sentirse preocupado por el desorden ambiental. “Constantemente realizamos monitoreos y hemos detectado que la carga contaminante es permanente. El consumo total del oxígeno del agua lo atribuimos a la vinaza que arrojan las azucareras tucumanas. Su accionar y la falta de sanciones es cuanto menos preocupante”, especificó el funcionario.
Si bien en las últimas semanas no se han detectado grandes irregularidades, Tévez indicó que las tareas de control no cesarán.
Cuestión cultural
En el amparo presentado en la Justicia Federal (la causa está en manos del fiscal Guillermo Molinari), tanto la Defensoría del Pueblo como la Fiscalía de Estado, llegaron a la conclusión de que la desidia de los industriales tucumanos obedece a una cuestión cultural de no valorar al río como una fuente de vida. “Tucumán fue bendecido con un sistema de lluvias que no los pone en una situación preocupante por escasez de agua. Por eso es que, por decirlo de alguna manera, no se preocupan en cuidar al Río Salí. Creo que su dejadez obedece más que nada a una cuestión cultural”, opinó Díaz Achaval. “En cambio, en Santiago del Estero, el sistema de lluvias es bastante particular, por lo que nuestra fuente de agua es el rio, y por eso se convierte en fuente de vida. Nuestro folclore da cuenta de ello en sus canciones”, agregó.
El ombudsman, detalló que las ganancias que la producción de bioetanol deja a las provincias, les permitiría a las industrias azucareras tomar una línea de crédito para construir plantas de tratamiento de sus residuos. “Sólo en concepto de ganancias netas, sin subsidios ni beneficios impositivos, las 11 destilerías tucumanas generarán 2000 millones de dólares anuales de ganancia, si el precio de los combustibles no aumentara, porque si así fuera, los beneficios serían mayores”, indicó. “Están en condiciones de acceder a una línea de crédito local, nacional o internacional. El económico, no es un factor que les impida hacerlo. Hay falta de voluntad ya que ninguna se ha adherido al Plan de Reconversión Industrial. Incluso, hemos accedido a que las empresas se ajusten a los parámetros de contaminación exigidos por el Sistema Público de Salud de la Provincia de Tucumán (SIPROSA) que es mucho menor de lo que exige la Nación”, añadió.
Cabe destacar que la producción de bioetanol aumentó considerablemente este año, ya que comenzó a regir la ley de incorporación de biocombustibles a los combustibles fósiles.
En la demanda impulsada por la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía de Estado santiagueña, se da cuenta de ello. “El anuncio que confirmaron los propios industriales y hasta funcionarios nacionales y provinciales, es que la producción de biocombustibles este año, alcanzará los 270 millones de litros, lo que en consecuencia generará 3510 millones de litros de vinaza”, reza parte del escrito.
Ahora, la investigación está abocada a determinar si existe el delito ambiental por parte de las industrias tucumanas. En caso de que se compruebe el ilícito, las sanciones podrían se de tipo económicas, suspensorias de las actividades e incluso llegar al cierre de los ingenios.
Fuente: medioymedio.com.ar